martes, 27 de agosto de 2024

«REABRIREMOS TODAS LAS CAUSAS DE VÍCTIMAS DEL TERRORISMO PARA QUE LA JUSTICIA HAGA LO QUE DEBIÓ HACER MÁS DE 20 AÑOS»

Victoria Villarruel encabezó un acto por el Día 
Internacional de Víctimas del Terrorismo y pidió que 
“todos los Montoneros estén presos”

 Victoria Villarruel

Nacionales
- En el acto por el Día Internacional de la Conmemoración a las Víctimas del Terrorismo, la vicepresidenta de la Nación y titular del Senado, Victoria Villarruel, afirmó que pedirán la reapertura de causas que involucren a víctimas del "terrorismo" y pidió que todos los exintegrantes del grupo guerrillero Montoneros "estén presos por ensangrentar" a la Argentina.

Así lo expresó Villarruel en su discurso al que asistieron familiares de victimas de atentados durante al última dictadura militar y de los atentados a la Embajada de Israel y la AMIA, donde pidió: "Argentina merece dejar el pasado atrás, pero debe hacerlo con justicia. Argentina merece ser la tierra de unión y paz que imaginaron nuestros próceres, pero debe hacerlo con justicia".

"Argentina merece no ser un nido de impunidad y, para ellos, hace falta que construyamos sobre los cimientos que se hacen con justicia. Por eso, reabriremos todas las causas de víctimas del terrorismo para que sea la Justicia que haga lo que debió hacer más de 20 años", agregó la presidenta de la Cámara alta ante un Salón Azul del Congreso repleto.

A su vez, Villarruel cargó fuertemente contra Montoneros: "Cuando arranqué, siendo demonizada y repudiada, Argentina, nuestra patria dorada, para que pueda vivir su aurora, su renacer con justicia, debe hacerlo solo con este valor. Y, para ello, todos los montoneros tienen estar presos por ensangrentar nuestra Nación".

También apuntó contra el período kirchnerista y nombró al matrimonio presidencialista de Néstor (2003-2007) y Cristina Kirchner (2007-2015): "Hoy, encontrarnos en el Senado de la Nación hablando de lo que quisieron silenciar y eliminar es un logro inmenso que solo es una parte más del largo camino hacia la justicia, la verdad y la reparación para las victimas del terrorismo".

Para Villarruel, en un logro "inmenso" poder hablar lo que durante las presidencias K "quisieron silenciar y eliminar" y agregó: "Solo es una parte más del largo camino hacia la justicia, la verdad y la reparación para las victimas del terrorismo. Lo que estamos compartiendo en este salón era impensado hace 20 años atrás".

"Que estemos homenajeando a las víctimas del terrorismo parecía algo imposible en un país donde desde el Estado, vanagloriaban los crímenes atroces del terrorismo. Parecía utópico que hubiera resquicios de la luz de la verdad en la muralla de la oscuridad pestilente que construyó el kirchnerismo sobre la década más dolorosa de nuestra historia", añadió.

Según Villarruel, era "francamente peligroso denunciar los crímenes de los protegidos Néstor y Cristina Kirchner".

La vicepresidenta también dijo, en ese sentido, que ella y otras pocas personas fueron “unas pequeñas David frente al Goliat, que tenía todo el poder estatal para garantizarse su impunidad, reescribir nuestra historia y enriquecerse los bolsillos con el dolor de todos los argentinos”.

Tras esa frase, Villarruel aseveró: “Por eso permítanme mirar atrás con orgullo por haber desafiado la historia oficial y hacerlo en nombre de los inocentes a los que les arrancaron la vida y el recuerdo. Porque hasta de eso les quitaron el derecho, a ser recordados y amados por el resto del pueblo”.

En otro tramo de su discurso, la vicepresidenta enfatizó: “Hace más de cuatro décadas, grupos terroristas asesinaron, pusieron bombas, secuestraron, lastimaron y aterrorizaron a miles de argentinos, extranjeros, adultos y niños, peronistas, radicales, personas apolíticas, civiles, uniformados, gente pudiente y muy humilde a la que usaron de excusa para lograr la disolución nacional, la desunión entre los argentinos y que flameara un trapo rojo ajeno a nuestras costumbres tradicionales a lo que la Patria argentina es, fue y será”.

Villarruel además informó que “17.380 personas fueron salvajemente agredidas, pero aún más cruelmente olvidadas para que sus asesinos, sus victimarios vivieran tranquilos al amparo de una clase política que los protegió y les garantizó nunca pisar una cárcel pese a la sangre inocente que derramaron”.

Para finalizar, la titular del Senado, aseguró que su lucha por la verdad, la justicia y la reparación no se inspira en nada más que su profundo amor a la Argentina" y que fue el "combustible que mantuvo viva la llama" de sus "esfuerzos por un país mejor, más justo y más inclusivo".

Y se preguntó: "¿De qué derecho humanos pueden hablar aquellos que los violaron y que toleraron que las atrocidades quedaran escondida? Solo para que los terroristas se convirtieron en los adalides morales de nuestra historia".

"Tener a nuestras víctimas contar cómo es vivir sin un ser amado es el argumento más fuerte para que no puedan ser esgrimidas del mesianismo terrorista para presionar a los gobiernos de turno", concluyó Villarruel ante senadores y familiares como Luis Czyzewski, padre de una victima de la AMIA, y Gloria Alejandra Paulik, representante de víctimas de terrorismo de los '70.

Quien primero hizo uso de la palabra fue la directoria del observatorio de Derechos Humanos de la Cámara alta y ex diputada peronista, Claudia Rucci, hija del ex jefe de la CGT José Ignacio Rucci. La funcionaria agradeció a Villarruel y recordó que el acto va en línea con la iniciativa que desde el año de 2017 se realiza a instancias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

“Un crimen es un crimen, cualquiera sea el pensamiento”, reflexionó. “Las imágenes son sólo una pequeña muestra de lo que sufrimos en distintas circunstancias, épocas, lugares, pero misma metodología e intención: promover, a través del uso sistemático del terror, objetivos políticos, militares, religiosos o raciales. Eso es el terrorismo”, puntualizó.

Rucci luego recordó que a su padre “lo asesinó un grupo montonero en plena democracia” y que, cuando regresó a la escuela -tenía nueve años-, “en el auto que nos trasladaba siempre iba en el asiento de atrás, en posición fetal”. Eso se repitió durante largos meses.

“El paso del tiempo me hizo entender que eso que sentía se llamaba terror, estaba aterrorizada que otra tragedia tocara mi vida. Es es el objetivo del terrorismo, generar terror para que sus acciones nos obliguen a sentir terror. Ahí lo entendí”, remató.

Informe: NA, Infobae, agencias y Agensur.info

0 comments :

Publicar un comentario