Por Pablo Mendelevich |
Javier Milei, como ya es bien sabido en la Argentina y como también viene siendo expuesto por la prensa internacional, es un expanelista de televisión, de estilo volcánico, economista, que llegó a presidente en forma increíblemente meteórica, con un partido de dos años y medio de vida, luego de ganar las elecciones con un porcentaje que nadie había conseguido en cuatro décadas de democracia. Su singularidad conjuga récords y rarezas. Que, lejos de petrificarse, se ensanchan día a día y obligan a actualizar los registros.
A medida que gobierna, este jefe del Estado, que se define como anarcocapitalista pero considera al Estado una organización criminal, honra su adicción a la originalidad y a la estridencia, unas veces cumpliendo metas que se propone, otras por extravagancias personales y otras por efectos colaterales de sus actos: no todas las originalidades son felices.
La abundancia y diversidad de categorías hace que resulte difícil contabilizar con precisión lo que se podrían llamar, de manera genérica, disrupciones mileísticas. Por lo tanto, la lista que sigue, inevitablemente incompleta y carente de pretensión taxonómica, debe considerarse sólo ilustrativa.
1. Milei es el primer presidente extremista de la Argentina. Hubo, desde luego, presidentes extremistas de facto, pero entre los constitucionales ninguno se presentó tan radicalizado, mucho menos se definió anarcocapitalista. A cualquier anarquista se lo hubiera creído incompatible con la democracia. Una mayoría llegó diciéndose reformista. Perón en sus momentos de retórica alzada se postuló revolucionario pero resultó más bien reformista. Lo que para nada significa que los más moderados hayan resultado efectivos.
2. Milei es el primer presidente elegido después de prometer un ajuste severo. Esta hazaña vale doble si se considera que en la cultura argentina la sola mención de la palabra ajuste era hasta ahora satánica. Pero lo que lo que de veras vuelve extraordinaria la hazaña es que se trata de una promesa de campaña que está siendo cumplida, y eso sí que es una rareza.
3. El porcentaje con el que ganó (55,65) resultó el más alto desde que en 1973 la fórmula Perón-Perón obtuvo 61,86 por ciento. En la reelección de 1951 Perón ya había alcanzado un pico histórico de 62,49. Aunque también Yrigoyen había superado en 1928 la marca de Milei (sacó 57,41), muchos libertarios repiten que Milei es el presidente más votado de la historia, una exageración innecesaria probablemente inspirada en la incomodidad de compartir podio con los dos líderes de masas más importantes del siglo XX, execrables “socialistas” según él.
4. El día de su asunción anotó varios récords juntos. Fue el primer presidente que para dirigir el tradicional mensaje al Congreso se paró afuera del edificio dándole la espalda. Pese a la dureza del discurso -siete veces dijo ajuste- lo ovacionaron. Antes de la decadencia -afirmó-, la Argentina había sido la primera potencia mundial, dato éste que por algún motivo no aparece en los libros de historia. Luego del discurso inaugural se trasladó, de pie, en un auto descapotable como es costumbre, del Congreso a la Casa Rosada, siendo el primer presidente que ese ritual lo cumple acompañado por su hermana.
5. Karina Milei es la persona más poderosa del gobierno después del Presidente, al punto de que si ella no estuviera, asegura una fuente interna citada el domingo por Hugo Alconada Mon, “el gobierno se caería a pedazos en 48 horas”. Las esposas presidenciales con injerencia en el gobierno son fáciles de recordar -nadie comparable a Evita-, pero también hubo hermanos. El primero fue Ataliva Roca, sobre quien se acuñó el suspicaz verbo “atalivar” a propósito de provechos espurios. A Frondizi le tocó la originalidad de tener un hermano en la vereda de enfrente (Risieri, el rector de la UBA en tiempos de “laica o libre”). Alfonsín designó a algunos de sus hermanos en cargos públicos, entre ellos Fernando, ejecutor del Plan Alimentario Nacional (PAN). Eduardo Menem fue en los hechos el vicepresidente de Carlos Menem y quien presidió, nada menos, la convención constituyente de l994. De la Rúa nombró a su hermano Jorge primero como secretario general de la presidencia (casualmente el mismo cargo de Karina Milei) y luego como ministro de Justicia. ¿Y entonces? Lo novedoso en el caso de Karina Milei es la combinación de su doble inexperiencia, en la política y en el Estado, con el enorme poder que maneja más allá del cargo que desempeña. Eso no tiene antecedentes.
6. Milei es el segundo presidente soltero. El anterior fue Yrigoyen, un taciturno sin laderos a quien le decían “Peludo” porque vivía “encovachado”.
7. Jamás un presidente tuvo una fuerza parlamentaria tan raquítica: apenas el 10 por ciento de los diputados y el 15 por ciento de los senadores. Nunca antes tampoco había habido un presidente sin un solo gobernador propio. Sin intendentes, sin sindicalistas, casi sin equipos, que además no nombró ni influyó en el nombramiento de ninguno de los jueces actuales.
8. De esto último intenta ahora desquitarse con derroche de intensidad al tratar de imponer como miembro de la Corte Suprema al cuestionado juez federal Ariel Lijo. Otro suceso inédito: un presidente que se obsesiona con un candidato a la Corte muy cuestionado aunque no tenga con él afinidad ideológica conocida ni amistad personal ni lo encandile ningún prestigio académico, al costo de tener que pactar con la oposición más dura, el kirchnerismo, que pretendería beneficiarse con impunidad personalizada.
9. Milei podría ser clasificado como el presidente más insultador de la historia. No es un concurso difícil de ganar, en realidad, porque los presidentes en general no insultan a los diputados y senadores, ni a adversarios ni a periodistas ni a mandatarios extranjeros, mucho menos a las esposas de estos, ni, desde luego, a políticos aliados que formulan alguna crítica. Pero si es por rubros de destinatarios debe reconocerse que Milei cuida la ecuanimidad. Una subcategoría es el bullying desplegado con histrionismo desde el escenario.
10. Pese al permanente discurso contra “la casta”, que envuelve en primer lugar al peronismo por ser la corriente política que estuvo en el poder hasta diciembre y dejó a la vista los efectos de su fracaso, Milei no pierde ocasión para exaltar a otro gobierno peronista, el de Menem. Fiel a su estilo extremo, lo venera sin medias tintas, acaso superando en entusiasmo a los menemistas de a pie, dispuestos a matizar el saldo histórico de los noventa.
11. El gobierno de Milei es el que más dificultades ha tenido para terminar de completarse. De los 1258 cargos del Estado nacional, hasta hace tres semanas le faltaban nombrar 791, de acuerdo con una investigación de Maia Jastreblansky y Florencia Rodriguez Altube (https://www.lanacion.com.ar/politica/falta-designar-el-16-de-los-cargos-del-gabinete-y-esta-sin-completar-el-63-de-los-casilleros-del-nid05052024/).
12. A la vez es el gobierno que más funcionarios perdió en sus primeros meses de vida. Desde que asumió hace cinco meses y medio renunciaron o fueron echados 32 funcionarios. Los primeros fueron, en diciembre, Eduardo Roust y su sucesora Belén Stettler como secretarios de Medios. El último, Nicolás Posse. El coeficiente de funcionarios caídos por lo menos logró cierta estabilidad: en abril y en mayo fue de siete por mes (si es que entre hoy y el viernes no se va nadie).
13. Nunca un jefe de Gabinete había sido echado tan rápido y con tanta frialdad como lo fue Posse, quien ejerció el cargo 169 días y sólo alcanzó a cumplir una vez la obligación mensual de comparecer en el Congreso (el día que se le conoció la voz). Jorge Capitanich duró algo menos que Posse la primera vez que estuvo en el cargo (con Duhalde), pero su salida se produjo en el marco de un cambio de gabinete, cuando Roberto Lavagna reemplazó a Jorge Remes Lenicov.
14. Nunca antes un presidente llegó a su quinto mes sin haber promulgado una sola ley. Este capítulo incluye el DNU 70 que modifica, sustituye o deroga más de cien leyes o decretos, récord de envergadura de un DNU y uno de los que más tropiezos tuvieron en la Justicia. Otro récord para el gobierno consistió en sufrir el primer rechazo del Senado a un DNU, si bien esa resolución no tuvo efectos porque para ejecutarse haría falta que también lo rechace Diputados.
15. Milei prometió un pacto y le puso de nombre Pacto de Mayo pensando que lo iba a hacer firmar el Día de la Patria con la Ley Bases ya aprobada, pero no pudo ser. Nunca antes un presidente había tenido que postergar un pacto debido a que no consigue aprobar una ley. Cuyo sobrenombre, Bases, explica en parte el sentido del cronograma.
16. En materia económica Milei obtuvo récords de diverso signo. En abril celebró el tercer mes consecutivo de superávit fiscal, logro debido a la postergación del pago de deudas, recortes en jubilaciones, obras públicas, universidades y transferencias a las provincias. El Riesgo país se desplomó hasta niveles que no se veían hace años y la inflación cayó de manera estrepitosa, aunque también la actividad económica.
17. Este es el gobierno al que la CGT peronista le hizo paros nacionales más rápido que a nadie. El primero fue a los 44 días de llegar a la Casa Rosada. El segundo, a los 144 días. Eso sin contar paros de colectivos, trenes, docentes, las huelgas aeronáuticas y las marchas.
18. La multitudinaria marcha para reclamar por el financiamiento de las universidades no tiene precedentes, tanto por su motivación como por su composición social transversal. El gobierno pudo haberla evitado, pero encaró la solución del problema recién a partir del día siguiente.
19. Milei conserva altos niveles de aprobación. Su imagen positiva se mantiene por arriba del 50 por ciento, lo que en un contexto de inflación, recesión y ajuste es en sí mismo algo extraño.
20. Ningún presidente viajó tanto al exterior como Milei en su primer semestre. Está realizando ahora su séptimo viaje y serán ocho cuando termine el semestre, la mayor parte a Estados Unidos, con la característica de que prevalecen los de motivación privada, si bien el gobierno les atribuye búsqueda de inversiones. Nunca antes la cantidad de viajes al exterior de un presidente compitió cabeza a cabeza con los realizados al interior.
21. La singularidad personal de Milei más conocida acá y en el mundo es la de sus perros clonados y la relación que tiene con ellos, a los que llama hijos de cuatro patas.
22. Es el primer presidente que estudia la Torá. Cristiano de formación, ha dicho que se quiere convertir al judaísmo. Si lo hiciera sería el segundo converso, porque Menem, musulmán por elección, se hizo católico para llegar a la presidencia. Milei acumula en esta materia varios récords. Nunca antes un presidente había participado de ceremonias religiosas judías, tanto en Buenos Aires como en Nueva York y en Israel.
23. El acto del Luna Park fue una sobredosis de originalidades. Por primera vez un presidente cantó en público y en el mismo acto presentó un libro de su autoría mediante una clase de economía que pocos, probablemente, siguieron en detalle, pero que al público le permitió chiflar a Keynes y abuchear a Marx. Nunca visto.
24. La semana pasada Milei se autopercibió líder mundial. Hasta Perón era más humilde.
© La Nación
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