El presidente Javier Milei y la vice Victoria Villarruel, llegan a la Catedral Metropolitana junto al resto del gabinete para participar en el Tedeum. (Foto/NA) |
Nacionales - El presidente Javier Milei participó este sábado del primer Tedeum de su mandato en la Catedral Metropolitana, donde despertó tímidos aplausos de la gente que se acercó a ver la ceremonia por pantalla gigante desde la Plaza de Mayo y se fue insultado por un grupo de personas que lo esperaban en las afueras del templo porteño.
En una mañana casi invernal, con 4 grados de temperatura mínima, escasa concurrencia de curiosos y en medio de un nutrido operativo policial, el jefe de Estado comenzó su cronograma de actividades por el Día de la Patria bien temprano con un desayuno junto a sus funcionarios en Casa Rosada, para luego realizar la tradicional caminata a la Catedral.
Al arribar al templo porteño desde Casa de Gobierno, acompañado por el Regimiento de Patricios, pasadas las 9.30, lo aguardaban frente a la fachada del histórico edificio religioso simpatizantes del mandatario y los reporteros gráficos con sus cámaras listas para retratar el momento.
Durante la clásica caminata hasta la Catedral, el jefe de Estado se mantuvo del brazo de la vicepresidenta Victoria Villarruel, y estuvo secundado por el presidente de la Cámara de Diputados Martín Menem y el presidente provisional del Senado, Bartolomé Abdala.
Junto al mandatario también estuvieron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, y los ministros Diana Mondino (Relaciones Exteriores), Luis Petri (Defensa), Sandra Pettovello (Capital Humano), Luis Caputo (Economía), Mariano Cúneo Libarona (Justicia), Patricia Bullrich (Seguridad) y Mario Russo (Salud).
Aunque la prensa no pudo ingresar para tomar parte de la ceremonia en el interior de la Catedral, una pantalla dispuesta frente al edificio sobre Plaza de Mayo mostró en directo la solemnidad en el interior del templo; el Presidente caminando hacia el altar para ubicarse en primera fila y la voz del arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva resonando con un mensaje que buscó interpelarlo.
"Tenemos que tomarnos en serio las parálisis de nuestro pueblo. Sabemos que hay parálisis que no se pueden procrastinar: su postergación en nombre de un futuro prometedor generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas y por lo tanto de toda la sociedad, un precio muy alto a pagar que no nos podemos permitir", manifestó el Arzobispo.
Mensaje del arzobispo
"El mensaje que compartiré quiere ser un aporte a la luz de la palabra de Dios para la reflexión de todos los actores de la sociedad argentina, convencido de que entre todos construimos la Patria, más allá de saber que, luego, puedan ser tomadas algunas frases aisladas para querer alimentar la fragmentación", aseguró el cardenal primado de la Argentina al iniciar la ceremonia eclesiástica en la Catedral Metropolitana.
El presidente Milei y el arzobispo Jorge García Cuerva se saludan después del mensaje del primado de Buenos Aires. (Captura de video) |
Y continuó: “Hoy nos ponemos delante de Dios como nación y le pedimos que nos cure, porque parecemos tener las manos paralizadas para el encuentro que construye fraternidad, las manos paralizadas para abrazar a los heridos por la soledad y la tristeza, las manos paralizadas para ser solidarios con los que menos tienen”
"Y también le pedimos a Dios que nos preserve de las manos manchadas de sangre por el narcotráfico, de las manos sucias de la corrupción y la coima, de las manos en el bolsillo del egoísmo y la indiferencia", señaló García Cuerva.
En su mensaje, el arzobispo expresó: "Tenemos que tomarnos en serio las parálisis de nuestro pueblo. Sabemos que hay parálisis que no se pueden procrastinar: su postergación en nombre de un futuro prometedor generarían consecuencias nefastas por irreversibles en la vida de las personas y por lo tanto de toda la sociedad, un precio muy alto a pagar que no nos podemos permitir: la malnutrición en la primera infancia, la falta de escolarización y accesibilidad a los servicios de salud, los ancianos y jubilados incapaces de sostenerse diariamente con un mínimo de dignidad, son algunos de esos ejemplos impostergables".
Desde la Catedral Metropolitana, el referente del purpurado local señaló que la mirada de Jesús "alerta sobre la insensibilidad con los más desprotegidos, reclama mayor compromiso y cercanía con los que sufren".
Además, ante la atenta mirada del presidente Javier Milei, apeló a la "conciencia" de cada uno: "En estos tiempos difíciles, ¿qué estoy haciendo por los más pobres y los que sufren? ¿Podremos mirarnos y responder esa pregunta, sin echar culpa como adolescentes, sino desde la responsabilidad de hacernos cargos, incluso si es necesario realizando una autocrítica madura que tanto necesita escuchar alguna vez nuestro pueblo?".
"Nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande y nosotros no podemos hacernos los tontos. Hay que acompañar con hechos y no sólo con palabras ese enorme esfuerzo de nuestra gente. Por eso siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia divorciadas de la ciudadanía de a pie, como los tan comentados autoaumentos de sueldos de algunas semanas atrás", lanzó.
Frente al jefe de Estado y los miembros del Gabinete, García Cueva pidió "eliminar la doble vara" a la hora de juzgar a la política y remarcó: "No es lo mismo unirse que confabular; no es lo mismo fraternizar y forjar la cultura del acuerdo que ser cómplice del mal con el sólo ánimo de destruir al otro, de pensar estrategias para que al otro le vaya mal, creyendo que cuanto peor, mejor".
"Éso nos destruye a todos y carcome los cimientos de la Patria: es como un sismo que no nos permite nunca ponernos de pie", expresó el cardenal primado de la Argentina.
Y continuó: "El pasado nos enseña que todo lo que amamos se puede destruir en base a la instrumentalización y el odio, ya que priva al cuerpo social de las defensas naturales contra la desintegración y la fragmentación social, rédito instantáneo para los saqueadores de turno e incapacidad presente para pensarnos como Nación".
Antes de iniciar la oración del Padre Nuestro, el cardenal primado de la Argentina expresó: "Pidamos para que no caigan en el esfuerzo todos los hermanos que están haciendo tanto esfuerzo para salir adelante".
Una vez concluida la ceremonia, García Cuerva se acercó hasta el lugar donde se encontraba Milei y, tras el saludo, intercambió algunas palabras con el mandatario.
Luego, el Presidente abandonó la Catedral Metropolitana y, sin dar declaraciones a la prensa, se subió a un vehículo oficial para continuar con su agenda de actividades en la provincia de Córdoba.
En el exterior, la gente, que fue llegando en cuentagotas, algunos cuando ya había iniciado el evento, observaba con respeto y la familiaridad de quienes han asistido a este evento año tras año.
"Viva la Patria”, fue el grito que más sonó por parte de los concurrentes, aunque, a la salida del evento, un grupo de personas que esperaban al mandatario lanzaron una serie de insultos que fueron acallados por los gritos de otro sector del público presente.
Informe: NA
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