miércoles, 14 de febrero de 2024

«HASTA EL MOMENTO, EL NUEVO GOBIERNO SÓLO HA DESPLEGADO UN FEROZ PROGRAMA DE AJUSTE»

Cristina Kirchner publicó un documento en el que lanzó 
duras críticas a la administración de Javier Milei y, en 
especial, al ministro Luis Caputo

 Cristina Kirchner

Nacionales
- La expresidenta Cristina Kirchner se refirió por primera vez desde el cambio de Gobierno al presidente Javier Milei en un extenso documento de 33 páginas titulado “Argentina en su tercera crisis de deuda”, que la exmandataria difundió este miércoles a través de redes sociales.

“En el día de San Valentín y, como siempre, enamorada de la Patria, comparto con ustedes el documento de trabajo ‘Argentina en su tercera crisis de deuda. Cuadro de situación’. Va con cita de Juan Bautista Alberdi”, posteó en X (Twitter).

El extenso documento hace un recorrido histórico por lo que la exmandataria denomina como los ciclos de crisis de deuda que vivió el país, y ubica al iniciado con el Gobierno de Mauricio Macri como el tercero de ellos, que todavía está en proceso.

Asimismo, cuestionó a funcionarios del actual Gobierno que formaron parte de la gestión macrista, como el ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, y el asesor presidencial Federico Sturzennegger; advirtió por la fuerte toma de deuda en dólares e, incluso, recordó a las fuerzas políticas “que obtuvieron fuerza propia que los insuflaron de aires fundacionales no pudieron terminar sus mandatos cuando no lograron darle a la sociedad la calidad de vida que los argentinos demandan”.

En su análisis económico, la expresidenta rechaza la teoría -esgrimida por el presidente Milei, entre otros- de que la inflación es generada por el déficit fiscal. “Nosotros sostenemos que la inflación en Argentina se dispara ante la escasez de dólares y que el endeudamiento compulsivo en dicha moneda no hace más que agravar dicha escasez al profundizar la ya conocida y estructural restricción externa de nuestra economía bimonetaria”, afirmó.

El “documento de trabajo”, tal como lo califica, establece tres momentos de la crisis de deuda en Argentina: el primero, entre 1976 y 1989; el segundo, entre la asunción de Carlos Menem hasta 2001; y la tercera, aún en proceso, según la exvicepresidenta, iniciado en 2016. La particularidad de este último proceso, según Cristina Kirchner, es que trae aparejado un “necesario complemento: ruptura del Estado de Derecho”.

Según Cristina Kirchner, la deuda externa de Argentina, lejos de ser un instrumento de desarrollo, se ha convertido en un ciclo de “veneno” para su economía bimonetaria, especialmente bajo la gestión de Macri. Al mismo tiempo, el análisis critica abiertamente al presidente Javier Milei y al ministro de Economía Luis Caputo, sosteniendo que repiten políticas fracasadas del pasado, lo cual contradice el principio bajo el cual Milei obtuvo apoyo popular. “¿Cuál es la lógica de repetir como Ministro de Economía a Luis Caputo? ¿Por qué ahora va a hacer bien las cosas si, en su momento, lo tuvieron que echar por haber fracasado?”.

Incluso apela a la ironía y evidencia su permanente lectura de los medios on line: “Cuando estaba finalizando este documento surgieron declaraciones del Presidente en relación a una nueva alianza de gobierno con la incorporación orgánica del macrismo en el ámbito legislativo y ejecutivo, confirmando lo expresado en la primera parte de este párrafo. Cualquier periodista utilizaría la calificación de “noticia en desarrollo”. Nunca se debe perder el sentido del humor”.

El documento también indica que los gobiernos peronistas han demostrado una administración responsable de la deuda y han promovido un modelo de desarrollo basado en la industrialización, con alta participación de los trabajadores en el PBI, alcanzando un nivel superior al 50%. Contrariamente, según la exmandataria, las experiencias neoliberales han generado aumento de pobreza y desigualdad, sin ofrecer un verdadero plan de negocios más que para unos pocos seleccionados. “Cada ciclo neoliberal terminó cristalizando una formidable transferencia de ingresos de todos los argentinos a los grupos más concentrados de la economía”.

Críticas al Presidente

Particularmente crítica es Cristina Kirchner con el Presidente, con quien tuvo un muy buen trato durante el traspaso presidencial del 10 de diciembre. Al mandatario lo cataloga como “un showman-economista” que llegó a la Casa Rosada.

“El nuevo Presidente se declara libertario, anarcocapitalista, enemigo del Estado, seguidor de la escuela económica austríaca -corriente de pensamiento que no aplica en ninguna parte del mundo-, su propuesta central durante la campaña electoral fue ajuste y dolarización y sostiene que la principal causa de la inflación es la emisión monetaria para financiar el déficit fiscal. Califica al gobierno de la convertibilidad, a Carlos Menem y a Domingo Cavallo como el mejor gobierno, el mejor Presidente y el mejor Ministro de Economía de la historia y pretende reeditar privatizaciones, aperturas indiscriminadas y desregulaciones sin reparar que el mundo que recibió a Carlos Menem como presidente nada tiene que ver con el actual”, subraya.

Además, contrariamente a lo que se afirma habitualmente, lo ubica “en las antípodas” de Donald Trump, a quien describe como “nacionalista” y “absolutamente proteccionista”, y hasta lo diferencia en términos personales: “No sólo se casó 3 veces, sino que tiene 5 hijos, pero ‘de dos patas’, parafraseando al Presidente Milei”. “Tal vez, solo en la afición de ambos por la red social X, como sistema de comunicación- y en alguna que otra excentricidad podamos encontrar cierto grado de afinidad”, añade.

En ese apartado del texto aprovecha para cuestionar las dos grandes medidas que ha tomado hasta ahora el Gobierno: el DNU y la Ley Ómnibus, que finalmente quedó frenada en la Cámara de Diputados. “ Ambos instrumentos constituyen un paquete de modificaciones del sistema legal argentino a medida de los principales grupos empresarios y lo que es más grave aún, una reforma encubierta de la Constitución Nacional”, señala.

“Hasta el momento, el nuevo gobierno sólo ha desplegado un feroz programa de ajuste que actúa como un verdadero plan de desestabilización y que no solo retroalimenta el espiral inflacionario colocando a la sociedad al borde del shock, sino que además provocará irremediablemente el aumento de la desocupación y la desesperación social en una suerte de caos planificado. Es más que evidente que en la cabeza del Presidente el único plan de estabilización es el de la dolarización. No se explican las medidas adoptadas en otro marco teórico”, añade.

Críticas a Alberto Fernández

En otra parte del documento, Cristina Kirchner volvió a despegarse del último Gobierno, a pesar de haber sido vicepresidenta. Si bien resaltó el manejo de la pandemia de COVID-19 y la reestructuración de bonos de deuda privada, cuestionó el acuerdo con el FMI firmado en 2022 que, dijo, “no sólo validó el escandaloso préstamo que obtuviera la administración de Mauricio Macri, sino que condenó al gobierno a una suerte de agonía al obligarse a implementar las políticas dictadas por el organismo multilateral que ordenaba, entre otras cosas, una devaluación del tipo de cambio por sobre la tasa de inflación, realimentando la misma en un círculo vicioso y letal”.

De todas formas, se despegó de las tomas de decisiones al asegurar que el Frente de Todos “tuvo un funcionamiento caracterizado por el apego irrestricto a la institucionalidad” y que “durante los primeros años, las medidas de mayor importancia para el rumbo del Gobierno se discutían entre los distintos sectores, cada uno fijaba postura y finalmente el Presidente era quien tenía la última palabra y tomaba la decisión definitiva”.

Allí, citó dos frases textuales del expresidente Alberto Fernández en las que, en declaraciones a los medios, afirmaba que era él quien tomaba las decisiones finales.

Luego de un largo análisis sobre modelos económicos y experiencias argentinas, las conclusiones del documento dejan a las claras la mirada que tiene la expresidente sobre la actualidad y hasta deja una serie de propuestas que bien podrían formar parte de un programa político.

Allí, advierte que la tercera crisis de deuda que vive el país “no ha alcanzado aún su clímax”, y recordó que “dichos procesos se desarrollan durante años para finalmente desencadenar en una crisis con derivaciones que ya hemos conocido en 1989 y en 2001, pero que nunca son iguales por el contexto histórico, político e institucional. Va de suyo que las medidas adoptadas por el gobierno que se inició el 10 de diciembre de 2023, lejos de evitarlo podrían acelerar este proceso”.

Pese a aclarar que no pretende cuestionar “la legitimidad” del presidente Javier Milei en virtud del 56% de los votos que consiguió en el balotaje, recordó que en las elecciones generales, con todas las fuerzas en competencia, logró el 30% de los sufragios, el mismo porcentual que en las PASO. Y, ahí, deja una fuerte advertencia: “La legitimidad de origen que da el voto popular no debe hacerle perder de vista al actual mandatario la legitimidad de ejercicio en la gestión de gobierno, que sólo podrá ser lograda partir de mejorar la calidad de vida de los argentinos. En este sentido, cabe recordar que otras fuerzas políticas, en distintas etapas, que obtuvieron fuerza propia que los insuflaron de aires fundacionales no pudieron terminar sus mandatos cuando no lograron darle a la sociedad la calidad de vida que los argentinos demandan”.

Asimismo, sostuvo que “todas las medidas adoptadas hasta el momento son repeticiones de políticas ya ejecutadas en el pasado, inclusive algunas de ellas aplicadas con el Parlamento cerrado por la dictadura”.

También en las conclusiones ensaya una especie de coincidencias de diagnóstico con el actual Gobierno, aunque no en el camino para solucionar los problemas. Por ejemplo, afirma que es “fundamental discutir un sistema tributario simplificado con pocos impuestos en cantidad -para ordenar y facilitar la vida, en especial de las PyMES que por lo general llevan una contabilidad muy doméstica y son las principales generadoras de trabajo en la Argentina- pero muy estricto en su cumplimiento con normas que aumenten la percepción de riesgo por elusión y evasión”.

Además, advierte que “la Argentina debe revisar la eficiencia del Estado, y que no basta con la consigna del ‘Estado presente’ para resolver los problemas del país, que son demasiados”, así como “la necesidad de replantear el actual sistema público de salud”, y hasta afirma que “resulta ineludible discutir seriamente un plan de actualización laboral que brinde respuestas a las nuevas formas de relaciones laborales surgidas a la luz de los avances tecnológicos y de una pandemia que trastocó todos”.

Más allá de que en su despedida como presidenta provisional del Senado había dicho que seguiría trabajando en política desde el Instituto Patria, con el documento la exmandataria vuelve a la consideración pública, en momentos en que el Gobierno apenas cumple dos meses y el peronismo busca reorganizarse.

Informe: Infobae

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