Escalera al infierno, libro autobiográfico de la banda peruana
Del Pueblo del Barrio.
Por Renato Salas Peña (*)
No cabe la menor duda que nuestra música y nuestros músicos se han destacado en el terreno de lo que podríamos llamar “nuestros ritmos”, cuando irrumpimos en terrenos que de cierta forma nos son desconocidos caemos en erratas, en intentos, que si bien, merecen aplausos por el esfuerzo, no llegan a cubrir del todo esa propuesta artística que uno reconoce en los originales.
La música criolla, en donde podríamos insertar la marinera, el tondero y otros ritmos o la música de la sierra donde resaltarían los waynus, los yaravíes, etc. y la música de la selva de nuestro país tan diversa y poco estudiada aun son el terreno más fértil y autentico de producción, un sonido nacional, y sin caer en chauvinismos trasnochados lo más cercano a nosotros mismos, a esa búsqueda incansable de nuestra peruanidad.
Del pueblo del barrio es de cierta forma una de las bandas que ha intentado desde ese 21 de setiembre del año 1981 unir como lo escribe Santivañez (2022) “…fusión rock con sonido andino y vida vivida en las esquinas urbanas de la gran ciudad…” una denominación que el día de hoy sigue in crescendo ya que ha ido explorando nuevos caminos como el festejo, el vals, el jazz, y que hoy tras 40 años llega a tener una definición, un concepto que estoy más que seguro será estudiado por los especialistas: la música – barrio.
Escalera al infierno, libro autobiográfico de la banda, pero principalmente, libro que a dos voces, a ritmo de al alimón, ya que Piero Bustos y Ricardo Silva siempre han trabajado en colaboración, en conjunto “conjuntamente unidos” narra con esa voz coloquial, confesional, de “amigo del barrio” su historia, esa ruta que se trazan las bandas musicales para llegar a la supuesta fama, esa que en el caso de Del pueblo del barrio nunca ha llegado, pero que lo ha ubicado como un grupo de culto, de estudio para las nuevas generaciones.
El libro Escalera al infierno (2022) editado bajo el sello de Heraldos editores está estructurado desde el enfoque retórico, tal vez, porque parte de la idea que esta surge en una sociedad democrática, en donde todos los hombres son iguales y que los acuerdos se obtienen por medio del uso de la palabra, del uso en este caso: de la música.
Siguiendo esta estructura, el libro inicia con un Exordium, que más allá de preparar al lector o captar su atención, es una invitación provocadora, atrevida, a conocer según Santivañez (2022) a “…la propuesta más avanzada modernamente hablando de la música contemporánea en el Perú”. Luego, viene la sección denominada Narratio en donde se expone de manera muy breve, pero clara y ajustada al entorno, esos puntos de partida del grupo. A continuación, aparece la Argumentatio que será sustentada por Piero Bustos y en donde nos presentará las pruebas fidedignas del proceso histórico de la banda, cerrando con el Peroratio a cargo de la prosa de Ricardo Silva que dará la conclusión al libro, en donde estoy seguro llega a obtener la voluntad e interés de sus lectores-oyentes. Además, el libro posee algunos anexos que ayudarán al lector a una mejor contextualización y un vocabulario de jergas que darán auxilio a aquellos que no han trajinado esos caminos de Lima cuadrada.
El exordium redactado como prólogo a ritmo de testimonio por Roger Santivañez evoca ese primer encuentro con esos “patas medio hippies” con instrumentos de folclore y toda esa actividad artística, poética, musical, comunitaria y bohemia que se vivió a mediados y fines de los 80 por las calles de Lima, principalmente en su centro neurálgico de Quilca, mientras nuestro país atravesaba una de sus peores crisis económicas y sociales. Allí es donde se atestigua ese mestizaje, que tal vez una banda como El polen, ya había experimentado, pero con Del pueblo y del barrio alcanza ese punto de efervescencia que es necesario para trascender.
La narratio nos da esas pistas por donde transcurre el telón de fondo, esa semilla de militancia, rock, dictadura, drogas, calle, corrupción, democracia de cualquier barrio no solo peruano, sino latinoamericano, hoy, globalizado y comunicado por internet y de nombres como Matute, Mirones, Palomino, etc se universalicen y formen parte de una gran nación, ya no vista únicamente como aquella que se forma de las grandes olas migratorias, sino que hoy alcanza a generar su propia historia.
La argumentatio que de la manera más honesta y brutal nos enfrenta a esas diferencias sociales que se siguen respirando en este pedazo de tierra llamado Perú, y que producto de ese pop art que suele envolvernos nos hace chocar y mezclar y combinar rock, futbol, amor, política, criollismo, hasta ir construyendo de a pocos ese “yo” tan personal, tan único, el intento de ser autentico en una ciudad como Lima envuelta en la ficción. Más peleas, más amor, más locura y más pobreza, pero solo la económica, ya que la banda y sus integrantes son ricos, millonarios en experiencias, en luchas, en arte, en vitalidad.
El peroratio nos acerca desde un enfoque más íntimo, más cordial, más amable, a la otra visión de la banda, a esa mirada familiar, combativa, universal, de una búsqueda más profesional en el arte, del querer triunfar, ser reconocidos por el talento que, el día de hoy, es innegable todos reconocen apenas lo escuchan, apenas ver la performance que ofrecen en sus conciertos.
Heraldos editores con esta publicación abre una nueva ruta en las temáticas a trabajarse en el sector editorial, tal vez el primer paso, al reconocimiento de esos grupos de nuestro país que aun luchan contra el peor de sus enemigos: el olvido, la indiferencia y la idea errada de no dar oportunidad y disfrutar de lo nuestro, de esa música – barrio que solo conocerás al leer esta publicación y escuchar la música de esta banda, que de una forma u otra, ya forma y es parte de nuestra historia, de la banda sonora de nuestro país.
(Desde la Ciudad de Palomino)
(*) Lima-Perú 1971 - Docente universitario, Licenciado en Educación con especialidad en Lengua y Literatura, asimismo llevó una Maestría en Docencia a Nivel Superior y Gestión Educativa y actualmente un Doctorado en Humanidades.
© Agensur.info
(NdeR) Esta es la última columna de nuestro estimado colaborador peruano, Renato Salas Peña. Él mismo nos confirma que este año lo ocupará en la redacción de su tesis doctoral y en revisar los originales de un antología de poesía. Nos enorgullece sobremanera, haber contado con la participación de un profesional de la jerarquía de Renato quién, seguramente, regresará por esta puerta que Agensur mantendrá abierta para siempre. Nuestro eterno agradecimiento por el inolvidable trabajo que, semana a semana, nos puso la cultura del querido Perú al alcance de toda la región.
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