Los gobernadores de Juntos por el Cambio quieren evitar la división entre el PRO
la UCR ante las opciones electorales entre Massa y Milei.
Por Pablo Sieira
La derrota en las elecciones generales puso a Juntos por el Cambio al borde de la ruptura que tanto el oficialista Sergio Massa como el opositor libertario Javier Milei tratan de aprovechar para el balotaje. Sin embargo, los comicios de este año también crearon una nueva "liga de gobernadores" donde ya empezaron los contactos con el fin de pararse como ordenador de la alianza y evitar que la fricción entre el PRO y la UCR termine de dinamitar el espacio.
A lo largo del año Juntos por el Cambio consagró nuevos gobernadores en casi la mitad del país. A la Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Corrientes y Jujuy, donde el PRO y la UCR ya gobernaban y lograron su continuidad, a partir de diciembre se les sumarán Santa Fe, Entre Ríos, Chubut, San Juan, San Luis y Chaco.
Ese conglomerado de 10 gobernadores intenta emular el rol que sus pares del peronismo juegan en Unión por la Patria, donde fueron clave para que los irreconciliables Alberto Fernández y Cristina Kirchner aceptaran entronizar a Massa como candidato a de unidad. "Ya están conversando y van a tratar de sostener la unidad de Juntos por el Cambio", confirmaron a iProfesional cerca de uno de los involucrados en las gestiones.
En el PRO hubo reuniones este lunes y habrá otra este martes para deliberar si apoyarán o no a Milei, idea que tienta a Mauricio Macri. Para la UCR el libertario es un límite y la discusión interna pasa por jugar (aunque sea veladamente) para Massa o para el "voto en blanco", es decir tomar distancia del balotaje y esperar. El titular del partido, Gerardo Morales, no quiere saber nada con el ex presidente ni con ninguna de sus ideas.
La nueva liga de gobernadores se mueve en ese contexto de máxima tensión y e intenta ser un ordenador en medio de la crisis interna con una certeza: que hoy no hay nadie en el PRO ni tampoco en la UCR que pueda imponer su postura a todo el partido y que la coalición todavía puede ser un actor de poder clave frente al próximo gobierno, ya sea de Massa o de Milei.
¿La nueva liga de gobernadores puede evitar la ruptura?
Los más activos por estas horas son Rogelio Frigerio (PRO-Entre Ríos) y Alfredo Cornejo (UCR-Mendoza), según confirmaron tres fuentes del espacio opositor a iProfesional. Ambos están conversando entre ellos y se mantienen en contacto con sus pares. No quieren que nadie dentro de la coalición tome una decisión apresurada e intentan hacer un control de daños tras el shock electoral.
Lo que ven algunos de los gobernadores de la liga es que "ninguno está en una posición fácil para llevar a la UCR o al PRO para ningún lado", según explicó a iProfesional una fuente al tanto de las gestiones en referencia a Macri y a Morales.
Entienden que el ex presidente quedó mal parado dentro del PRO por haberse mostrado cerca de Milei y no haber sido lo suficientemente crítico ni siquiera cuando Bullrich ya estaba en carrera y que también Morales está débil dentro de su partido: perdió las PASO como compañero de fórmula de Horacio Rodríguez Larreta y en Jujuy, su provincia, no solo ganó Milei sino que dejó al radicalismo gobernante sin bancas en el Senado.
La idea general es que haya una reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio para limar asperezas y debatir fríamente la estrategia antes de que el PRO o la UCR tomen cualquier decisión frente al balotaje que enfrentará a Massa y a Milei. Para ese plan tienen a una aliada en la figura de Elisa Carrió, líder de la Coalición Cívica y co fundadora de Juntos por el Cambio.
Carrió también está molesta con Macri. Cree que fue el que orientó la estrategia electoral y que se equivocó porque fue llevando poco a poco a la coalición hacia una "extrema derecha" y la alejó del lugar de "centro" que había ocupado originalmente en 2015, según ella misma deslizó en declaraciones radiales. No obstante, considera que se debe evitar la ruptura, según indicaron las fuentes consultadas.
El dispositivo que le queda a Juntos por el Cambio y los gobernadores quieren salvar
Una de las cosas que observa la liga de gobernadores y probablemente también Carrió es que toda la estructura que Bullrich destacó como el gran activo de Juntos por el Cambio está casi intacta, a pesar de la derrota.
Además de gobernar 10 provincias (casi la mitad del país) a partir de diciembre, Juntos por el Cambio tendrá 94 bancas en la Cámara de Diputados y 24 en el Senado. Si bien es cierto que perdió lugares respecto de los que tiene hoy y los que podría haber tenido con una mejor performance electoral, también es cierto son más fuertes que el espacio de Milei.
Con todo esto, Juntos por el Cambio puede seguir siendo un actor clave a partir del 10 de diciembre dado que el próximo gobierno no tendrá mayoría propia en el Congreso y para avanzar con su agenda necesitará tejer acuerdos políticos, en los que los gobernadores juegan un rol fundamental. Pero para hacer valer ese poder, la coalición (y sobre todo el PRO y la UCR) necesita mantenerse.
La dificultad de referentes como Macri y Morales para imponer su postura puertas adentro es lo que motiva a la liga de gobernadores a tratar de tomar la posta, pero la relación entre ellos también está desbalanceada si se observa cuánto peso tiene la UCR y cuánto tiene el PRO. Está por verse si eso afecta las gestiones que ya empezaron a llevar adelante para evitar la ruptura en la cúpula de la coalición.
¿Quiénes integran la nueva liga de gobernadores?
De los 10 gobernadores, cinco pertenecen a la UCR: Cornejo en Mendoza; Maximiliano Pullaro en Santa Fe; Carlos Sadir en Jujuy; Gustavo Valdés en Corrientes y Leandro Zdero en Chaco. Por otro lado están Marcelo Orrego en San Juan y Claudio Poggi en San Luis, que son dos son dirigentes surgidos del peronismo que armaron una estructura provincial con radicales y PRO.
Finalmente solo tres de la nueva liga pertenecen al PRO: Frigerio en Entre Ríos, Ignacio Torres en Chubut y probablemente Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires, quien todavía debe pelear el balotaje con Lenadro Santoro, de Unión por la Patria, para convertirse en el jefe de Gobierno porteño.
Si bien Macri aparece con grandes chances de ganar por el peso del apellido y de la marca PRO en la Ciudad, el hecho de que el balotaje porteño sea el mismo día que la disputa entre Massa y Milei ubica al primo del ex presidente en una posición distinta que la del resto de los gobernadores del espacio.
Y es que, si se observa el resultado de la primera vuelta, Jorge Macri quedó al borde del 50% que le hubiese dado la victoria pero perdió unos 160.000 votos respecto de lo que sacó Juntos por el Cambio en las PASO agosto. Esto significa que parte de los votantes que había tenido el radical Martín Lousteau no lo acompañaron y que un acercamiento con el espacio de Milei para el balotaje le serviría.
Tanto esa necesidad electoral de Macri como la posición que tome Lousteau -que se consolidó dentro de la UCR y es además el jefe político del gobernador electo de Santa Fe- puede generar algún ruido dentro de la nueva liga de gobernadores y el debate que promueven para evitar que la relación entre el PRO y el radicalismo dinamite a la alianza y al capital político que todavía conserva.
© iProfesional
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