Unas 700 mil personas participaron de la procesión por la fiesta del Señor y la Virgen
del Milagro en la capital salteña. (Captura de video)
Salta - “En esta hora estamos llamados, con especial urgencia, a ser prudentes para decidir pensando en el bien de
todos los argentinos de hoy y del futuro. Elegir es un acto de amor a la Patria. Esto se traduce en prepararnos con seriedad para elegir”, dijo en su alocución el arzobispo de Salta, monseñor Mario Cargnello,
durante la celebración de la fiesta del Señor y la Virgen del Milagro.
Más de 700 mil personas, según la información oficial, participaron de esta festividad que convoca, año a año, a miles de peregrinos y visitantes de todo el país y de países vecinos. El registro oficial también di cuenta de que llegarona la capital salteña más de 80 mil peregrinos de diversos puntos de la provincia.
Para esto, se hizo un despliegue de 5.600 policías que actuaron en la prevención y refuerzxo de la seguridad durante la procesión cumplida este viernes con el lema “Milagro, camino que renueva nuestra fe y nuestro bautismo”.
El arzobispo Cargnello, y los custodios de la Catedral, acompañaron el recorrido de las imágenes del Señor y la Virgen del Milagro en la tradicional procesión que partió desde la catedral hasta el monumento 20 de febrero, donde se realizó una vez más el pacto de fidelidad.
De la ceremonia participaron el gobernador de Salta, Gustavo Sáenz, y el vicegobernador, Antonio Marocco, acompañando al Señor del Milagro.
Mensaje de Cargnello
En su alocución, el arzobispo de Salta se refirió a esta renovación de la alianza como “una historia de amor mutuo que atraviesa la vida de nuestra querida Salta desde su fundación y que va creciendo en profundidad y en extensión”.
“El pueblo de Salta entendió que podía fiarse únicamente de la verdadera roca que no vacila, de Dios, del Dios hecho hombre en Jesucristo. Cristo es fiable, es
el Sí definitivo de todas las promesas, el fundamento último de nuestro amén a Dios”, señaló, indicando que “el Milagro es una expresión de fe y por ello es una Ilamada
a la conversión”. Monseñor Mario Cargnello, en su mensaje a los fieles
que participaron de la fiesta del Milagro.
“Año tras año, en este día, renovamos nuestro pacto con el Señor. Es un acto que nos renueva, nos impulsa hacia adelante para caminar juntos como lglesia y como pueblo. Cada Fiesta del Milagro es una celebración del amor fiel de Dios. Él ilumina nuestra vida y nuestro futuro. Con él podemos caminar seguros”, añadió.
A su vez, recordó que “el pacto suscita y alimenta un compromiso. Tenemos que emprender la tarea de salir de nosotros mismos. Sólo intentando ayudar al hermano a ser feliz seremos felices” y, en ese sentido, animó: “Cultivemos el bien, promovamos la solidaridad, ayudemos a los que nos necesitan”.
Al agradecer el testimonio de los peregrinos, les dijo: “Son un signo de la vida, de la humanidad que camina y busca la fraternidad y que sabe que la encuentra en el Señor Jesucristo y en su Madre”.
“Honestidad y prudencia”
Al hacer referencia a la situación política, económica y social que vive la Argentina, dijo: “Ustedes, querida comunidad cristiana que muestran el mejor rostro de la Iglesia, nos dicen que es posible mejorar cuando es el amor el que mueve nuestras vidas. Los tiempos difíciles pueden ser una ocasión para renacer. Depende de nosotros”.
“La madre Iglesia, cuando reza por la Nación, pide honestidad para los ciudadanos, y para los ciudadanos que llegan a ser gobernantes pide también, además de la honestidad, la prudencia". Cargnello agregó que “la honestidad comporta no mentir, no engañar, no robar, no hacer trampas, y es más que eso, implica mostrar respeto a los demás, si los ciudadanos obramos así, construiremos un mundo mejor”.
“La prudencia es la virtud de obrar bien aquí y ahora, conocer la realidad y actuar teniendo en cuenta a las personas y las circunstancias”, expresó.
“En esta hora estamos llamados, con especial urgencia, a ser prudentes para decidir pensando en el bien de todos los argentinos de hoy y del futuro. Elegir es un acto de amor a la Patria. Esto se traduce en prepararnos con seriedad para elegir”, exhortó.
“Queridos hermanos todos: se anuncia la primavera. El Milagro nos prepara para volver a nacer. Que la ternura de María nos una a cada familia, a cada pueblo, a la Patria entera y la fidelidad del Señor nos comprometa en la desafiante tarea de ser constructores de la civilización del amor”, concluyó.
Informe: AICA y Agensur.info
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