Carlos Melconian fue presentado como jefe del equipo económico por la candidata
presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich.
Nacionales - La candidata a presidente de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, presentó este jueves a Carlos Melconian como su potencial ministro de Economía, quien junto a la Fundación Mediterránea-IERAL diseñó un programa de desarrollo que será respaldado por la coalición en caso de llegar al Poder Ejecutivo.
“Estamos listos para desembarcar con un plan que bajo determinado liderazgo político saque a la Argentina de la postración”, afirmó Melconian, presidente de IERAL.
Bullrich y Melconian fueron los oradores en el Ciclo Voces Federales que se realizó en la provincia de Córdoba, bajo el auspicio de la Fundación Mediterránea, y oficio como virtual presentación del economista como eventual jefe del Palacio de Hacienda.
“Estamos listos para desembarcar con un plan que bajo un determinado liderazgo político, que era lo que faltaba –dijo, en referencia a Bullrich- saque a la Argentina de la postración”. En otro pasaje, el economista prometió “desenredar la telaraña impositiva y cambiaria”. En otro tramo, afirmó: “lo que tenemos que hacer no es el ajuste, que es lo que está ocurriendo; nosotros venimos por la solución”.
“Hay un plan, hay un programa, es realista, es hacible, si es que tal palabra existe, es implementable, tiene sentido común, es práctico y no es dogmático. Tiene horizonte, futuro, luz al final del túnel. No estamos frente a un salto al vacío”, enfatizó Melconian, que desde 2021, cuando asumió la presidencia del IERAL de la Fundación Mediterránea, trabaja en un plan económico con la colaboración de más de 70 profesionales de la entidad.
Melconian, fanático de Racing, empezó aclarando que para él era un día “muy duro, por razones deportivas”, en referencia a la eliminación de su equipo de la Copa Libertadores, por penales ante Boca Juniors y fue luego desgranando los principales conceptos del trabajo que realizó en los últimos años. Desde el principio, señaló, se trató de diseñar un plan “capitalista, productivo, federal” y aclaró que si bien inicialmente tenían la idea de un plan de estabilidad, la idea fue mutando hacia algo más grande: “un plan que devuelva el horizonte, algo más que la estabilidad a secas, para sacar de la frustración a nuestros compatriotas”.
“Plan disruptivo pero dentro del sistema”
Lo que surgió, dijo, fue “un plan disruptivo, pero dentro del sistema”, que contempla “institucionalizar los cambios, no solo dentro de la democracia, sino en un esquema transparente, ético y moral; eso es lo que llamamos sistema”.
Melconian hizo énfasis en la necesidad de “cambiar los incentivos, a partir del respeto de la propiedad privada” y de que la inversión privada sea el pilar de la producción y el empleo. “Una transformación que penetre en todas las esferas de la sociedad y que la gente haga suya”, subrayó. Elaborada a partir del objetivo del bienestar de la gente y siguiendo lo que llamó “el típico patrón mediterráneo, no son papers teóricos, tiene que tener aplicabilidad”.
El elegido de Patricia Bullrich para acompañarlo en el debate económico durante la campaña habló de “un formato de país, un horizonte, un futuro, una esperanza, dando certidumbre, generando confianza” con una hoja de ruta –aclaró- que incorpora la “nueva agenda” que fue surgiendo en los últimos 30 años: cambio climático, economía verde, temas de género, Inteligencia Artificial.
“Estamos en la parte final: están listos para implementarse, estamos listos para desembarcar con un plan que bajo un determinado liderazgo político, que era lo que faltaba, saque a la Argentina de la postración”, aseguró en un pasaje que despertó el aplauso de la asistencia.
“Hay un plan, hay un programa, es realista, es hacible, si es que tal palabra existe, es implementable, tiene sentido común, es práctico y no es dogmático. Tiene horizonte, futuro, luz al final del túnel. No estamos frente a un salto al vacío”, profundizó.
Asumiendo aire ganador, Melconian afirmó: “somos conscientes de que tendremos que participar en temas sensibles, de transparencia, de manejo de fondos públicos, austeridad; vamos a tener que arbitrar intereses del sector privado, y vamos a ser inflexibles en ese arbitraje”. Destacó al respecto que en los últimos dos años se había reunido con representantes de los tres poderes del Estado, con empresarios, sindicatos, gobernadores, intendentes, con la iglesia y que había presentado el plan también en el exterior y a organismos internacionales.
Destacó también la amplitud y profundidad de los más de 70 profesionales que trabajaron en el plan, con especialistas en política fiscal, monetaria, en deuda pública, agro, economías regionales, energía, previsión social, modernización del estado, comercio exterior e inserción argentina en el mundo.
La herencia
“En este equipo –prosiguió- lo único que está prohibido decir es que no sabíamos que íbamos a recibir algo así”, para describir el paupérrimo estado actual de la economía, con inflación de tres dígitos, “Banco Central quebrado, pobreza arraigada, empleo degradado”. Desde que empezó a trabajar en el plan, afirmó, “todo ha empeorado”. Y reiteró: “está prohibido decir que no lo sabíamos, y la gente debe saberlo, no para empiojar o buscar roña. Lo que tenemos que hacer no es el ajuste, que es lo que está ocurriendo. Nosotros venimos por la solución, no por el ajuste. Venimos a dar tranquilidad, porque esto tiene solución. Es entre todos, no hay mago o pase de magia que resuelva esto.
Melconian explicó que luego de las PASO, Patricia Bullrich “nos honró con su interés en el programa y hacerlo el programa económico de Juntos por el Cambio bajo su liderazgo”, y agregó que en las últimas 72 horas “hemos contactado personalmente al grupo de profesionales que venía desarrollando su tarea técnica, todos colegas y amigos, que comulgan con nosotros. Quiero hacerles saber sobre la integración de varios, consolidando una metodología de trabajo de casi dos años”, detalló.
“Inundaremos cada rincón del país con nuestras ideas, que son capitalistas, occidentales, federales, progresistas, hacibles e implementables. Lo único que está prohibido es fantasear con teorías imposibles de poner en práctica”, dijo para referirse a la “nueva etapa, que nos da la posibilidad de zambullirnos en la implementación de las ideas”, conjunto que definió como “un plan realista para 46 millones de argentinos, que busca que todos estemos estemos mejor”.
Melconian descartó que se pueda hablar hoy de horizontes demasiado largos. “A una economía estancada desde 2011 no se le puede hablar de 50 años, pero hay horizonte hay futuro y cuando aparezca el círculo virtuoso se irán calmando ansiedades, sin vender espejitos de colores”. Al respecto, contó que un joven argentino le había dicho en Barcelona que su vida allí era dura, pero sabía que el año próximo sería mejor y que las cosas valen siempre lo mismo.
“Sabio el pibe: tenemos que hacer que las cosas valgan lo mismo y mejorar año a año”, aseguró, antes de afirmar que para hacerlo “vamos a desenredar la telaraña cambiaria e impositiva y lograr que los que trabajan en la informalidad, sean contratados de forma regular, que el sector privado desentierre la riqueza y restaurar el círculo virtuoso de inversión, producción, empleo y movilidad social ascendente”.
“Los problemas que estamos viendo tienen solución –aseguró. Se trata de recuperar la honestidad, la decencia y que vuelva el mérito”.
“Vamos a hacer los cambios, vamos a tener moneda y tener producción y trabajo para acceder lo necesario. Afortunadamente, apareció el liderazgo político para eso”, concluyó.
Del IERAL a Juntos por el Cambio
A fines de 2021 Melconian asumió la presidencia del IERAL, el instituto de investigaciones de la Fundación Mediterránea y encabezó desde entonces la elaboración de un Plan Económico con la idea de ponerlo a disposición del próximo gobierno.
Las circunstancias fueron decantando esa intención hacia la actual situación. Melconian y los más de 70 profesionales que lo asistieron en la elaboración del programa de reformas no están de acuerdo con la dolarización que enarbola, como propuesta central, Javier Milei, y a medida que el actual ministro de Economía y candidato presidencial del gobierno, Sergio Massa, presenta nuevas medidas se hace más evidente la distancia ideológica, conceptual y práctica con actual oficialismo.
Durante el último año, Bullrich había tenido como jefe de los equipos de Economía a Luciano Laspina, pero la mayor eficacia de Melconian como comunicador y el hecho de que dispone de un equipo tan amplio y variado, desde macroeconomistas hasta especialistas en temas fiscales, finanzas, diversos sectores productivos, economías regionales, etc, hicieron que Bullrich le ofrezca ser su espada económica en el debate mediático rumbo a la elección presidencial y, en caso de ganarla, su futuro ministro de Economía.
Calzaron así dos objetivos: el de Bullrich de contrarrestar más eficazmente la contundencia del mensaje económico de Milei y la ventaja de Massa al disponer de la lapicera y los recursos públicos en su favor, y el de la Fundación Mediterránea de poner su plan a disposición de un candidato o candidata “presidenciable”.
El Plan Melconian incluye la legalización de la circulación y uso del dólar a la par del peso, en una economía “bimonetaria”, algo diferente del plan de dolarización de Milei, que significaría abandonar el peso y eliminar el Banco Central. La “bimonetariedad” del plan de Melconian calzó perfectamente además con el diseño jurítico que otro asesor de Bullrich, Horacio Liendo, propuso a la candidata de Juntos por el Cambio. Se trata, resumió hace unos días Rodolfo Santángelo, suerte de “alter ego” de Melconian, de que circule el dólar pero a la vez defender el valor del peso.
El plan Mediterráneo y ahora también bullrichista contempla a aplicar el primer una “ley ómnibus” con las reformas “de primer orden” o adosar esas reformas al envío de la ley de presupuesto 2024. En cambio, no incluye a corto plazo una rebaja indiscriminada de las retenciones a la exportación de los grandes cultivos (soja, maíz, trigo), pero sí revisarlos. En materia de comercio exterior, además, propone normalizar la Agencia Nacional de Defensa de la Competencia y crear una “Unidad de monitoreo” para evitar colusión en compras públicas.
En cuanto a Infraestructura la prioridad es definir las obras más importantes y urgentes de jurisdicción nacional, vinculadas a energía, gasoductos, obras sanitarias de AySA, dragado de la Hidrovía y trenes de carga”.
En Energía, completar la renegociación integral de los contratos de las distribuidoras eléctricas y apuntar a una convergencia rápida “para que los precios cubran los costos eficientes de producción, manteniendo la tarifa social”.
En materia laboral, prioriza la situación de las pymes, eliminar las penalidades que multiplican las indemnizaciones, cambiar la lógica de “ultraactividad” de los contratos de trabajo y promover el “despido optativo”, para no recargar el costo de la desvinculación cuando no es el empleador el que lo decide.
En cuanto a planes sociales, si bien se trata de un área que no corresponde a Economía, el objetivo es hacerlos más eficientes y minimizar su impacto presupuestario e incluye reformular, desintermediar y descentralizar Potenciar Trabajo, el plan más grande que aplica el Estado, que pasaría a ser temporario y no podría superponer con otros beneficios, además de incluir capacitaciones y vincularse a una bolsa de trabajo privada, con incentivos para empresas y trabajadores.
En jubilaciones, la idea es que es que la pauta movilidad sea la tasa de inflación esperada más eventual ajuste expost por inflación observada, no abrir nuevas moratorias y eliminar el requisito de los 30 años de aportes tomando en cambio, para la definición del cálculo de haberes, los sueldos cobrados durante toda la vida laboral.
En empresas públicas, el bisturí o la privatización no apunta –al menos inicialmente- a Aerolínea Argentinas o YPF sino a cerrar, traspasar a provincias o redimensionar” empresas como Yacimientos Carboníferos Río Turbio, las del sistema de medios públicos, el Correo Argentino e IMPSA.
En cuanto a la relación con las provincias, el equipo de Melconian apunta a un “acuerdo federal” que involucre a los 3 niveles de gobierno: Nación, Provincias y Municipios y a avanzar de modo realista en la reducción de Ingresos Brutos, un impuesto altamente distorsivo pero vital para las finanzas de varias provincias.
En materia tributaria, el objetivo es reformar el impuesto a las Ganancias y el Monotributo, eliminar los ítems salariales “no remunerativos” y permitir el ajuste por inflación en el cálculo de resultados de las empresas, además de reformar la AFIP-Aduana y mejorar su eficacia recaudatoria.
Y en materia de funcionamiento administrativo del Estado, habrá un nuevo organigrama con menos ministerios, secretarías y direcciones y reducción de dotaciones para lograr una merma del orden del 25% en el primer año.
Informe: Infobae, NA, agencias y Agensur.info
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