Durante la madrugada de este lunes, se produjo un potente terremoto en Turquía
y Siria, que dejó un saldo de más de 2.300 muertos. (Foto/Alliance)
Mundo - Un potente sismo tuvo lugar durante la madrugada en el centro del territorio turco y en el noroeste sirio, con
consecuencias devastadoras y el fallecimiento de al menos 2.308 civiles, una cifra que se espera que aumente. Miles de edificios han sido destruidos y se sintieron réplicas de menor intensidad en países como
Chipre, Líbano y Egipto. El presidente turco Recep Tayyip Erdogan afirmó que 45 países ofrecieron ayuda y equipos para las tareas de rescate.
La catástrofe se apoderó de la escena en la madrugada de este lunes 6 de febrero luego de que un potente terremoto de magnitud 7,8 golpeó el centro de Turquía y el noroeste de Siria, arrojando un saldo trágico que supera las 2.300 víctimas entre ambos países, una cifra que se espera que crezca con el correr de las horas.
Según el último recuento de las autoridades turcas, 1.498 personas han perdido la vida en ese país. Mientras que en Siria, el Ministerio de Salud reportó al menos 430 decesos en las zonas del territorio controladas por el régimen de Bashar al-Asad, a los que se suman otros 380 en las áreas del noroeste bajo dominio de los rebeldes.
Entre los fallecidos en Siria se registran al menos 8 refugiados palestinos, según confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Autoridad Palestina.
Por causa del sismo, con epicentro en la ciudad turca de Kahramanmaraş, miles de edificios han colapsado y los equipos de rescate están trabajando para develar el paradero de cientos de personas.
El presidente turco Recep Tayyip Erdogan se pronunció luego de la tragedia y detalló que casi 3.000 edificaciones se derrumbaron. Además, afirmó que es imposible predecir cuánto puede subir la cantidad de fallecimientos, en tanto que más de 6.000 ciudadanos de ambos países están heridos.
Este terremoto, el peor que ha padecido Turquía en este siglo, fue de tal potencia que hasta se sintió en países como Chipre, Israel, Egipto y Líbano, e incluso fue registrado por sismógrafos en Dinamarca y Groenlandia.
En Siria, el terremoto golpeó una región gravemente castigada por las consecuencias de años de guerra. Alepo, centro de los conflictos armados, fue una de las ciudades más dañadas junto a Latakia, Tartus y Hama.
El director de salud de Alepo, Ziad Hage Taha, le describió a la agencia Reuters que los heridos arribaron a hospitales "en oleadas".
El terremoto en suelo sirio también sucedió durante la madrugada en un contexto de intensas lluvias y aguanieve, lo que dificultó el inicio de las tareas de los equipos rescatistas, según imágenes mostradas por la televisión estatal.
Tras una reunión de gabinete de urgencia encabezada por el presidente Bashar al-Assad, el Gobierno sirio puso en marcha un "plan de emergencia nacional" y ordenó revisar las condiciones de presas, embalses y estaciones de agua para asegurar el suministro a los damnificados.
Dentro de las consecuencias, la refinería petrolera de Bayinas suspendió sus operaciones temporalmente debido a la grieta en una de sus chimeneas de la unidad de energía.
Luego del primer sismo, se registró otro de 7,6 de magnitud en Kahramanmaraş, sin mayores detalles sobre sus efectos, dijo la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias (AFAD) del país.
Ayuda internacional
En su alocución, Erdogan señaló que alrededor de 45 países han ofrecido equipos de rescate y entidades internacionales emitieron alertas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó que unidades estaban en camino para apoyar las labores, a la vez que remarcó la necesidad de abordar lugares afectados de los que aún no se tiene demasiadas informaciones.
Mientras que la Unión Europea reaccionó rápidamente y también avisó que está coordinando el envío de equipos de los Estados miembro. "El apoyo de Europa ya está en camino y estamos preparados para seguir ayudando en todo lo que podamos", afirmó la presidenta Ursula Von der Leyen.
Países del bloque como Francia, Alemania y España se pusieron a disposición para entregar unidades de ayuda.
"Terribles imágenes nos llegan desde Turquía y Siria tras un terremoto de una fuerza sin precedentes. Francia está lista para proporcionar ayuda de emergencia a las poblaciones en el lugar. Nuestros pensamientos están con las familias en duelo", redactó en su cuenta de Twitter el presidente francés, Emmanuel Macron.
Inclusive Rusia y Ucrania dejaron la guerra de lado por un momento para expresarse en solidaridad de los pueblos afectados. El mandatario ucraniano Volodimir Zelenski dijo que Kiev está "listo para brindar la asistencia necesaria", en tanto que el presidente ruso Vladimir Putin le envió condolencias a Erdogan y Al-Assad y preparó aviones con rescatistas para ambos territorios, con los que mantiene lazos cordiales.
El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) confirmó también equipos de ayuda para Siria y alertó que esto probablemente agravará la crisis humanitaria en el castigado país de Medio Oriente.
"Millones de personas ya se han visto obligadas a huir por la guerra en la región y ahora muchos más se verán desplazados por el desastre", indicó en un comunicado el director para la región, Carsten Hansen.
Informe: EFE, Reuters, medios locales y Agensur.info
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