"Dibu" Martínez en una de sus dos fantásticas atajadas frente a Países Bajos en la
tanda de penales en el Mundial. (Foto/AP)
Deportes - Sí, otra vez, después de ocho años, esa camiseta celeste y blanca va en busca de otra final,
va por el sueño de la tercera, va por el sueño de su 10, de su capitán, de su band era. Pero también, va por el de todos, por el de 45 millones. Fue victoria por penales (4 a 3 luego de un 2-2 dramático),
pero fue mucho más que eso: fue el pasaje para ir por la gloria.
El Lusail, el estadio que espera la final (nada menos), el que nos sacudió en el debut contra Arabia, ahora nos hace disfrutar de una fiesta única. Se estremece en una locura desbordante, en un grito que no para, que une a la gente con los jugadores, en esa química que también contagia, y que le dio a un plus a este equipo: en todos los partidos jugó como si lo hiciera en Argentina. La fiesta lo tiene a él, al 10, después de su show de magia. Salta, grita, canta. Canta su propio cantito: "Que de la mano, de Leo Messi...". Y hay desahogo, sí, porque en un Mundial se sufre, vaya si se sufre. Ese gol en el minuto 111. Ese volver a empezar. Ese segundo tiempo suplementario enorme, con seis situaciones claras de gol. Y esa tanda de los penales, con un Dibu para la historia, lo merecían.
La Argentina se metió entre los cuatro mejores del Mundial de Qatar 2022 y jugará el martes que viene con Croacia en semifinales, al vencer a Países Bajos por 4 a 2 en la definición con tiros desde el punto del penal tras empatar 2 a 2 al cabo de los 90 minutos y los 30 de tiempo suplementario.
El arquero Emiliano Martínez fue decisivo en la tanda con sus tapadas en los dos primeros envíos del capitán Virgil Van Dijk y Steve Berghuis. Lautaro Martínez sentenció el pase de ronda en la quinta y última ejecución del campeón de América.
En los festejos del triunfo, "Dibu" Martínez y Lionel Messi se cruzaron con el DT neerlandés Louis Van Gaal por sus declaraciones previas al encuentro.
El equipo argentino se encaminaba al triunfo en los 90 minutos con tantos de Nahuel Molina (35m.PT) y Messi (28.PT), de penal, hasta que el ingresado Wout Weghorst (38m.y 56m.ST) decretó la igualdad que estiró la definición.
Argentina jugará su quinta semifinal mundialista el próximo martes ante Croacia, desde las 12:00 en Lusail.
Primer tiempo parejo que se destrabó gracias a Messi
Con el ingreso de Rodrigo De Paul y la suplencia de Ángel Di María, el combinado nacional se paró con un 5-3-2, en donde los 3 defensores centrales son Romero, Otamendi y Lisandro Martínez, mientras que Nahuel Molina y Marcos Acuña ofician de laterales volantes en esa línea de 5. El mencionado De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister integraban la zona media de la cancha.
Lionel Messi y Julián Álvarez, la dupla de delanteros que tantos frutos le dio en el corriente Mundial de Qatar al equipo de Scaloni, compartían la parte ofensiva nuevamente.
Los primeros minutos iniciales la Selección se como un equipo amplio en donde todos los futbolistas se mostraban con mucha movilidad, ofreciéndose como receptores activos de la pelota. Con actitud predominante se hizo dueño del balón sobre su rival en el comienzo del partido.
En un partido muy cerrado y estudiado por la cantidad de futbolistas que minaban la mitad de la cancha en zonas muy abiertas, a los 20 minutos Messi encaró a un defensor holandés y probó de media distancia tirándola por arriba del arco.
Pero el mago siempre frota la lámpara. En un partido friccionado y trabado, Messi recibió cerca de la medialuna del área holandesa, filtró un pase delicioso para la llegada del incansable Nahuel Molina que definió a lo Burruchaga en México 1986 y con un suave puntinazo, empujó la pelota a la red del arquero Andries Noppert.
Los minutos que transcurrieron más allá de algunos foules cerca del área de Dibu Martínez no contrajeron mayor peligro para el arco argentino. La Selección era el dueño de los tiempos del partido gracias a la posesión del balón. Y de esa forma se consumieron los primeros 45 minutos.
Segundo tiempo eléctrico
En el segundo tiempo la tónica varió un poco: El equipo de Lionel Scaloni planteó un partido cerrojo, en donde era más agresivo para recuperar una vez que los futbolistas de Países Bajos cruzaban la mitad de la cancha.
El conjunto de Louis Van Gaal era por el momento muy previsible y no era incisivo, sin embargo las alarmas siempre estaban prendidas por el corto resultado de un gol de ventaja. Ante esto, el técnico holandés decidió sacudir el banco e hizo ingresar a Luuk De Jong, un 9 de área clásico para tratar de molestar a los centrales argentinos.
Ante este movimiento, el que se retiro envuelto en aplausos fue Rodrigo De Paul y su lugar fue ocupado por Leandro Paredes, quien paso a convertirse en el 5 tapón para así liberar a Enzo Fernández como volante mixto.
En ese contexto, Argentina que era el dominador a pesar de no hacer un culto de la posesión del balón, se mostraba como el equipo más incisivo. Y tras una sucesión de pases, el balón le llegó al Huevo Acuña, quien siempre se mostró como una opción de pase abierto por la izquierda, enganchó y le cometieron penal.
Leo Messi se hizo cargo desde los 12 pasos y con un tiro cruzado que dejó parado a Noppert, el astro argentino hizo que estallen las gargantas de todos los argentinos que se llenaron con un grito de gol inmenso. 2 a 0 y la justicia era total porque el seleccionado imponía las condiciones del encuentro, el partido se jugó como quiso la Albiceleste.
Sin embargo, y a pesar del contexto favorable, está hecha para sufrir. Una pelota que llegó al área fue conectada por Weghorst, el delantero que había sido amonestado en el banco de suplentes y cabeceó una pelota inatajable para el Dibu Martínez. Era el 2 a 1 parcial.
10 minutos de adición, muchas pelotas al área argentina y foules, algunos cuestionables, en favor del equipo neerlandés. Cuando el encuentro llegaba a su agonía, un foul en la medialuna argentina en favor de Países Bajos que jugaron en corto derivó en gol de Weghorst, que anotaba su doblete. 2 a 2 y al alargue.
Argentina buscó la victoria en el alargue
Primer tiempo del alargue disputado, con menos piernas y no tanta frescura mental. En el segundo Argentina tuvo 4 claras; Una en los pies de Lautaro Martínez y otro cabezazo de Germán Pezzella, la Albiceleste hizo fuerza sobe el final y arremetió con lo que podía.
Un córner olímpico ejecutado por Ángel Di María y un tiro de larga distancia de Enzo Fernández que se estrelló en el palo, fueron las últimas emociones de los 120 minutos de juego.
Las formaciones
Países Bajos: Andries Noppert; Jurrien Timber, Virgil Van Dijk, Nathan Ake; Denzel Dumfries, Marten De Roon, Frenkie De Jong, Daley Blind; Cody Gakpo; Steven Bergwijn y Memphis Depay. DT: Louis Van Gaal.
Argentina: Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Lisandro Martínez, Marcos Acuña; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Julián Álvarez y Lionel Messi. DT: Lionel Scaloni.
Informe: Olé, 424, Télam, agencias y Agensur.info
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