Por Demetri Sevastopulo
Los jefes de la Inteligencia de Estados Unidos dijeron que monitoreaban cómo China estaba interpretando la guerra en Ucrania y afirmaron que la rápida reacción occidental probablemente influiría en el cálculo de Beijing sobre su objetivo de asegurar el control de Taiwán.
Avril Haines, directora de la inteligencia nacional, dijo que China había tomado nota de las sanciones que Estados Unidos y sus aliados habían impuesto a Rusia y que entendía las implicaciones de cómo Washington podría responder a un ataque a Taiwán.
"Es probable que refuerce la perspectiva de China sobre la seriedad con la que abordaríamos una infracción contra Taiwán y en la unidad que han visto entre Europa y Estados Unidos", dijo Haines al Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes cuando se le preguntó si la respuesta occidental a la invasión rusa haría que Beijing fuera más reacio a tomar medidas militares.
"El impacto de esas sanciones... son fundamentales para su cálculo y algo que será interesante para nosotros para ver cómo aprenden esas lecciones", dijo Haines.
Bill Burns, director de la CIA, dijo que estaba de acuerdo en que la respuesta estadounidense a la invasión rusa había creado "un impacto en el cálculo chino" sobre Taiwán. Pero dijo que era importante no asumir que el presidente Xi Jinping tenía menos determinación como consecuencia de ello.
"Yo no subestimaría la determinación del presidente Xi y de los dirigentes chinos con respecto a Taiwán", dijo, añadiendo que Beijing se había sorprendido por la "fuerza de la reacción occidental".
Los jefes de los servicios de Inteligencia dieron su testimonio una semana después de que el presidente estadounidense, Joe Biden, enviara una delegación de alto nivel de exfuncionarios a Taiwán para mandar un mensaje de apoyo y advertirle a Beijing que no aproveche la atención de Washington en Ucrania para emprender una acción militar cada vez más asertiva. La delegación estaba encabezada por Mike Mullen, exjefe del Estado Mayor Conjunto.
Algunos expertos creen que la situación en Ucrania podría envalentonar a China para emprender acciones militares contra Taiwán, que Beijing reclama como parte de su territorio. Pero otros advierten que la invasión presenta menos lecciones para la seguridad de Taiwán, dada la diferente naturaleza de su relación con Estados Unidos.
Aunque ni Taiwán ni Ucrania son aliados de los Estados Unidos, Washington debe proporcionar a Taipei la capacidad de defenderse en virtud de la Ley de Relaciones con Taiwán. También tiene una política de "ambigüedad estratégica", según la cual no dice si defendería a Taiwán si fuera atacado por China.
Biden ha dejado en claro que Estados Unidos no enviará tropas a Ucrania para ayudar al país a repeler las fuerzas rusas.
Al preguntársele si la invasión rusa envalentonaría a China para llevar a cabo un ataque o bloqueo a gran escala de Taiwán, el teniente general Scott Berrier, director de la Agencia de Inteligencia de Defensa, instó a los legisladores a separar ambas cuestiones.
"Taiwán y Ucrania son dos cosas completamente diferentes. Nuestra postura de disuasión en el Pacífico da una perspectiva muy diferente a todo esto", dijo, antes de añadir que China estaba observando "muy atentamente" lo que ocurría en Ucrania.
© Financial Times
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