Farmacéuticas. En este sector cada nueva cepa que aparece de coronavirus se celebra.
Por Sergio Sinay(*)
En 2021 el valor de fusiones y adquisiciones de empresas superó los 5 billones (es decir 5 mil millones) de dólares por primera vez en la historia mundial, según la plataforma de información sobre mercados Dealogic. De esa manera batió el récord anterior de 4,42 billones de dólares en 2007, previo a la crisis financiera que descalabró ese año la economía mundial.
Los analistas destacan dos razones para explicar el fenómeno. Una es el enorme caudal de capital y de altas valoraciones que impulsaron a este desenfreno en la compraventa de empresas. Otra es el instrumento conocido como sociedad de adquisición con vocación específica (o SPAC, su sigla en inglés), que consiste en recaudar fondos financieros y comprometerse con los inversores a adquirir una empresa en corto tiempo. La pandemia había deprimido este tipo de operaciones durante 2020, pero el consumo revanchista que se desató sobre finales de 2021 entre los ciudadanos comunes pareció extenderse también al campo financiero, como indicarían estas cifras.“La fortaleza de los mercados de valores es un factor clave para las fusiones y adquisiciones. Cuando las cotizaciones bursátiles son altas, suelen corresponder a una perspectiva económica positiva y a una elevada confianza de los directivos”, se ufanó Tom Miles, codirector de fusiones y adquisiciones para América de Morgan Stanley. Por supuesto, estaba haciendo autobombo de su propio negocio. Sin embargo, como explicó más de una vez el libanés Nassim Nicholas Taleb, ensayista e investigador del azar y las finanzas, además de creador de la categoría cisne negro, aplicable a fenómenos imprevistos, inesperados e inexplicables, la fortaleza de los mercados es un mito que se derrumba con la primera brisa. En libros como Jugarse la piel, ¿Existe la suerte? o Antifrágil sostiene con sólidos argumentos la idea de que muchas de las primaveras financieras lejos de deberse a previsiones económicas sustentables y acertadas por parte de expertos, asesores e inversores son simples momentos afortunados de “idiotas con suerte” (así los llama), presentados como magos de las finanzas, cuyos métodos se intentan replicar cuando en realidad no hay ningún método.
Lo cierto es que el festival de fusiones y adquisiciones de 2021 remite a una pregunta de orden moral: ¿en qué benefició esto a una humanidad en la cual la brecha de la desigualdad no hace más que ampliarse, generando una pandemia de malestar y resentimiento colectivo y calentando el caldo de cultivo en el que se cocinan peligrosos populismos de izquierda y derecha y crecientes montos de violencia listos para estallar? En su ensayo titulado ¿La riqueza de unos pocos nos beneficia a todos?, el sociólogo polaco Zygmunt Bauman (1925-2017), pensador ineludible para entender estos tiempos, describe a los fondos de inversión como simples caranchos, especuladores que no generan ni trabajo ni riqueza. Ya en 1998, en otro de sus libros (La globalización: sus consecuencias humanas), Bauman decía que estas empresas, cuya afanosa y permanente compraventa es fundamento del capitalismo financiero, no tienen dueños visibles, lo cual elimina de su accionar toda idea de responsabilidad, y, en definitiva, tampoco son localizables, puesto que sus bases se mudan, aparecen y desaparecen con una velocidad muy superior a la de las leyes, las regulaciones y las consecuencias de sus malas praxis. El récord de adquisiciones y fusiones es producto, en definitiva, del pasaje definitivo del capitalismo productivo e industrial (que incluía la convivencia de capital y trabajo) al capitalismo financiero, en el que el sentido del trabajo está perdido, se buscan ganancias rápidas sin permanencia, pertenencia ni legados a la comunidad y se acentúa la inercia de la desigualdad que, como señala Bauman, hace que a los ricos los enriquezca aún más su riqueza y a los pobres los empobrezca aún más su pobreza. Una oportuna pandemia puede hacer, además, que empresas farmacéuticas estén entre las que lideraron el mercado de fusiones y adquisiciones. En este sector cada nueva cepa de coronavirus lejos de temerse se celebra.
(*) Escritor y periodista
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