La Cumbre del MERCOSUR fue el escenario de fuertes cruces entre Alberto Fernández, Jair Bolsonaro y Luis Lacalle Pou. |
Nacionales - Como pocas veces en 30 años de vigencia, la Cumbre de Jefes de Estado del MERCOSUR se convirtió en un campo de batalla discursivo, con reclamos y acusaciones cruzadas entre los jefes de Estado de los cuatro miembros fundadores, entre los que se cuentan la Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, cuyos gobiernos exhiben hoy diferencias notorias sobre el rumbo a imprimir al bloque.
El presidente Alberto Fernández encabezó este jueves desde el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada el traspaso de mando de la presidencia rotativa de la unión aduanera fundada en 1991, que este semestre ejercerá Brasil a través de su presidente, Jaír Bolsonaro. Pero antes, Fernández marcó las prioridades argentinas, a contramano de lo que buscan los socios.
El Jefe del Estado, junto al canciller Felipe Solá, dio un discurso en el que dejó entrever una respuesta a los planteos brasileños y uruguayos de rebajas sensiblemente el Arancel Externo Común (AEC), que fija los derechos de importación a bienes y servicios extrazona, y la flexibilización del sistema de negociación colectiva de acuerdos comerciales que incluyan preferencias arancelarias, hoy por hoy regido por "la regla del consenso".
Fernández pidió de primera "pleno compromiso" de los miembros para mantener la "unidad en la diversidad", y reclamó "diálogo y solidaridad" entre los socios, tras intentar durante seis meses, sin éxito, conciliar las posiciones aperturistas extremas de Brasil y Uruguay, con la moderación y temor de daño sobre el aparato productivo que expuso en cada reunión la Argentina.
El mandatario argentino sostuvo que, a contramano del interés por "internacionalizar" el bloque, el mundo está tendiendo "fortalecer las cadenas regionales de valor", y planteó: "Nuestra posición es clara, y es negociar con terceros países o bloque siguiendo la regla del consenso". Por eso, Alberto reclamó "respeto a la ley", "honrar los pactos originarios" y "no cortarse solos".
Réplicas de Bolsonaro y Lacalle Pou
Luego de lamentar no haber podido encontrarse personalmente con sus pares, y sin hacer menciones al discurso de Fernández, Bolsonaro redobló la apuesta y reafirmó sus propuestas.
“No podemos dejar que el MERCOSUR sea sinónimo de ineficiencias, desperdicio de oportunidades y restricciones comerciales”, sostuvo. Llamó a reflejar la “imagen negativa” del bloque, y afirmó que “debimos haber avanzado” en los últimos seis meses (la presidencia argentina) en bajar aranceles y nuevos acuerdos comerciales”.
“Brasil tiene apuro”, dijo Bolsonaro sin sonreír y en relación a los cambios que propone. Durante un discurso de poco más de ocho minutos, el presidente de Brasil afirmó que “estamos en contra de persistir en visiones arcaicas y defensivas” a las que relacionó con la “búsqueda de consensos” que esgrimió Fernández. Pidió también la “eliminación de trabas, para productos más baratos”, en obvia referencia a los aranceles. “El Mercosur debe ser instrumento efectivo de la promoción de la libertad y la prosperidad para nuestros pueblos”, dijo Bolsonaro, tomando distancia clara de la postura argentina.
A su turno, también el presidente Luis Lacalle Pou también optó por un tono conciliador, pero reafirmó su decisión de avanzar en los acuerdos con terceros países.
“Comparto las palabras del Presidente Fernández: queremos un Mercosur más productivista y que dé trabajo, créannos que hacia allí apuntamos, quizá con estrategias distintas, en pertenencia al bloque. Uruguay cree en la regla del consenso, vamos a respetar el ordenamiento jurídico vigente, y atento a ese ordenamiento hemos comunicado que Uruguay pretende avanzar en acuerdos con otros países, esto no significa vulnerar ni violentar la regla del consenso. El mundo avanza hacia allá, y no nos va a esperar. Por eso, amigo Presidente, le queremos decir que hacia allá va el Uruguay, ojalá vayamos todos juntos”, dijo el presidente uruguayo.
Informe: EC, LN y agencias
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