Impresionante y emotiva fue la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, que se realizan un año después debido a la pandemia de coronavirus. |
Deportes - Llegó el momento más esperado. Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 se inauguraron oficialmente con una emotiva ceremonia de apertura en la que desfilaron todas las delegaciones de países participantes.
Tras una larga espera y después de muchas dudas y dificultades, el emperador Naruhito declaró oficialmente "abiertos" los juegos de Tokio-2020, un año después de lo previsto, en una ceremonia sin público en el Estadio Olímpico y con restricciones en el tradicional desfile de los deportistas.
La ceremonia tuvo lugar ante menos de 1.000 personalidades y dirigentes para minimizar los riesgos de la pandemia del covid-19, en un estadio con capacidad para 68.000 personas.
"Declaro abiertos los Juegos de Tokio", pronunció solemnemente el emperador Naruhito, según la fórmula consagrada para la ocasión, en lo que ya se han bautizado como 'los Juegos de la Pandemia'.
Un pequeño grupo de ciudadanos se concentró en los alrededores del Estadio Olímpico para protestar por el mantenimiento del evento, portando el mensaje (en inglés) "Cancelen los Juegos. Salven vidas".
En su discurso, el presidente del Comité Olímpico Internacional (COI) Thomas Bach admitió que estos Juegos serán "muy diferentes a lo que todos nosotros hubiésemos podido imaginar", pero destacó que "hoy es un momento de esperanza".
Los regatistas Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli, ganadores de la presea dorada en Vela en Rio de Janeiro 2016, fueron los abanderados de la delegación argentina en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
Paula Pareto con la bandera olímpica
Uno de los momentos más emotivos para el deporte argentino fue el ingreso de la bandera olímpica llevada por seis atletas, entre ellos la yudoca Paula Belén Pareto, ganadora de la medalla dorada en Rio 2016 y la de bronce en Beijing 2008, en el que será su último Juego Olímpico compitiendo en la categoría de hasta 48 kilogramos.
Esta vez no hubo espectadores emocionados en las tribunas ni un diluvio de flashes perpetuando el sublime momento en que los atletas desfilan unidos con un objetivo en común, que es darle inicio a la fiesta más grande del deporte mundial.
La soledad del recinto fue mudo testigo de un sobrio, elegante y melancólico espectáculo, en unos juegos que presentan como lema "Más rápido, más fuerte y más alto, juntos".
Por primera vez el Comité Olímpico Internacional (COI) determinó que los abanderados de cada nación sean dos, un hombre y una mujer, con el fin de promover la igualdad de oportunidades.
Cecilia Carranza Saroli fue la séptima mujer argentina en llevar la bandera en la apertura de un JJOO, después de Isabel Avellán (atletismo, Melbourne '56), Cristina Hardekopf (saltos ornamentales, Roma '60), Jannette Campbell (natación, Tokio '64), Gabriel Sabatini (tenis, Seúl '88), Carolina Mariano (judo, Atlanta '96) y Luciana Aymar (hockey, Londres 2012).
El espectáculo comenzó con un hombre acurrucado en el centro del estadio antes de iniciar su marcha, en una metáfora del regreso a la vida.
También se proyectó en las pantallas gigantes un video de los atletas entrenando en gimnasios y en su casas, para remarcar las dificultades que padecieron para desarrollarse durante el confinamiento por la pandemia.
Tras el lanzamiento de fuegos artificiales, el emperador Nahurito y el alemán Thomas Bach, presidente del COI, se presentaron en el palco del estadio cuando ingresaba la bandera de Japón, que fue izada mientras se escuchaba el himno nacional nipón. Acto seguido, se realizó un minuto de silencio en homenaje a los fallecidos en todo el mundo a causa del coronavirus.
Delegación argentina
Los regatistas Santiago Lange y Cecilia Carranza Saroli, ganadores de la presea dorada en Rio de Janeiro 2016, fueron los abanderados de la delegación argentina. |
El comienzo del desfile mostró la emoción de los participantes de las 204 delegaciones, sin los atletas de Rusia (sancionada por casos de doping), Corea del Sur y Guinea (no fueron por temor a un contagio de sus atletas).
Argentina desfiló tras el paso de Grecia, que ingresó primera como cuna del olimpismo que comenzó en el año 776 AC, seguida por el Equipo de Refugiados, Azerbaiyán, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Argelia, con las naciones ordenadas por orden alfabético.
Los atletas argentinos que fueron al acto (solo unos pocos son elegidos para concurrir), liderados por Lange-Carranza, sobresalieron al romper el formalismo de las anteriores naciones que pasaron caminado de ordenada manera, ya que los argentinos lo hicieron bailando un pogo y cantando "Argentina es un sentimiento, no puedo parar".
Tras el desfile, los deportistas, jueces y entrenadores celebraron el juramento olímpico.
Después se observaron algunos videos a modo de tributo a grandes estrellas olímpicas y se pudo ver en las pantallas a varios artistas internacionales cantando "Imagine" (Imagina), la mítica canción compuesta e interpretada por John Lennon en los años '70.
A la hora de los discursos, la primera en hablarle a los presentes y al mundo fue Hashimoto Seiko, presidenta de la organización Tokio 2022. Thomas Bach, por su parte, agradeció al pueblo japonés por la concreción de los juegos, y luego el emperador Nahurito dio por comenzado los juegos con un escueto mensaje.
Minutos después se encendió el pebetero en manos de la tenista japonesa Naomi Osaka, ganadora del US Open, como broche de oro a una ceremonia de tres horas y 50 minutos de duración, que tuvo un poco de todo pese a que no contó con el calor y el colorido que le hubiera ofrecido el público.
Los deportistas, que serán sometidos a diarios a controles anticovid, desfilaron con restricciones: mascarillas, sin poder saltar ni bailar, y abandonando el estadio sin poder quedarse hasta el final de la ceremonia.
El lema de estos Juegos Olímpicos de Tokio es "Unidos por la emoción" y trata, como dice la frase, de mantener la esperanza y los ánimos para todas las personas.
Los temores a que los más de 11.000 deportistas llegados de todo el mundo puedan convertirse en un foco de contagio al covid-19 han provocado que la mayoría de los japoneses se muestren contrarios a los Juegos, según las encuestas.
Y los Juegos se disputarán con Tokio en estado de emergencia, lo que supone, por ejemplo, que los bares y restaurantes tienen que cerrar a las 20h00 locales. Tampoco se admite la presencia de extranjeros y la mayoría de pruebas se disputarán a puerta cerrada.
No obstante, cientos de japoneses se acercaron a los alrededores del Estadio Olímpico para vivir el ambiente olímpico, aunque tuvieron que ver la ceremonia a través de la pantalla del teléfono móvil.
Otra señal de la antipatía del país anfitrión por esta edición de los Juegos: varios de los principales patrocinadores de la cita, como las multinacionales Toyota, Panasonic, Fujitsu y NEC, no enviaron representantes a la ceremonia.
Hasta el emperador Naruhito admitió las dificultades: "Gestionar los Juegos mientras se toman al mismo tiempo todas las medidas posibles contra el covid-19 está lejos de ser una tarea fácil", habría dicho el mandatario a Bach en una visita del patrón del olimpismo al palacio imperial el jueves, según la agencia Kyodo News.
Esa visita coincidió con el día que se declararon 1.979 nuevas infecciones por covid-19, la cifra más alta desde el pasado invierno boreal, pese a que Japón ha estado bastante protegido de la pandemia. Los 15.000 fallecidos registrados es una cifra muy inferior a la otros países.
Bach se ha esforzado durante los últimos meses por evitar la cancelación del evento, pero también ha admitido las dificultades: "En los últimos 15 meses hemos tenido que tomar muchas decisiones sobre bases muy inciertas. Teníamos dudas cada día. Hemos deliberado y discutido. Hubo noches sin dormir", dijo en la inauguración de la sesión del COI el martes.
Informe: 442 y Télam
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