Nacionales - Después de meses de roces, la discusión con la Cámara Nacional Electoral (CNE) por las condiciones de la elección en la pandemia se acerca a una resolución. El Gobierno informó que implementará un paquete de medidas para garantizar la presencia de las autoridades de mesa en las próximas elecciones, y responderá así a las demandas que plantea la justicia electoral frente a las dificultades que pueda conllevar la realización de los comicios nacionales durante una eventual tercera ola de contagios.
Las autoridades judiciales emitieron una serie de oficios y acordadas en los últimos meses para exigir al Ejecutivo, en particular al Ministerio del Interior, que conduce Eduardo “Wado” De Pedro, y al de Salud, comandado por Carla Vizzotti, que se vacune a los funcionarios abocados a la elección y a las autoridades de mesa, y que se incrementen los viáticos, entre otras demandas para evitar un posible faltante de autoridades de mesa en las próximas elecciones por motivos sanitarios.
Según dijeron a Infobae fuentes oficiales, el Gobierno comparte la preocupación y buscará brindar incentivos y ampliar la convocatoria para asegurarse de cubrir votación en la totalidad de las mesas electorales sin inconvenientes. En ese sentido, se decidió, con vistas a “garantizar el correcto desenvolvimiento de la elección”, la duplicación del monto que se entrega a las autoridades en concepto de viáticos. El monto erogado por persona, que fue de 1900 pesos por elección en las presidenciales de 2019, alcanzará este año los 4100 pesos. La cifra supera levemente a la inflación, que en los últimos 24 meses lleva un 113% acumulado.
Además, se determinó declarar a todas las personas abocadas al proceso electoral como “personal estratégico”, una medida que las habilitará para recibir la vacuna más allá de su edad y sus condiciones de salud; e incrementar un 25% la cantidad de ciudadanos convocados para llevar a cabo la elección, que pasará de 200.000 personas, como estaba previsto, a 250.000.
La vacunación de las autoridades de mesa fue un eje de conflicto entre las autoridades electorales y el Ejecutivo en los últimos meses. La CNE exigía definiciones y protestaba por la falta de respuesta. A fines de abril, el ministro De Pedro accedió a encontrarse de modo presencial y escuchó los planteos en persona. Según se informó entonces, hubo un acuerdo para avanzar en las exigencias.
Sin embargo, la definición siguió dilatándose y esta semana, la CNE emitió una nueva acordada para adelantar la convocatoria a las autoridades de mesa y reclamar, nuevamente, que se las inocule con tiempo suficiente.
Fuentes oficiales aseguraron que la falta de respuesta se debió a que faltaban varios meses para la elección, a que el Ministerio de Salud recibía decenas de pedidos de distintos sectores que, al igual que el electoral, se consideraban esenciales -desde transportistas, hasta empleados de comercios alimentarios y trabajadores sociales-, y exigían ser vacunados. Y, sobre todo, a la falta de vacunas.
Recientemente el panorama cambió. Por un lado, porque las elecciones están cada vez más cerca -se acordó que las PASO se realicen el 12 de septiembre, y las generales el 24 de noviembre. Pero sobre todo, porque el ingreso de dosis al país -que estaba casi frenado hace poco más de un mes- se aceleró significativamente en las últimas semanas. Ahora el Gobierno aceleró los planes para responder a las demandas electorales.
“La voluntad del Gobierno siempre fue transmitir el pedido de las autoridades judiciales al Ministerio de Salud. La decisión pasaba por otro lado. Siempre nuestra intención será fomentar la participación en las elecciones. Sólo restaba definir los detalles”, dijo una fuente oficial ante la impaciencia de la CNE. Los voceros del oficialismo aseguraron que la decisión de declarar esenciales a los ciudadanos convocados para llevar a cabo los comicios en los centros electorales en septiembre y noviembre “ya está tomada” y se oficializará próximamente.
Operativo
Mientras tanto, este año el Gobierno implementará un operativo especial para celebrar las elecciones en pandemia, según el cual se ampliará el presupuesto y se incluirán nuevas reglas y nuevos roles para evitar lo máximo posible los contagios de coronavirus. Se aplicará protocolo de salud estricto, la figura de “facilitadores sanitarios” y el multiplicará la cantidad de lugares de votación de 15.000 a 19.000.
En todo momento, durante el proceso de votación, los votantes estarán obligados a usar barbijo y a respetar la distancia social de dos metros. Además, deberán concurrir solos (excepto en casos de fuerza mayor; por ejemplo, cuando necesiten asistencia) y deberán llevar su propia lapicera para firmar el acta electoral.
Una vez en la mesa, no se les pedirá que entreguen el DNI, sino que se limiten a mostrarlo, para evitar lo más posible el contacto con elementos de posible transmisión del virus. Al terminar de emitir su voto, deberán dejar los establecimientos de inmediato, con el fin de evitar aglomeraciones. Además, si bien no se restringirá el horario de votación, habrá prioridad en las primeras horas para los mayores de 60 años.
Informe: Infobae
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