Alberto Fernández
Nacionales - El presidente Alberto Fernández señaló este jueves que "estamos viviendo el peor
momento desde que comenzó la pandemia" y llamó asumir "el momento crítico que estamos atravesando". En su discurso, el Presidente aclaró que "no es momento de especulaciones"
y que los argentinos "debemos unirnos para superar esta catástrofe".
Asimismo aseguró que "el Estado no puede hacerse el distraído ante la pandemia".
El Presidente anunció que "aprovechando que la semana próxima tiene solo tres días hábiles, vamos a suspender la circulación desde el sábado 22 de mayo a las cero hora hasta el domingo 30 de mayo".
Quedan asi suspendidas todas las actividades sociales, recreativas, económicas y educativas a través de la presencialidad en las zonas de alto riesgo o alarma epidemilógica. Esto comprende al AMBA y a más de 100 distritos de todas las provincias de la Argentina con excepción de La Rioja.
El anuncio se realizó cuando menos del 5% de la población esta vacunada con las dos dosis. Según los últimos datos, son 2.200.123 personas las inoculadas completamente contra el coronavirus en la Argentina.
La medida regirá desde este sábado 22 de mayo a las 0 horas hasta el domingo 30 de mayo inclusive. Solo involucra tres días hábiles, ya que el Gobierno restableció el feriado puente del 24 de mayo. Con esta decisión, quedarán suspendidas las actividades sociales, económicas, educativas, religiosas y deportivas en forma presencial.
Por su parte, estarán habilitados los comercios esenciales, los comercios con envío a domicilio y para llevar (take away). Sólo se podrá circular en las cercanías del domicilio, entre las 6 de la mañana y las 18, o por razones especialmente autorizadas.
Terminados estos 9 días, desde el 31 de mayo hasta el 11 de junio inclusive se retomarán las actividades en el marco de las medidas vigentes hasta el día de hoy. Esto significa que se renueva el DNU firmado hace tres semanas ya que el Congreso no llegó a sancionar la ley enviada por el Ejecutivo para regular las medidas.
Además, el Presidente afirmó que “se implementarán las restricciones que correspondan a cada zona según los indicadores epidemiológicos y sanitarios” y que hay una “firme decisión de hacerlas cumplir estrictamente”.
Un dato clave es que, si bien el 31 de mayo se retoman las restricciones como regían hasta hoy, el fin de semana del 5 y 6 de junio se volverán a restringir las actividades en las zonas más críticas, es decir, confinamiento estricto nuevamente, solamente por esos dos días.
Además, Alberto Fernández hizo hincapié en las causas que lo llevaron a tomar esta decisión: “Se evidenciaron tres problemas que debemos corregir: en algunos lugares no se cumplieron las medidas que dispusimos; en otros se implementaron de manera tardía, cuando es decisivo anticiparse a la expansión de contagios; y algo fundamental, en muchos lugares los controles se relajaron o han sido muy débiles o simplemente no existieron. Hay ciudades y provincias que tienen su sistema de salud al límite y están al borde de no poder dar respuesta”.
“Les pido que se queden en casa todo lo posible, salir solo para lo indispensable, no participar de reuniones sociales y maximizar los cuidados cuando salgan de casa”, rogó el mandatario.
En sintonía con esto, adelantó que se utilizarán estos días para fortalecer el proceso de vacunación: “En los próximos meses vamos a contar con 4 millones de dosis. En pocas semanas más habremos vacunado a la totalidad de las personas en riesgo que optaron por vacunarse. Tal como anunció Putin, el Fondo ruso está normalizando la entrega de vacunas, ya esperamos otro millón para los próximos días. También hablé con Andrés Manuel López Obrador y me confirmó el pronto envío de gran cantidad de vacunas que hemos producido entre ambos países con AstraZeneca. También tuvimos contacto con Xi Jinping, le pedimos que Argentina pueda seguir recibiendo vacunas de Sinopharm. Continuamos el diálogo con otros países y productores para que Argentina cuente con vacunas para toda la población”.
“Siempre les hablo con la verdad, pueden estar de acuerdo o no, pero hay verdades que están por encima de los desacuerdos. Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia. Estamos teniendo la mayor cantidad de casos y de fallecidos, debemos asumir seriamente lo crítico de este tiempo y no naturalizar tanta tragedia”, comenzó el Presidente su alocución.
E insistió: “Más allá de lo que cada uno piense, debemos asumir la gravedad de este instante, no es momento de especulaciones, debemos unirnos para superar esta catástrofe que azota a la humanidad”.
“No aceptemos que se niegue esta realidad. Cada contagio debe dolernos, cada muerte debe conmovernos, debemos estar cerca del pesar que sufren quienes han perdido un ser querido en la pandemia. Nadie puede salvarse solo, necesitamos cuidarnos como nunca antes para evitar todas las pérdidas que podamos. El primero que debe cuidar la salud de todos y todas es el Estado, que jamás puede hacerse el distraído ante una pandemia”, agregó.
Previo a anunciar los detalles de las nuevas medidas, el jefe de Estado recordó: “A mediados de marzo anuncié que iba a llegar la segunda ola y, a mi pesar, tuve razón. Convoqué a los ciudadanos a redoblar todos los cuidados y tomamos restricciones que tuvieron un impacto positivo, pero hace unos días los casos comenzaron a aumentar en zonas del país. Algunas decisiones que debilitaron las acciones contundentes que propusimos para controlar la situación, algunas judicialmente avaladas”.
Y sentenció: “Esa confusión debe terminarse. Nosotros elaboramos indicadores precisos para establecer el riesgo epidemiológico y sanitario de cada zona del país, diseñamos un modelo que da previsibilidad al precisar las medidas que deben adoptarse. Eso nos permite saber qué restricciones deben aplicarse según el contexto. Ese espíritu subyace en el proyecto de ley que enviamos al Congreso, un país no puede tener 24 estrategias, porque lo que sucede en cada provincia o en la CABA impacta tarde o temprano en el resto del país. Hay una sola pandemia que se expande por todo el territorio, no reconoce límites ni restricciones”.
“El aumento de camas y respiradores no resuelve el problema si no se restringe el contagio y la circulación. El agotamiento de todo el personal de salud, al que siempre voy a estar agradecido por el esfuerzo que hacen, no puede ser soslayado. Cuando no hay fiscalización, se produce una gran injusticia, una minoría afecta al resto. No importa cuántas medidas tomemos si una minoría no las cumple, si se cumplen, reduciremos el impacto de la segunda ola. Si se implementan de modo oportuno, los contagios van a ceder y volverán las actividades que temporalmente suspendemos”, prosiguió.
Y completó: “Si la sociedad se cuida y cumple con las medidas, podemos alcanzar el logro que nos proponemos. No hay lugar para especulaciones y no hay tiempo para dudar. Hoy necesitamos que cada persona tome conciencia del momento que vivimos, el problema hoy es gravísimo en Argentina, estamos en récord de contagios y fallecimientos, los datos científicos probaron que a mayor circulación de personas hay mayor transmisión y un riesgo concreto de saturación del sistema de salud”.
Informe: Télam e Infobae
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