miércoles, 5 de mayo de 2021

LA ONU Y LA UE CONDENAN LA REPRESIÓN POLICIAL EN CALI

 Un manifestante es alcanzado por un cóctel Molotov durante las protestas
en la ciudad de Cali. (Foto/AFP)

Por Salud Hernández-Mora

Colombia - Ya van siete días desde que se inició el paro nacional en Colombia y los organizadores anuncian que seguirán en pie de lucha con carácter indefinido. Una vez lograron que el gobierno retirara la reforma tributaria y dimitiera el Ministro de Hacienda, ahora pretenden que sepulten otros proyectos de ley y cambien políticas de varios sectores económicos y sociales.

Aunque en la mayoría de los 268 municipios donde realizaron manifestaciones, fueron pacíficas, en quince de ellos hubo hechos muy violentos que causaron diecinueve muertos, un policía entre ellos, y elevadas pérdidas materiales. En Bogotá, Medellín o Bucaramanga los vándalos provocaron destrozos y saqueos, pero ha sido Cali donde la situación se ha tornado más crítica.

Los acontecimientos de la capital del departamento del Cauca y principal urbe industrial colombiana que da al Pacífico, motivaron un comunicado desde Ginebra, de la portavoz del Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU, Marta Hurtado. Señaló que están "profundamente alarmados cuando la policía abrió fuego contra los manifestantes, matando e hiriendo a varias personas". Hurtado agregó que "están trabajando para verificar el número de víctimas", puesto que ellos hablan de catorce y algunas fuentes los suben a veintidós.

Dada la situación "extremadamente tensa, con soldados y policías desplegados para vigilar la protesta, hacemos un llamamiento a la calma", siguió su mensaje. Y recordó a los uniformados que "las armas de fuego solo pueden utilizarse como último recurso ante la amenaza inminente de muerte".

También la Unión Europea condenó "los actos de violencia", pidió "evitar el uso desproporcionado de la fuerza".

El ministro de Defensa, Diego Molano, por su parte, señaló que están investigando las muertes de los civiles e informó que hay tres policías heridos a bala, además del que falleció apuñalado cuando intentaba evitar uno de los muchos saqueos que se han producido a rebufo de las protestas.

Para el miércoles, además de los cortes de carreteras que ya hay por todo el país, lo que ha provocado que estén represadas miles de toneladas de carga en un país sin trenes, el Comité del Paro, que incluye a una multiplicidad de movimientos sociales y sindicatos, programan una nueva manifestación masiva.

Dados los problemas de suministros de oxígeno medicinal, que ya escaseaba, y otro material imprescindible para los hospitales, en algunos puntos están empezando a aceptar corredores humanitarios para permitir el paso de los camiones que los transportan.

Cabe recordar que el paro nacional lo llevan a cabo en medio del peor pico que sufre Colombia por la pandemia, con cerca de 500 muertos diarios y una ocupación de las Unidad de Cuidados Intensivos que superan el 90%.

Por si faltara poco, los fuertes disturbios obligaron en Medellín y Cali a cerrar los centros de vacunación el sábado pasado, y en esta última, solo atienden ahora en un 30% de su capacidad.

Tampoco se puede olvidar el panorama desolador que mostraban las cifras económicas dadas a conocer la semana pasada. Por la imposición de cierres y toques de queda en casi todo el país, mucho más estrictos y largos que los de España, Colombia ha borrado en doce meses toda una década de avances sociales. Ya son 21 millones de personas, el 42% de la población, que vive en condiciones de pobreza o de miseria.

Recuperar lo perdido requerirá un esfuerzo ímprobo, de ahí que las organizaciones empresariales rechacen un paro, máxime tan prolongado, cuando hay sectores arruinados y otros intentan ponerse en pie.

© El Mundo (España)

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