Manifestantes protestan frente a la Casa Rosada. (Foto/Infobae)
Por Ricardo Carpena
Todos llegaron de manera espontánea a la Plaza de Mayo. De a poco, sin organización. Mucha clase media. Mucha gente humilde. Muchos jóvenes. Con reclamos variados (desde el escándalo de las vacunas, la corrupción y las presiones a la Justicia hasta la inflación y la crisis económica), pero con las mismas ganas de protestar.
Esa postal del escenario principal de la movilización, ante la Casa Rosada, fue el que trató de aprovechar la oposición con la presencia de una delegación numerosa, acaso la más importante desde que comenzaron los banderazos, pero nuevamente, como sucedió con las protestas de 2020, nadie se pudo quedar con el rédito político.
La convocatoria a manifestarse contra la vacunación VIP surgió una vez más de las redes. Juntos por el Cambio decidió no participar de manera orgánica y dejar la decisión de marchar o no en manos de cada dirigente. “Es una decisión individual y cada uno hará lo que considere oportuno”, dijo la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, en la conferencia de prensa que dio la coalición opositora el miércoles pasado. Pocas horas después, fue la primera en confirmar que iría, como hizo desde la primera protesta callejera contra el Gobierno, hace un año.
Esta vez, sin embargo, se sumaron con mucha mayor exposición que en otras marchas el presidente de la UCR, Alfredo Cornejo, que se sumó a las movilizaciones en Mendoza, y el titular de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, quien estuvo en la Plaza de Mayo con otros diputados de su partido como Juan López, Mariana Zuvic, Mónica Frade, Paula Oliveto y Mariana Stillman.
“Es importante escuchar y acompañar a la ciudadanía -sostuvo Ferraro a Infobae-. Valores e ideas que defendemos en Juntos por el Cambio, pero no pertenecen a un solo espacio. Es importante que estas manifestaciones se hagan por la no violencia y la paz”. Y agregó: “No hay que renunciar a la dignidad y a la idea de que es posible la esperanza y el futuro, por más que hoy haya angustia y enojo”.
Poco minutos después de irse de la Plaza de Mayo, López le apuntó en forma directa a la Casa Rosada: “El Gobierno tiene que entender que, más allá de la concurrencia, el enojo de la gente es real, es grande y justo”.
También apareció, desde Twitter, Mauricio Macri. “Emocionado y contento de ver como una vez más los argentinos se movilizan, demostrando que no van a permitir los abusos y atropellos del Gobierno”, publicó el ex presidente.
Como sucedió en cada protesta opositora, Horacio Rodríguez Larreta se mantuvo en silencio, pero sí se hizo presente en la Plaza de Mayo Cristian Ritondo, el jefe del bloque de diputados del PRO, miembro del ala moderada de Juntos por el Cambio, al igual que el jefe de Gobierno porteño. Como un símbolo de la tregua interna en la coalición, el diputado se mostró junto con Bullrich, representante de los duros de JxC. Parecía una foto imposible.
“Este #27F surgió, como otras marchas republicanas, en las redes sociales, lo que le da una legitimidad democrática incontrastable porque han convocado argentinos indignados por la cantidad de atropellos y desfalcos que comete el Gobierno -afirmó Ritondo-. La gente en la calle no solo repudia la vacunación VIP, sino también los ataques a la Justicia, al periodismo y a la oposición. El Gobierno apela a recursos antidemocráticos para salir de la crisis política que generó por su falta de idoneidad y por su decisión de no respetar a quienes primero debía vacunar”.
Bullrich, además, tuvo un sugestivo reencuentro ante la Pirámide de Mayo con el economista Javier Milei, del Frente Avanza Libertad, luego de haber discutido en un programa de TV. “Los ciudadanos que marcharon sienten injusticia, indignación y angustia. Espero que el Presidente escuche y les pida perdón a los argentinos”, dijo la jefa del PRO, acompañada por el diputado Fernando Iglesias, el bailarín Maximiliano Guerra y el sindicalista Marcelo Peretta.
Cornejo, por su parte, marchó en la ciudad de Mendoza junto con su colega de bancada Luis Petri y señaló: “Espero que el Gobierno escuche este reclamo de los argentinos. Hay una gran indignación por el vacunatorio vip y la falta de respeto a las leyes. Como dirigentes acompañamos y participamos para que sus reclamos sean representados”.
Uno de los dirigentes radicales que se hizo ver en la Plaza de Mayo y charló con los manifestantes fue el senador nacional Martín Lousteau: “Vinimos a apoyar este reclamo genuino que nació de la sociedad porque seguimos esperando que pidan perdón los que se vacunaron y no les correspondía”, dijo.
El dirigente del PRO Hernán Lombardi estuvo acompañado en la Plaza de Mayo por el actor Luis Brandoni, como en los anteriores banderazos: “La protesta fue muy fuerte. Mucha clase media y media baja. Hay mucha necesidad de expresar enojo contra los privilegios”, sentenció el ex titular del Sistema de Medios Públicos.
También estuvieron en la movilización Ricardo López Murphy y otros dirigentes del partido Republicanos Unidos como Yamil Santoro, Agustín Etchebarne y Marina Kienast. “Más allá de haber formulado la primera denuncia penal que dio origen a la imputación de Ginés González García, vamos a seguir trabajando en el expediente judicial para que haya justicia y no haya impunidad. No se van a salir con la suya”, advirtió Santoro.
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