Mundo - Donald Trump se convirtió este miércoles en el primer presidente de Estados Unidos en ser sometido dos veces a juicio político, luego de que la Cámara de Representantes votara a favor de la acusación de que incitó a asaltar el Capitolio una semana atrás. La decisión final estará ahora en manos del Senado, que dará inicio al proceso.
Los demócratas, con mayoría en la Cámara Baja, fundamentaron la acusación al mandatario del cargo de “incitación a la insurrección” y lograron aprobar la Resolución 24 de “juicio político a Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, por altos crímenes y delitos menores” por 232 votos contra 197 en contra.
Entre los votos a favor hubo 222 de de parte de legisladores demócratas y 10 de republicanos. Mientras que los votos en contra fueron en su totalidad de republicanos, entre los cuales se registraron además 4 abstenciones.
La votación se desarrolló en medio de un enorme despliegue policial que contó con más de 10.000 efectivos de la Guardia Nacional, y vallas en torno al Capitolio, con el objetivo de evitar las escenas de la caótica jornada del pasado miércoles que dieron la vuelta al mundo.
El voto contó con el respaldo de toda la bancada demócrata, y 10 legisladores republicanos que se sumaron a la iniciativa: Adam Kizinger, congresista de Illinois; Liz Cheney, congresista de Wyoming; John Katko, de Nueva York; Fred Upton, por Michigan; Herrera Beutler, por Washington; Dan Newhouse, por Washington; Peter Meijer, por Michigan; Anthony Gonzalez, de Ohio; Tom Rice, de Carolina del Sur; y David Valadao, de California.
La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, aseguró al inicio del debate que Trump es “una amenaza vital para la libertad y el Estado de Derecho”.
“Sabemos que el presidente de los Estados Unidos incitó la insurrección [ocurrida el 6 de enero en el Capitolio], la rebelión armada contra nuestro país. Debe irse. Es un claro y actual peligro a la nación que todos amamos”, agregó.
En tanto el líder de la minoría republicana en la misma cámara, Kevin McCarthy, señaló durante su tiempo que realizar un juicio político en tan poco tiempo “sería un error” que “dividirá aún más a la nación”, considerando que el 20 de enero culminará el mandato de Trump y asumirá el presidente electo Joe Biden.
McCarthy también aseguró, sin embargo, que Trump “tiene responsabilidad” por el asalto violento al Capitolio. “Debió denunciar inmediatamente a la muchedumbre violenta cuando vio lo que estaba ocurriendo, estos hechos requerína de acciones del presidente Trump”, agregó. “Por eso creo que una comisión investigadora y una resolución de censura [una proclamación formal desaprobación de parte de los legisladores] serían las acciones prudentes del Congreso. Desafortunadamente, no es lo que estamos haciendo hoy”, concluyó.
El proceso iniciado en la Cámara Baja promete obligar al Senado a someter a Trump a un juicio político que se desarrollará cuando el presidente electo, el demócrata Joe Biden, ya esté en el poder, y que por tanto no tendrá como principal objetivo la destitución del mandatario sino su posible inhabilitación para ejercer futuros cargos políticos.
Por su lado, Trump rompió su silencio tras el asalto al Capitolio al calificar el nuevo juicio político como algo “absolutamente ridículo” y “una continuación de la mayor caza de brujas de la historia de la política”.
Estados Unidos vive unos momentos de tensión política sin precedentes recientes a menos de una semana de que se lleve a cabo la ceremonia formal de traspaso de poder, prevista para el 20 de enero, en la que Biden asumirá la Presidencia.
El procedimiento
La Constitución de los Estados Unidos prevé que el Congreso puede destituir al presidente (o al vice o a los jueces federales) en caso de “traición, corrupción u otros crímenes y delitos importantes”.
El procedimiento, por su parte, se desarrolla en dos etapas.
Primero, la Cámara de Representantes investiga y vota, por mayoría simple (218 votos en 435), los artículos de acusación que detallan los hechos que se le reprochan al presidente, procedimiento que se conoce como “impeachment” en inglés.
En caso de que el presidente sea formalmente acusado, el Senado inicia el juicio político.
Al término de los debates, los 100 senadores se pronuncian sobre cada artículo de la acusación. Se requiere una mayoría de dos tercios para condenar al presidente. En caso de aprobarse, la destitución es automática e irreversible. Si no se llega a los votos necesarios, el mandatario es declarado inocente.
Los senadores pueden votar después, con una mayoría simple, otras penas, como la prohibición de presentarse a un nuevo mandato.
Informe: EFE y AFP
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