Alberto Fernández durante el acto en la CGT, en conmemoración del
Día de la Lealtad. (Foto/Télam)
Nacionales - El presidente Alberto Fernández afirmó que "hoy empezamos un tiempo distinto, empezamos
el tiempo de la reconstrucción" del país y llamó a la unidad de la sociedad para "curar a la Argentina y ponerla de pie entre todos juntos, sin rencores ni odios".
"Empezamos hoy un tiempo distinto, empezamos el tiempo de la reconstrucción de la Argentina. A esta Argentina derrumbada la vamos a poner de pie. A esta Argentina que se enferma la vamos a curar nosotros, sin odios ni rencores", afirmó el presidente en el acto realizado en la sede la CGT a 75 años del 17 de octubre de 1945, cuando una masiva movilización de obreros colmó la Plaza de Mayo para reclamar la liberación del entonces coronel Juan Domingo Perón.
En su discurso de más de 20 minutos, Fernández subrayó: "Vamos a terminar esta Argentina del odio porque nosotros creemos en la diversidad porque una sociedad que tiene un discurso único no es buena y todos vamos a tener derechos".
"Vamos a convocar a todos los argentinos a estar unidos porque el mundo nos exige la unidad porque la pandemia no ha terminado y no resolvimos el problema del virus", agregó.
Fernández sostuvo que "el peronismo ahora ha querido" que le toque a él ser quien "conduzca este presente" y liderar "en el medio de la tragedia que significa la pandemia" para sobrepasar "el momento más difícil que el mundo ha experimentado" con el "derrumbe de sus economías".
"En una Argentina en crisis como era la Argentina de diciembre del año 2019 esa pandemia la condenó infinitamente más. Le hizo un daño infinitamente mayor", sostuvo, para luego destacar que "menos mal que gobierna el peronismo" porque "como buenos peronistas, hicimos lo que siempre hacemos los peronistas: pararnos primero al lado de los que más lo necesitaban".
Junto a la cúpula sindical de la CGT, funcionarios nacionales, gobernadores, legisladores e intendentes, Alberto Fernández consideró que "el virus avanza, pero no nos derrota porque estamos de pie y unidos".
En una breve cita histórica sobre el inicio del peronismo, Fernández recordó que "todo empezó en una situación que tiene cierta semejanza con el presente" del país y que luego "durante los años de Perón, fueron tiempos en que gran parte de la sociedad que había quedado en el olvido empezó a tener derechos y el trabajo se dignificó con el aguinaldo y las vacaciones".
"Cuando el pueblo vio a su coronel que había dado derechos y reconocido un lugar en la sociedad estaba detenido, salió a la calle a reclamar por Perón y la historia cambió para siempre. Todos entendieron que había una Argentina invisible y que muchos creían que no existía, pero de repente asomo", indicó.
Al referirse a la historia del movimiento nacional justicialista, el presidente señaló que "una vez y mil veces hicieron lo necesario para que el peronismo desaparezca de la Tierra y no pudieron porque el peronismo llegó a las entrañas del pueblo y le dio derechos".
"Tuvimos que pasar con nuestro líder 18 años exiliados, vivir en una tierra donde el nombre de Perón y Evita no podían pronunciarse, donde una marcha estaba prohibida. ¿Por qué? Solamente porque habíamos llegado a las entrañas del pueblo y le habíamos dado a ese pueblo los derechos que reclamaba. Solamente por eso", sostuvo.
"Pasaron 75 años y el peronismo siempre mantuvo la regla de ser leal a su pueblo", sentenció el primer mandatario.
"Perón y Evita fueron leales a su pueblo. Luego, Néstor (Kirchner) vino años después y su lealtad a la gente le permitió a muchos recuperarse a los que había sufrido en la crisis de 2001. Después vino Cristina (Kirchner) y le dio derechos a minorías como nadie otorgó durante la democracia", indicó.
Y agregó: "Como dice el Papa Francisco, primero los últimos, porque si uno abandona en la pobreza a esos últimos esa sociedad nunca va a ser una sociedad valiosa y va a ser una sociedad injusta y desigual".
Durante su discurso, Fernández se permitió bromear al señalar que "Dios debe ser peronista porque menos mal que el peronismo está gobernando la Argentina en estos momentos de pandemia porque en todos estos meses nuestra mayor preocupación es que nadie padezca más de lo que la pandemia ya hace padecer".
Con efusividad, el primer mandatario aseguró estar "seguro de que hay un país que nos merecemos".
"A esta Argentina derrumbada la vamos a poner de pie. A esta Argentina que se enferma la vamos a curar nosotros sin odios. Este acto no es el anti banderazo", añadió en referencia a las manifestaciones de la oposición.
Y, acotó: "Sepan que nacimos del amor a Perón y Evita, no hay odio ni rencores, sino lo que hay es ganas de poner de pie a la argentina de una vez por todas".
En tanto, la vicepresidenta Cristina Fernández no asistió al acto de la CGT pero desde sus redes sociales pidió "que la lealtad a las convicciones, al pueblo y a la Patria sigan inalterables en tiempos de pandemia. Con la misma pasión y el amor de siempre".
El acto en la CGT formó parte de una jornada de conmemoración que contó en primer término con la visita de Alberto Fernández junto al gobernador bonaerense Axel Kicillof a la isla Martín García donde estuvo preso Perón días antes del 17 de octubre de 1945.
Entre las actividades por el día de la Lealtad estaba prevista una movilización virtual a través de una plataforma diseñada especialmente para la ocasión pero no se pudo llevar a cabo por "un ataque informático masivo" que "hizo caer el sitio", según lo denunciado por los organizadores, por lo que el acto solo se vio por las redes sociales del sitio 75octubres.
Informe: Télam
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