El Banco Central dio a conocer las nuevas medidas para
acotar la compra de la moneda norteamericana y reducir
la brecha cambiaria
Economía - El Banco Central (BCRA) decidió este martes restringir aún más el cepo cambiario.
Puso en marcha una batería de medidas con las que espera aliviar la presión sobre sus deterioradas reservas y con las que aspira a reducir la brecha cambiaria.
La entidad que preside Miguel Ángel Pesce resolvió que los gastos realizados con tarjetas en el exterior ocuparán parte del cupo mensual de u$s 200, dispuso una
retención del 35% para la compra de dólar ahorro o gastos con tarjeta en el exterior, extendió a 15 días el parking para la compra de títulos en moneda local y decidió limitar el
acceso al mercado a empresas que deban afrontar deudas superiores a u$s 1 millón por mes.
La autoridad monetaria estableció que a partir del 1° de septiembre de 2020 los pagos realizados por los consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito o débito
se tomarán a cuenta del cupo mensual. No habrá tope al consumo con tarjetas (débito y crédito) y cuando los gastos mensuales superen el cupo, absorben el de los meses subsiguientes.
Para no afectar la operatoria habitual, indicó el Central, la deducción del límite será aplicada al inicio del mes siguiente a la realización de los
consumos con tarjeta de crédito en moneda extranjera.
Desde este miércoles, el precio efectivo de acceso la divisa pasará de $103 a casi $131, y se imputará al cupo de compra mensual de US$200 los pagos por consumos en moneda extranjera con tarjetas de crédito o débito realizados desde comienzos de mes.
El nuevo valor del dólar surge de sumarle a la cotización minorista, que cerró este martes a $79,25, ya no sólo el 30% del impuesto PAIS ($23,77) sino también
la retención antes mencionada, que se aplica también sobre el valor de compra inicial de la divisa (otros $27,74), por lo que el precio efectivo de compra sería de $130,76.
La nueva restricción, el corazón del nuevo paquete de restricciones cambiarias, no pone un tope a esos consumos, pero hace que si se intenta cancelarlos comprando los dólares,
comprometen el acceso al mercado en los meses siguientes.
"Es decir, que si uno gastó US$1000 en un mes, por cinco meses no podrá comprar dólares para atender otras compras o para ahorro", explicó anoche
el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Ángel Pesce, al anunciar las medidas.
"Para no afectar la operatoria habitual, la deducción del límite será aplicada al inicio del mes siguiente a la realización de los consumos con tarjeta
de crédito en divisas", aclaró el comunicado de la entidad monetaria.
Esto quiere decir que quienes pagan servicios del exterior tales como Netflix, Spotify, iCloud o el almacenamiento de Google, entre otros, tendrán que deducir ese gasto de su
cupo, por si quisieran acceder al mercado para comprar dólares para tenencia.
Es decir, según este nuevo criterio, buena parte de los tarjeta habientes que no hubieran sido desalentados por el aumento en la cotización igual tendrán ya parte
del cupo de compra usado por los consumos en dólares que tienen comprometidos en este tipo de servicios.
El nuevo torniquete, que busca desalentar la demanda por la vía aumento del 27% en el precio de acceso a la divisa, en un contexto de caída de ingresos, incluye un mayor
control a las cuentas abiertas en dólares en adelante en el sistema financiero local, aunque incluirá una revisión de algunas de las hoy activas,
"Sólo se permitirá a quienes muestren la capacidad económica y de ingresos requeridos para la apertura de nuevas cuentas bancarias en dólares y se limitará
el acceso de cotitulares a la compra de dólares para atesoramiento", explicó Pesce, quien graficó aclarando que, en ese caso, el cupo de US$200 por mes permitido será por cuenta y no por titular.
Por último, queda restringido el acceso al mercado a todos los beneficiarios de planes sociales, algo que el BCRA había intentado meses atrás pero no había
entrado en vigencia.
Pesce admitió que las medidas son consecuencia de la fuerte pérdida de reservas que el BCRA viene sufriendo en los últimos meses. Como explicó días
atrás LA NACION, la entidad llevaba 12 semanas seguidas perdiendo reservas y a un ritmo cada vez mayor, ya que venía duplicándose mes a mes desde julio, tras las nuevas restricciones impuestas a la demanda
de empresas desde fin de mayo.
En esas continuas intervenciones, que apuntaron a mantener bajo control el ritmo de deslizamiento que el Gobierno quiere darle al tipo de cambio oficial (el comercial), sacrificó
unos US$2700 millones en ese lapso, cifra que representa el 90% de sus reservas líquidas con que contaba y un tercio de las netas, que quedaron en los últimos días a un paso de perforar los US$7000 millones
(estaban en US$11.500 millones al asumir Alberto Fernández).
Pesce también admitió que fracasó la expectativa que el Gobierno tenía respecto de la posible "calma" que aportaría al mercado el cierre
exitoso de los canjes de deuda al generar un alivio muy considerable en los compromisos de pago del país por varios años.
El plan de aguante con la débil posición de reservas se completa con una serie de normas para limitar las operaciones de dólar financiero a los agentes locales,
en un intento por mantener alineadas esas cotizaciones con el dólar minorista.
En este sentido, Pesce adelantó que la Comisión Nacional de Valores (CNV) "fijará mecanismos de transparencia para que esas operaciones se realicen a través
de mercados institucionales locales y agentes autorizados", lo que incluye una prohibición para que los "no residentes puedan liquidar títulos contra moneda extranjera" y el aumento a 15 días
del denominado parking "para la transferencia de títulos valores adquiridos con pesos" si los títulos se operan contra cuentas en el exterior.
El plan se completa con una invitación a que las empresas que enfrenten compromiso de pago por deudas con el exterior los reprogramen.
"La deuda externa privada financiera creció en unos US$20.000 millones en los últimos años y hay vencimientos por US$3300 millones en los próximos 6
meses. Les vamos a pedir a la empresas que tengan vencimientos de más de un millón de dólares mensuales que presenten un programa de reestructuración para refinanciar el 60% de los vencimientos
a 2 años de vida promedio, pero no vamos a impedir los pagos de intereses para que no tengan problemas en sus calificaciones", aclaró el funcionario.
Informe: EC, LN y agencias
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