Fue multitudinaria la marcha realizada por las mujeres frente al Congreso de la Nación contra los femicidios y a favor del aborto. (Foto/La Nación) |
Ni la lluvia ni la caída de la Bolsa las detuvieron. La marea feminista cubrió hoy la ciudad, de violeta, contra la violencia machista. Verde, por la legalización
del aborto. Esos fueron los colores que en pañuelos, remeras y banderas, inundaron los alrededores del Congreso.
Miles de mujeres marcharon desde la Plaza de Mayo hasta el Congrego para levantar la voz y exigir el fin
de los femicidios, la aprobación del proyecto de interrupción legal del embarazo y la igualdad en el mundo del trabajo, entre otros reclamos que hermanaron ayer en el Día Internacional de la Mujer . Las
consignas se dibujaron con gliter, en pancartas, se colgaron de coronas de flores, se pintaron en el cuerpo. Todos gritos nacidos de un mismo reclamo: la igualdad de género.
La marcha se convocó a las 17, pero varias horas antes, los alrededores de las bocas de subte se fueron inundando de mujeres, muchas de ellas que habían adherido al paro
internacional feminista que se llevó a cabo en cientos de ciudades de todo el mundo. Un paro productivo y reproductivo, tal como lo definieron desde el escenario las organizadoras de la marcha.
"En 2018, un puñado de senadores hizo que no salga nuestra ley, apoyados por los sectores más conservadores de las provincias y la cúpula de la iglesia. En
2020, vamos a impedir que esto vuelva a suceder. Unidas y en las calles tenemos que conquistar que sea ley", leyó una de las oradoras, y la marea verde estalló en gritos y aplausos.
Este es el tercer año que el paro de mujeres tiene como eje central el reclamo de la legalización del aborto, cuando se presentó el primer proyecto a instancias
del ex presidente Mauricio Macri. "Estoy acompañando a mi hija. Este es un reclamo más de ella que mío, que está empezando a salir sola y como madre tengo miedo y no quiero que sea así.
Este es un momento sororo que no me quería perder", dice Mariana Petrarca, mamá de Martina, que lleva puesta una remera que grita: "mujer bonita es la que lucha".
El corona virus también se metió en la marcha. No impidió que las manifestantes caminaran codo a codo, que compartieran mate ni que se abrazaran. "El virus
mortal es el patriarcado", llevaba en Sofía Cuellar en su cartel. Otro cartel completaba: "Marcho porque estoy viva, pero no sé hasta cuándo". Los femicidios, que en lo que va del año
ya suman 68 casos, fue central en las consignas. También el fin y la condena de los abusos, el acoso sexual y la descalificación de las mujeres.
Las pancartas, escritas a mano en cartulinas, hablaban por sí mismas. "La pornografía es la pedagogía de la violación". "Feliz va a ser el
día que no falte ninguna". "No soy histérica ni estoy menstruando, grito porque nos están matando".
Refugiándose de la lluvia que empezó pasadas las 18, Cecilia Sforsini, de 21 años y diseñadora, se sumó al reclamo con pañuelo atado al puño.
"Tenemos muchos reclamos. No existe la igualdad en el trabajo", insiste. "Hablo por mí y por mis amigas", dice. Las chicas asienten. Son músicas. "También hay muchas mujeres en
el ámbito del rap, que no tienen las mismas oportunidades y queremos visibilizarlo", dice una de ellas, rapera, conocida como La Kabronx.
La directora de Amnistía Intenacional Argentina y embajadora local de She Decides, estuvo en la marcha. "Nos reunimos para reivindicar nuestros derechos. Para que dejen de
morir mujeres. Para lograr que la brecha salarial y el techo de cristal dejen de existir. Para concientizar que somos las mujeres quienes estamos a cargo de las tareas de cuidado y del hogar de manera desproporcionada",
enumeró Mariela Belski. Y también recordó: "la implementación de la ley de educación sexual en todas las escuelas es urgente".
"Las tareas de cuidado son la clave de la división sexual y jerarquizada del trabajo. Y suponen una doble y triple jornada laboral. Por eso exigimos su reconocimiento y remuneración",
se leyó en otro tramo del documento colectivo.
Lo político es personal, rezaba la remera de una de las mujeres presentes. Y lo cierto es que, si bien el reclamo feminista no responde a un solo eje partidario, son muchas las
agrupaciones políticas que hacen punta en estas marchas: Pan y rosas, PTS, las Rojas, Partido Obrero, Frente de Izquierda y Mujeres piqueteras, entre otras. Y el reclamo político también se coló
en el documento que se leyó desde el escenario. "La deuda que el gobierno de Cambiemos contrajo con el FMI fue a costa de las mayorías sociales. A costa de nuestra soberanía. Paramos porque sabemos
que toda deuda pública y externa se traduce en una deuda en cada una de nuestras casas. El ajuste es para todes", se leyó desde el frente.
Entre las pancartas y los reclamos, también se coló algún ladrón de celulares. Las chicas se avisaban unas a otras. En la esquina de Entre Ríos y Rivadavia,
la sororidad se puso en acción. Cerca de las 20, y en medio del tumulto, empezaron a señalar al ladrón: un hombre de remera azul que levantaba las manos. Le sacaron la mochila y empezaron a repartir lo
celulares robados mientras otras lo empujaban hacia afuera de la multitud, le sacaban fotos y llamaban a la policía. Que no vino.
© La Nación
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