Por Fernando Savater |
Fue They Live, del entrañable John Carpenter, no demasiado buena pero curiosa. Gracias a unas gafas especiales, el
protagonista ve la realidad tal como es y no como parece: entre la gente normal se mueven unos extraterrestres con rostro de calavera que nos controlan a través de anuncios y mensajes subliminales, ordenando “obedece
a la autoridad”, “no pienses”, “reprodúcete”, “el dinero es Dios”, etcétera. Nada demasiado original, pero me resultó sugestivo.
Creí poseer gafas extralúcidas para ver tras los “progresistas” de garrafón a seres llegados de planetas no muy lejanos: separatistas de clericalismo
xenófobo, terroristas mal reciclados, pesebristas de identidades subvencionadas...
Tras quienes claman por “más democracia” vi a imitadores de los Castro, Maduro, Evo Morales y demás boicoteadores
de la democracia plena en América. Y más calaveras entre quienes piden libertad de expresión y manipulan los medios públicos, entre los “pacifistas” que incendian las calles y hostigan
a quienes discrepan o impiden a los estudiantes asistir a clases porque sus rectores de disimulada faz siniestra prefieren que hagan másters en barricadas.
Otros disfrazados son tonantes “antifascistas” que a través de mis gafas aparecen como saboteadores de la Constitución del 78 o sea, lo sepan o no, como lo
más efectivamente semifascista que hay en nuestro mercado político. Engañosas calaveras...
María Antonieta deja el libro y se estremece: suenan pasos en el corredor, ya vienen a buscarla.
© El País (España)
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