Luego de extensos debates en ambas cámaras, se aprobaron sendos proyectos de declaración ante la crisis institucional boliviana
Diputados celebran la aprobación del proyecto de declaración repudiando el "golpe de Estado" en Bolivia, sumándose a idéntica posición del Senado. (Foto/La Nación) |
Nacionales - La Cámara de Senadores de la Nación aprobó un proyecto de declaración en el
que repudió "el golpe de Estado perpetrado en Bolivia" que forzó la renuncia del presidente constitucional Evo Morales, luego de un extenso debate que estuvo a punto de fracasar por la falta de acuerdo
entre las bancadas del Justicialismo y Juntos por el Cambio.
La iniciativa presentada por el peronismo fue aprobada con 29 votos a favor y ocho en contra, mientras hubo cuatro abstenciones.
La votación debió suspenderse durante unos minutos porque, ante la falta de acuerdo para unificar posiciones, el oficialismo decidió abstenerse en masa para no votar
en contra.
Sin embargo, esa postura conspiraba contra la continuidad de la sesión, ya que las abstenciones no cuentan para el quórum.
Por ello, a las senadores radicales Silvia Giacoppo y Silvia Elías de Pérez se les sugirió que votaran en contra para mantener viva la reunión.
"Giacoppo y Elías de Pérez votarán en contra y políticamente constará como que se abstuvieron por orden de la Presidencia", bromeó
el presidente Provisional del Senado, Federico Pinedo (PRO).
El documento aprobado por el Senado expresó "su más enérgico repudio al golpe de Estado perpetrado" en Bolivia "contra el gobierno democráticamente
electo del presidente Juan Evo Morales Ayma".
"Como argentinos de profunda tradición de paz y de respeto a la voluntad popular, instamos al Poder Ejecutivo a pronunciarse contra de este golpe cívico-militar que
ha interrumpido el orden democrático y constitucional", señaló la declaración.
En cambio, el oficialismo había presentado un proyecto para "repudiar los ataques contra el sistema democrático, sufridos por el Estado Plurinacional de Bolivia, las
condenables intervenciones Policiales y Militares en el proceso político, como así también las groseras alteraciones a la voluntad popular que desembocaron en una nueva convocatoria a elecciones Presidenciales".
Además, rechazaba "cualquier golpe contra la Democracia y todo tipo de violencia, apoyando las autoridades constitucionales y la alternancia democrática".
El debate duró cuatro horas y tuvo algunos momentos álgidos en los que el peronismo cuestionó fuertemente la política exterior del gobierno de Mauricio Macri.
El presidente del bloque del Frente para la Victoria, Marcelo Fuentes, calificó como "una estupidez no entender cuál es el interés nacional que está
en juego" y pronosticó que "este proceso recién empezó".
"Son los Balcanes en nuestra frontera. Nuestro interés nacional es una Bolivia pacífica, unificada territorialmente", aseguró el neuquino.
El jefe del interbloque de Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, dijo que en el país del altiplano se está "ante un quiebre institucional: hay un mandato inconcluso,
no se cumple con la manda constitucional de renuncia y aceptación y la renuncia del presidente viene de la mano de un planteo concreto de las Fuerzas Armadas".
En ese sentido, agregó que "esto es un golpe democrático: es un golpe y hay que decirlo con todas las letras".
"Así como se repudia el golpe democrático, no quita que nosotros claramente rechacemos el proceso fraudulento y la no convalidación del pueblo que mayoritariamente
se expresó en aquel referéndum que rechazó una nueva reelección de Morales", recordó Naidenoff.
Como contraparte, el formoseño rescató "el proceso democrático que se dio en la Argentina, con una elección en paz, con un resultado electoral contundente
y con el reconocimiento del resultado electoral a las pocas horas por parte del presidente Mauricio Macri".
En tanto, el presidente del bloque justicialista, Carlos Caserio, cuestionó el proyecto de declaración que pretendía aprobar el oficialismo.
"No es serio aceptar un golpe de Estado porque hay una denuncia de fraude. A Evo lo echaron, lo amenazaron, lo coaccionaron. Lo que hizo fue preservar su vida, la de su familia
y la de sus adeptos. Hay que hablar claro", afirmó el senador cordobés.
Además, consideró que "la actitud de los militares bolivianos fue de sedición" y que no debía "discutirse el proceso electoral" que fue
considerado como fraudulento por el presidente de la Organización de Estados Americanos (OEA), el uruguayo Luis Almagro.
"Lo que discutimos es que un presidente electo tuvo que dejar el mandato porque los militares le pidieron que se vaya", sentenció.
En Diputados
La Cámara de Diputados aprobó este miércoles el proyecto del Frente de Todos que declara un “profundo repudio” hacia el “golpe de Estado”
perpetrado en Bolivia, en una votación a mano alzada que le permitió a Cambiemos no dejar expuestas sus diferencias internas.
A lo largo de la sesión especial, que duró casi cinco horas, el oficialismo se esforzó para unificar una postura en torno al texto del peronismo, luego de frustradas
negociaciones para arribar a una redacción común entre ambos espacios.
A la hora de la votación, el titular de la bancada de Cambiemos, Mario Negri, pidió votar en conjunto los tres proyectos en cuestión -el propio, el del peronismo
y un tercero del bloque Evolución-, con el argumento de que se trataba de una declaración y no de una ley.
Sin embargo, esa moción fue rechazada, por lo que se sometió a votación el proyecto del Frente de Todos, que por impulso de Emilio Monzó fue aprobado a mano
alzada, un formato que benefició al oficialismo, que se debatía entre la abstención o abandonar el recinto.
“Ante el impedimento de la mayoría, nos abstenemos a los efectos de la votación. Pero que quede constancia de que estamos ante el acto antidemocrático más
importante después de haber invocado la democracia durante 10 horas”, denunció Negri una vez consumada la votación, mientras los diputados ya se levantaban de sus bancas.
El proyecto aprobado expresa un “profundo repudio” de la Cámara baja hacia el “golpe de Estado perpetrado el 10 de noviembre de 2019 en el Estado Plurinacional
de Bolivia, que obligó a su presidente Juan Evo Morales Ayma y otros/as funcionarios del gabinete a renunciar a su mandato”.
A su vez, convoca “a todo el arco político de la región a exigir el cese inmediato de la persecución y violación de derechos humanos de funcionarios/as,
dirigentes/as políticos, sociales, sindicales, feministas y de la población en general”.
Por último, exhorta al “pronto restablecimiento de la democracia y el orden constitucional, subvertido por la policía y las Fuerzas Armadas”.
Del mismo modo, el proyecto de Evolución -bloque liderado por Martín Lousteau- también definía los acontecimientos como un “golpe de Estado” y
hablaba, entre otras cosas, de “reanudar el proceso electoral a fin de reestablecer cuanto antes el Estado de Derecho”.
Cambiemos, en cambio, proponía una declaración de repudio contra “los ataques contra el sistema democrático” en Bolivia, donde además se rechazaba
“cualquier golpe contra la democracia y todo tipo de violencia”.
El texto encabezado por Negri también ratificaba el compromiso con la Cláusula Democrática de la OEA y el Protocolo de Ushuaia del Mercosur y, fundamentalmente,
condenaba “las gravísimas alteraciones a la voluntad popular que desembocaron en el anuncio de una nueva convocatoria a elecciones presidenciales”.
El debate
En la piel de futuro canciller, el diputado nacional Felipe Solá abrió el debate y subrayó que “no hay ninguna duda de que en Bolivia hubo un golpe de Estado”,
a la vez que aseguró que la aprobación de la declaración servirá para “contribuir a la pacificación” y “reencauzar el proceso democrático”.
“No hay ninguna duda de que en Bolivia este fin de semana hubo un golpe de Estado. No tiene sentido entre hombres y mujeres políticos empezar a discutir técnicamente
qué es un golpe de Estado. Esto no es una academia”, advirtió Solá, quien hizo un repaso de los sucesos ocurridos desde el fin de semana en Bolivia.
El diputado de Red por Argentina sostuvo que la aprobación de la declaración permitirá “disipar los temores de que en América Latina estemos regresando
a los tiempos más oscuros de todos”; “contribuir a la pacificación en Bolivia”; y “ayudar a reencauzar el proceso democrático en toda Bolivia”.
Agustín Rossi, titular de la bancada del Frente para la Victoria-PJ, destacó: “No encontré ningún discurso que no haya condenado el golpe de Estado.
Lo que surge es que lo que pasó en Bolivia es un golpe de Estado. Me complace”.
El exministro de Defensa advirtió que “empieza a aparecer en América Latina un nuevo papel, que son las Fuerzas Armadas”, y “(Jair) Bolsonaro tiene mucho
de culpa en eso”, a la vez que Estados Unidos, con Donald Trump, “tiene mucho que ver”.
En nombre de la UCR, Facundo Suárez Lastra se metió en la discusión acerca del concepto de golpe de Estado: “Me resisto a la discusión semiótica.
Si quieren llamarlo 'golpe', llamémoslo 'golpe'. Pero llamemos las cosas por su nombre: los errores prácticos en el comicio se llaman 'fraude' y es un robo a la soberanía del pueblo”.
También opinó que “la mejor salida” para “que esta terrible situación que vive nuestro pueblo hermano se resuelva” es “que los cuerpos
institucionales de Bolivia funcionen sin deserción”, ya que “no se puede desertar a la Asamblea Legislativa”, que debía pronunciarse sobre la renuncia de Morales y no tuvo quórum.
Por su parte, Guillermo Carmona (Frente para la Victoria-PJ) denunció que “resulta injustificable que se esté mirando para otro lado como lo hacen el presidente (Mauricio)
Macri y el canciller (Jorge) Faurie”, y reclamó “que el Gobierno argentino se exprese categóricamente en contra del golpe de Estado”.
Según el diputado, Macri y Faurie “están pisoteando la tradición política y diplomática argentina, que se ha caracterizado por una defensa irrestricta
de la democracia en el continente”.
Además, Carmona cruzó a sus pares radicales: “Nos sorprende que los partidarios de aquel centenario partido titubeen en relación a la existencia de un golpe
de Estado”.
Paula Oliveto, de la Coalición Cívica-ARI, sostuvo que “las Fuerzas Armadas tienen que estar subordinadas al poder civil”, ya que “cuando así no
pasa se rompe el orden constitucional y se lesiona la democracia, y eso acá o en la China se llama golpe”.
La diputada advirtió que “no respetar el voto popular también es deslegitimar el Estado de Derecho”, en relación a la decisión de Evo Morales
de desconocer el referéndum que le dijo “no” a su reelección.
Todavía dentro del Pro, Daniel Lipovetzky plasmó sus diferencias en cuanto a la postura mayoritaria de Cambiemos, al sostener que “cuando ocurre un golpe de Estado
tenemos que ser muy claros, no hay grises”, y llamó a “dejar de lado las diferencias” para aprobar un texto común.
“Cuando uno escucha que el jefe de las Fuerzas Armadas de un país hermano sugiere o exige la renuncia a un presidente, está claro que estamos hablando de un golpe
de Estado”, sentenció Lipovetzky.
Informe: Télam y Parlamentario.com
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