Es una medida unilateral
del Gobierno al no haber
acuerdo entre los sectores gremiales y empresarios
Dante Sica |
Economía - Sin el
acuerdo de los representantes gremiales de la CGT y las dos CTA, el Gobierno
fijó de manera unilateral el nuevo haber mínimo vital y móvil en $16.875. El
aumento, que será de 35 por ciento, se concretará en tres cuotas: un 13% en
agosto, un 12% en septiembre y un 10% en octubre.
El Ministerio de Producción y Trabajo resolvió establecer la
nueva pauta salarial de un trabajador soltero en $16.875 a través de un laudo,
ante el rechazo de las centrales obreras que consideraron a la cifra "no
satisfactoria" por el impacto de la devaluación y la inflación en la
canasta básica de alimentos. Es el tercer año consecutivo que el Gobierno fija
el haber mínimo sin acuerdo de las partes.
"No es aceptable, no es un valor que acompañe la caída
de los ingresos", dijo Héctor Daer, uno de los dos secretarios generales
de la CGT a la salida del encuentro. Advirtió que no están previstas medidas de
fuerza y remató: "Estamos próximos a una elección y a un cambio de
gobierno".
El salario mínimo estaba en $12.500 y este viernes el
Gobierno fijó un aumento del 13% para agosto, 12% para septiembre y 10% para
octubre, no acumulativo. Cuando Mauricio Macri asumió su gestión, el salario
mínimo vital y móvil representaba el 58% de la canasta básica. Antes del
aumento que se anunció este viernes, era equivalente al 40%.
En el Gobierno esperan que en septiembre el salario mínimo
represente alrededor del 55% de la canasta básica de alimentos, una cifra que
las fuentes oficiales encuadraron en el "promedio histórico".
"Es un año electoral, por eso los aumentos son este año",
reconocieron.
"Buscamos todos hacer un esfuerzo", señalaron
desde el Gobierno. No descartaron que sigan las conversaciones, dado el
vertiginoso devenir económico, aunque no hay fechas fijadas para nuevas
reuniones.
La CGT y las dos vertientes de la CTA exigían como haber
mínimo el valor de la canasta familiar de pobreza del Indec, de $31.148. Es
decir, un incremento de casi el 148%. Así lo manifestó Ricardo Peidro, titular
de la CTA Autónoma, durante la movilización que protagonizó en los alrededores
de la cartera laboral junto con sectores más combativos, como la Corriente
Clasista y Combativa (CCC) y organizaciones de izquierda como el MST.
La CGT, por su parte, mantendrá su acuerdo subterráneo con
el Frente de Todos para no sumar ruido en la calle en las próximas semanas,
luego de que la central obrera manifestara abiertamente su apoyo a la
candidatura de Alberto Fernández.
Tras el plenario de empresarios y sindicalistas en sede del
gobierno, el vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, Daniel Funes de
Rioja, expresó que "los empresarios y microempresarios también están con
la soga al cuello". "Cada sector sabe lo que puede dar, hoy hay que
preservar el empleo y buscar las salidas posibles", agregó el empresario.
A la mesa del Consejo del Salario se sumaron, por primera
vez, representantes de las organizaciones, que el miércoles encabezaron una
amplia movilización en la 9 de Julio. Estuvieron presentes en la mesa Esteban
Castro (CTEP) y Omar Giuliani (CTA-A). La pauta del salario mínimo impacta
directamente en los planes sociales. La mitad del monto del sueldo básico
representa el salario social complementario, previsto en la ley de emergencia
social.
También sirve de referencia para los salarios iniciales de
los docentes (que deben encontrarse un 20% por encima del salario mínimo fijado
este viernes) y sobre las jubilaciones, dado que la ley marca que los haberes
jubilatorios no serán inferiores al 82% del salario mínimo vital y móvil.
Desde el Ministerio de la Producción y el Trabajo, que
encabeza Dante Sica, señalaron que "las partes acordaron realizar un
seguimiento de la situación en los próximos meses, y volverán a reunirse en
caso de considerarlo necesario".
Sica había manifestado antes de la PASO que el incremento
del salario mínimo debía estar en línea con las paritarias de este año y
proyectaba un aumento de entre el 28 y el 32%. Pero debió estirar algo más ese
cálculo tras la pronunciada devaluación del peso que se registró tras las
elecciones, que tendrá -tal como anticipó el ministro de Hacienda, Hernán
Lacunza- un impacto pronunciado en la inflación que se anunciará en septiembre.
Informe: LN
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