El tribunal de Brooklyn dicta también 30 años por violencia con armas de fuego y 20 por blanqueo de dinero
Joaquín Guzmán Loera, conocido como el Chapo, fue condenado a cadena perpetua por la justicia de Estados Unidos. (Foto/Eduardo Verdugo-Associated Press) |
Mundo - Joaquín Guzmán Loera, el narcotraficante mexicano conocido como El Chapo, fue sentenciado este
miércoles a cadena perpetua, con lo que termina una de las carreras criminales más brutales y notorias de la historia moderna.
La cadena perpetua, dictada por la ley como resultado de lo grave de los crímenes de Guzmán, fue dada a conocer en la Corte de Distrito Federal en Brooklyn donde el capo
fue declarado culpable en febrero pasado por los cargos de narcotráfico, asesinato y lavado de dinero después de un juicio de tres meses.
Mientras algunos de los agentes federales que lo persiguieron durante años miraban desde la galería, el juez Brian Cogan dictó la cadena perpetua y Guzmán,
de 62 años, fue llevado para prepararlo —después de una apelación— para que pase el resto de su vida tras las rejas.
El juez Cogan dijo que la “abrumadora maldad” de los crímenes de Guzmán era evidente. Además de sentenciarlo a una cadena perpetua más treinta
años, ordenó al capo pagar 12 600 millones de dólares en reparación de daños.
Guzmán habló durante varios minutos antes de su sentencia y dijo que no había sido un juicio justo y se quejó sobre su encarcelamiento en una prisión
federal en Manhattan, al calificarlo de una “tortura psicológica, emocional y mental veinticuatro horas al día”.
“Dado que el gobierno de Estados Unidos me va a enviar a una prisión en la que mi nombre no volverá a ser escuchado nunca más, aprovecho esta oportunidad para
decir que aquí no hubo justicia”, dijo el exlíder del Cártel de Sinaloa.
Guzmán casi seguramente será enviado a la prisión federal más restrictiva de Estados Unidos, ADX, una prisión de máxima seguridad en Florence,
Colorado.
El Chapo, de 62 años, fue arrestado por última vez en enero de 2016 —antes escapó dos veces de prisión— y extraditado un año después,
en 2017, a Estados Unidos. Un jurado popular le declaró culpable el 12 de febrero de 10 delitos penales tras 11 semanas de juicio. El más importante, por dirigir una organización criminal. Se completan
con otros delitos como conspirar para distribuir droga, uso de armas de fuego y blanqueo de dinero. Pese al arresto y enjuiciamiento de Joaquín Guzmán, el cartel de Sinaloa sigue siendo considerada la organización
criminal más importante dedicada al tráfico de droga en México.
El Departamento de Justicia estadounidense buscaba que Guzmán fuera sentenciado con la pena de cadena perpetua como líder principal de dicho cartel mexicano, y que le cayeran
otros 30 años más por violencia con armas de fuego. En EE UU basta con traficar con más de 150 kilos de cocaína y obtener 10 millones de dólares con su venta para ser encerrado de por vida.
De las 27 imputaciones de delitos que ha tenido que examinar el jurado popular, se consideró que El Chapo cometió 25.
El Gobierno estadounidense solicitó, además, poder recuperar 12.666 millones de dólares por los beneficios ilícitos que El Chapo obtuvo gracias al narcotráfico.
El cálculo corresponde a las cantidades de droga sobre las que el jurado apoyó su veredicto a partir de las pruebas presentadas por la acusación y los testimonios de 14 testigos colaboradores, como sus
exsocios Chupeta, Jorge Cifuentes o los hermanos Flores.
Estos proveedores de droga del cartel de Sinaloa relataron durante los tres meses que ha durado el proceso cómo suministraron cantidades masivas de cocaína a El Chapo para
que la introdujera y la distribuyera en EE UU. El mexicano tenía la fama de ser el traficante más rápido y por eso hacían negocios con Guzmán, con el que compartían los riesgos, pero
también los beneficios.
La Fiscalía concluye que El Chapo traficó durante tres décadas con 528 toneladas de cocaína, por un valor estimado en el mercado de 11.810 millones de dólares.
Se le suman 423 toneladas de marihuana, cuya venta generó 846 millones, y 202 kilogramos de heroína, por 11 millones. Son cantidades probadas y que se consideran “conservadoras” respecto a los montos
que se han ido mencionando durante todo el proceso.
El jurado ha determinado también que El Chapo conspiró para matar a unos 26 individuos que representaban una amenaza para el cartel de Sinaloa, incluidos informantes, miembros
de organizaciones rivales, agentes de seguridad, asociados que le traicionaron e incluso a familiares.
Las pruebas, como dijo el juez, eran abrumadoras y demostraron cómo Guzmán utilizó el secuestro, la tortura y el asesinato como herramientas para disciplinar a los
miembros de la organización y contra aquellos que actuaban contra los intereses del cartel. La Fiscalía permitió que una de las víctimas de El Chapo hablara en la vista de este miércoles.
Se trató de Andrea Vélez, quien trabajó para el cartel, hasta que, explicó, Guzmán puso precio a su cabeza por valor de un millón de dólares. Vélez contó que los
miembros de la organización le advirtieron de que si se alejaba de ellos, saldría "en una bolsa de plásticos con los pies por delante". Ahora, asegura que da la cara públicamente para
que las personas que se ven tentadas a sumarse en el negocio de la droga, no lo hagan.
El juicio ha servido para presentar con gran detalle cómo el cartel operaba y movía el dinero para funcionar. Los retornos que generaba la venta de la droga se reinvertían
en nuevos cargamentos, dar seguridad a los enviados a través de sobornos a las autoridades y financiar las guerras con organizaciones rivales. En paralelo, además, se utilizaron varios métodos para blanquear
el efectivo.
El reto ahora es identificar las propiedades y sociedades que utilizó El Chapo. Joaquín Guzmán llegó a estar en la lista de multimillonarios de Forbes y varios
testigos relataron su vida de nuevo rico durante el boom de la coca en los años ochenta. Pero su defensa insiste en que El Chapo es solo un pobre campesino endeudado que pasó su vida huyendo de la justicia y
que el verdadero líder, Ismael El Mayo Zambada, sigue prófugo. De hecho, la defensa de El Chapo trató de desmontar la causa del Gobierno estadounidense diciendo que su procesamiento era una conspiración
junto a las autoridades mexicanas para mantener a Ismael Zambada al frente.
Ambición
El caso ha demostrado también cómo la sed de notoriedad y la ambición de El Chapo por controlarlo todo acabaron convirtiéndose en su mayor vulnerabilidad.
Es lo que le puso en manos de la justicia estadounidense. Algunos de los colaboradores con la justicia fueron sentenciados recientemente, como Vicente Zambada Niebla, quién se ha beneficiado de una reducción
importante de la condena por su colaboración en el proceso. También Edgar Galván.
La atención de la justicia de EE UU se dirige ahora hacia los Chapitos. Justo un día después del veredicto del 12 de febrero en el que el jurado popular declaró
culpable a El Chapo, se presentaron cargos contra dos hijos de Guzmán, Joaquín y Ovidio. Los dos hermanos deben ser aún arrestados para poder ser extraditados a EE UU y someterse a juicio en la corte federal
en el distrito de Columbia. Los cargos se presentaron basándose en el testimonio de los arrepentidos.
Informe: The New York Times y El País (España)
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