Por Guillermo Piro |
Green Book habla de la amistad entre un guardaespaldas y un
pianista de color, de gira por el sur de los Estados Unidos en 1962.
El hecho
es que en ese año está aún en vigor la ley Crow, que establecía para los
afroamericanos el estado de “separados pero iguales”, y que por lo tanto
aceptaba la separación de blancos y negros en lugares públicos. Esa separación
era mucho más evidente en los estados del sur, justamente aquellos por los que
el pianista Don Shirley de la película hace su gira. Para saber dónde parar y
hacer compras y comer, dónde dormir y dónde cargar nafta, Don confía en los
datos suministrados por una guía pensada para los negros: The Negro Motorist
Green Book.
Durante años, el Negro Motorist Green Book fue una
importante herramienta para todos aquellos negros que quisieran viajar en los
años de la segregación. Se publicó una edición anual entre 1936 y 1964, con una
breve interrupción durante la Segunda Guerra Mundial. La primera guía incluía
solo el área de Nueva York y tenía 16 páginas. Las últimas ediciones superaban
las cien páginas y abarcaban todos los Estados Unidos y también partes de
México y Canadá.
El creador de esta
guía fue Victor Hugo Green, un empleado de correos afroamericano. Gracias a su
trabajo en el correo pudo desarrollar una red de contactos en todo el país, de
modo que sabía dónde, incluso en lugares lejanísimos, los negros eran aceptados.
A veces, de un centenar de hoteles y moteles solo unos pocos aceptaban viajeros
negros, y entonces la guía sugería las llamadas “tourist homes”, habitaciones
en alquiler en casas de familia. El éxito de su guía fue tal que Green pudo
renunciar al correo y en 1952 abrió su propia agencia de viajes. Murió en 1960,
cuatro años antes del Civil Rights Act que abolió todas las leyes
discriminatorias hacia la gente de color.
El Green Book, en sus mejores momentos, llegó a tener una
tirada de 15 mil ejemplares y se distribuía por correo, o en los negocios
frecuentados por negros, o en las estaciones de servicio Esso.
El Green Book, como todo libro que se precie, tenía un
prólogo, donde Victor Hugo Green explicaba que su objetivo era “darle al
viajero negro toda la información necesaria para no meterse en problemas y
hacer el viaje más placentero”. Esos problemas variaban mucho de estado en
estado y aumentaban en los del sur, históricamente más racistas. En ciertos
hoteles, restaurantes y estaciones de servicio, por ejemplo, se les permitía
acceder, pero no usar los baños. En el sur aumentaban las prohibiciones. En la
región del delta del Mississippi los negros no podían superar con el auto al de
un blanco, para que el polvo que levantaba al pasar no los molestara. En otras
zonas (eso se ve en la película) a los negros les estaba prohibido viajar de
noche.
La guía de Green fue determinante para permitirles a muchos
negros con auto moverse, crear una red de contactos, sentirse parte de un país
que podían conocer –y que mal que les pesara a muchos era el propio. La guía se
volvió un objeto de culto, al punto que Jennifer Reut, que administra el blog
Mapping the Green Book, analiza todos los lugares de los que se ocupaba la guía
para descubrir cuáles son los negocios, hoteles, restaurantes y estaciones de
servicio que todavía están en actividad.
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