viernes, 15 de marzo de 2019

Cuidar a Cambiemos: la prioridad de Macri en estas horas


Por Fernando Laborda

El mantenimiento de la unidad de la coalición Cambiemos es uno de los tres factores que condicionarán las probabilidades de Mauricio Macri de ser reelegido. Los otros dos son el nivel de dispersión de la oposición peronista y la percepción de la situación socioeconómica por parte de la ciudadanía.

Es claro que el peor escenario para Macri pasaría por una ruptura de la alianza oficialista, por la unidad del peronismo detrás de un solo candidato y por una caída mayor de las expectativas en materia económica. El mejor escenario tendría que ver, por el contrario, con una recuperación concreta de la economía que mejore el clima social; por la consolidación de la división del peronismo, con Cristina Kirchner entre los candidatos, y por la unidad del oficialismo.

La diáspora de Cambiemos en la provincia de Córdoba, ante la falta de acuerdo entre Mario Negri y Ramón Mestre , encendió una alarma en el tablero de control electoral del Gobierno. Pero rápidamente, los estrategos de la campaña en la Casa Rosada aprendieron las lecciones del llamado efecto Córdoba.

El presidente de la Nación fue claro al respecto. "Lo que pasó en Córdoba es algo que no queríamos y que por suerte no se trasladó al resto del país", afirmó. Los operadores del macrismo actuaron con velocidad para encarrilar potenciales conflictos en otras provincias. Así, se lograron acuerdos en Tucumán y en La Rioja, donde se consensuaron los nombres de los candidatos a gobernador por la coalición oficialista: Silvia Elías de Pérez en Tucumán y Julio Martínez en La Rioja, dos senadores nacionales pertenecientes al radicalismo.

Se trata de dos distritos gobernados desde hace mucho tiempo por el justicialismo y donde los dirigentes de Cambiemos tienen buenas expectativas, en virtud de que, hasta hoy, el peronismo marcharía dividido en ambas elecciones de gobernador: en Tucumán, el actual mandatario provincial, Juan Luis Manzur, no ha podido acordar con su rival y antecesor en el cargo, José Alperovich; en La Rioja, el actual gobernador, Sergio Casas, que busca una controvertida reelección sobre la cual deberá definirse la Justicia, y Luis Beder Herrera tampoco han logrado un acuerdo.

La aparición de Roberto Lavagna en el centro del escenario político, probándose el traje de candidato presidencial, no deja de ser un factor capaz de astillar la alianza entre el radicalismo y el macrismo. Y lo cierto es que el discurso económico que ensayó en los últimos días el exministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner seduce a algunos dirigentes radicales más que las explicaciones que en estas horas ha dado el titular del Palacio de Hacienda, Nicolás Dujovne . "Hay que sacar del lenguaje el ajuste fiscal. Los problemas fiscales solo se resuelven con crecimiento", expresó Lavagna.

La posibilidad de que sectores no peronistas, como los liderados por Margarita Stolbizer y por el socialismo de Miguel Lifschitz , terminen acompañando una candidatura presidencial de Lavagna es otro factor que puede atraer a algunos radicales que no se sientan cómodos con Macri.

Pero, en todo caso, se trata de factores que quienes conducen la UCR podrían esgrimir en una mesa de negociaciones con sus socios macristas para obtener mayores cuotas de poder con vistas a una segunda etapa de Macri en el gobierno nacional. Los comandantes electorales del Pro, con Marcos Peña a la cabeza, han acusado recibo en las últimas horas y los acuerdos alcanzados en Tucumán y La Rioja para ordenar la interna de Cambiemos son un buen ejemplo.

Superadas por ahora las diferencias con Elisa Carrió , la prioridad de Macri en estas horas es prodigarle algún mimo al radicalismo para preservar la unidad de Cambiemos.

© La Nación

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