Por Giselle Rumeau |
En el Gobierno
reconocen sólo algunos de estos errores. Y rechazan de manera visceral la
palabra relato, por entender que bajar un discurso de manera vertical desde el
Estado a la ciudadanía es fascista. "En democracia no hay un relato único
-dicen- sino muchas voces".
Como sea,
más allá de la semántica en torno a la palabra relato, el Gobierno parece haber
aprendido de los errores. Y comienza a preocuparle el futuro. En esa línea,
Cambiemos prepara por primera vez desde su génesis una suerte de programa de
gobierno para el caso de volver a ganar en octubre la elección presidencial.
Las usinas
de ideas de los partidos que integran la alianza -Fundación Pensar (PRO),
Fundación Alem (UCR) y el Instituto Hannah Arendt (Coalición Cívica)-
comenzaron a evaluar de manera semanal las asignaturas pendientes que se van
acumulando con el año electoral para el 2020, en especial, en los temas
referidos a Salud, desarrollo social, trabajo, energía, transporte, justicia e
integración global. En lenguaje macrista, se trata de "un trabajo de
proyección para los próximos cuatro años".
La mesa, comandada
por el omnipresente jefe de Gabinete Marcos Peña- está integrada por los macristas Francisco Cabrera (ex
ministro de Producción) y la diputada nacional Carmen Polledo. El
radicalismo designó a Jesús Rodríguez, auditor general de la Nación, mientras
que el partido de Elisa Carrió le encargó la tarea a la diputada Paula Oliveto
y al secretario de Fortalecimiento Institucional, Fernando Sánchez.
La intención
-dicen dos de sus miembros- es escuchar a todas las voces, con el objetivo de
delinear una concepción plural: intelectuales, académicos, economistas,
politólogos, miembros de organizaciones sociales, titular es de ONGs, y
pensadores extrapartidarios.
"Queremos
fortalecer y ampliar esta conversación interna de Cambiemos sobre la dirección
y el futuro de la Argentina. Potenciar este proyecto político con Identidad
propia", dicen cerca del jefe de Gabinete.
Hasta el
momento, se escuchó a los propios. Ya pasaron por ese espacio de pensamiento
los ministros de Producción, Dante Sica; de Transporte, Guillermo Dietrich; y
de Hacienda, Nicolás Dujovne. Pero entre las figuras académicas que prevén
invitar están el politólogo Andrés Malamud; el filósofo Santiago Kovadloff; el
escritor Marcos Aguinis, y la ex funcionaria de la Alianza, Graciela Fernández
Meijide.
"Además
de las asignaturas pendientes que quedarán de esta gestión, tenemos que pensar
la Argentina que viene en los distintos rubros. La forma en que debemos
enfrentar distintos temas como la aparición de la carne sintética o el avance
de la tecnología en el plano laboral. El mundo está cambiando
rápidamente", explican desde el PRO.
El pasado y
los logros de gestión
Pero eso no
es todo. La mesa también tendrá la tarea de "reflexionar sobre los tres
años de mandato de Cambiemos" para elaborar una suerte de plataforma de
campaña.
Está claro
que, si Cristina es candidata a presidenta, como indican todos los indicios- el debate volverá a
concentrarse en el pasado. “No volver al pasado” versus “antes estábamos mejor”, serán los eslóganes clásicos de cada bando. Es una fórmula que,
hasta ahora, a Cambiemos le dio buenos frutos, con los triunfos de 2015 y 2017.
Y ante la imposibilidad de mostrar resultados económicos
positivos, esta polarización se priorizará. Pero no será la única estrategia
electoral. En la mesa chica del macrismo tienen claro que no hay nada mejor
para ganar elecciones que tener logros de gestión. "Nosotros los tenemos.
Hay cosas que cambiaron. Pero el problema es que la inflación y el dólar no le
dan visibilidad en los medios", aseguran con convicción.
En esa
línea, el objetivo es armar un discurso unificado sobre la base de un trabajo
que está elaborando la jefatura de Gabinete sobre los logros de la gestión de
Cambiemos, tal como publicaron Clarín y La Nación.
Según pudo
saber 3 Días, la mesa trabajará sobre
tres ejes para resumir ese informe de 300 páginas, que está circulando entre
despachos oficiales para su corrección:
- Revolución
de la conectividad:
en este
grupo se incluyen "logros" de diferentes rubros que hacen a una mejor
conexión, tanto dentro como fuera del país. "Podemos enumerar el haber
pasado del 10% al 80% de localidades del país con 4G; el G20 en el plano
internacional; un 40% más de pasajeros de cabotaje desde 2015, con aeropuertos
renovados; y las inversiones en autopistas y rutas", explica un hombre del
riñón de Marcos Peña.
- Revolución
energética:
aquí se
menciona como logro el haber pasado de importar gas y petróleo a precios
estrafalarios a producir. Pero reconocen que será difícil comunicar el
resultado positivo en medio de la suba de tarifas y los cortes de luz que se
suceden cuando las temperaturas superan los 30 grados.
- Revolución
institucional:
los hombres
de Peña remarcan como logros al respeto por las instituciones y la
transparencia, que permite que una obra pública salga hoy entre 20% y 40% menos
que en la gestión anterior. También mencionan a la ley del arrepentido, que
posibilitó que la causa de los cuadernos llegara tan lejos, y a la lucha contra
el narcotráfico.
Estas cosas,
dicen, son parte del cambio y habrá que comunicarlas en la campaña.
© 3Días
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