Es la más alta desde
el año 1991, cuando la variación
de precios llegó al 84%.
Economía - El año
2018 finalizó con una inflación anual del 47,6%, según informó este martes el INDEC,
luego de señalar que en diciembre la variación del el índice de precios (IPC)
fue del 2,6%.
De este modo, la inflación terminó en el nivel más alto
desde 1991, cuando la variación de precios fue del 84%, por la inercia
acumulada de la hiperinflación de los años previos.
Las principales subas del año se registraron en dos sectores
sensibles: transporte (66,8%) y alimentos y bebidas no alcohólicas (51,2%).
Pero también aumentaron por arriba del promedio general de inflación:
comunicación (55,3%); equipamiento y mantenimiento del hogar (50%), y salud
(50,2%).
En tanto, en menor medida subieron: vivienda, agua,
electricidad, gas y otros combustibles (45,7%); recreación y cultura (43,4%);
restaurantes y hoteles (39%); Prendas de vestir y calzado (33,1%); educación
(32,1%), y bebidas alcohólicas y tabaco (28,3%).
El IPC núcleo (que no tiene en cuenta los precios regulados
y ni variaciones estacionales), por otro lado, terminó el año con una variación
del 47,7%, explicado por los elevados aumentos de los alimentos.
En el Banco Central destacaron que, "si bien la inflación
mensual sigue siendo alta, descendió por tercer mes consecutivo desde el pico
de septiembre (6,5%)".
"La inflación anual de 2018 refleja la inestabilidad cambiaria que vivió
nuestro país. La prioridad del BCRA es evitar que episodios como los vividos el
año pasado se repitan. Debido a que la política monetaria actúa con rezagos y a
las correcciones de precios regulados y acuerdos salariales pendientes, es
normal esperar que la inflación mensual se mantenga en estos niveles en los
próximos meses", indicaron.
Se trata, por lo tanto, de la inflación más alta de los tres
años de gobierno de Mauricio Macri, luego de tener en 2016 un IPC estimado en
el orden del 41% -recién en mayo de ese año el Indec comenzó a publicar la
inflación mensual-, y una variación de precios del 24,8% en 2017.
Este año, la crisis de balanza de pagos derivó en el salto
del tipo de cambio y en un aumento del 101,35% en el precio del dólar, que
impactó de lleno en el nivel general de precios, pero no fue acompañado con el
mismo ímpetu en el incremento de los salarios. Esto provocó una caída de casi
20 puntos en el poder adquisitivo, que se vio reflejado en la contracción del
consumo y la inversión.
Para contener el espiral inflacionario, desde octubre, el Banco
Central cambió su política monetaria y abandonó el sistema de metas de
inflación para implementar el mecanismo de agregados monetarios. Con tasas
reales altas y menos dinero en circulación, la entidad que conduce Guido
Sandleris mantuvo el dólar estable en los últimos meses, lo que permitió
desacelerar la variación de precios.
Sin embargo, los anuncios de aumentos de tarifas de
transporte, agua, luz y gas, que estarán concentrados en el primer cuatrimestre
del año, seguirán presionando la inflación al alza.
Para este año, el Gobierno estimó en el presupuesto nacional
un IPC en torno al 23% anual, pero, según el último relevamiento de
expectativas del mercado, los analistas prevén una variación de precios del
28,7%.
Informe: LN
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