Macri se
reunió con la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), encabezada
por monseñor Oscar Ojea.
El presidente Mauricio Macri recibió a la cúpula de la Conferencia Episcopal Argentina, encabezada por monseñor Oscar Ojea. (Foto/Presidencia) |
Nacionales - El
presidente Mauricio Macri recibió en su despacho de la Casa Rosada a los
integrantes de la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina,
encabezada por su titular, monseñor Oscar Ojea, junto a Mario Poli, Marcelo
Colombo y Carlos Malfa. El Jefe de Estado estuvo acompañado por el jefe de
Gabinete, Marcos Peña, y la ministra de Salud y Acción Social, Carolina
Stanley.
La reunión estaba pautada desde hace más de una semana en el
marco de los días previos a la Navidad. El mandatario mantuvo una reunión cordial
que duró menos de una hora. La relación entre ambos sectores no pasa por un
buen momento. Además de las críticas que envía el Papa Francisco desde Roma, se
suman los cuestionamientos locales hacia la delicada situación de la Argentina.
Cuando la cúpula del Episcopado le habló sobre situación
social actual, el Presidente admitió que “todavía tenemos meses duros por
delante. Estamos en el territorio y sabemos lo que pasa, no ignoramos los
problemas”.
En un mensaje difundido días atrás, los obispos recibieron
de parte de dirigentes empresariales, sindicales, de organizaciones sociales y
cooperativistas, un documento crítico hacia el modelo económico, que detalla la
"grave" situación social del país, bajo el título "Una Patria
fundada en la solidaridad y el trabajo".
El titular de la CEA le presentó sus saludos por las fiestas
de fin de año y le transmitió su preocupación por la situación social y el
aumento de la pobreza, tal como ha expresado la Iglesia en sus últimos
pronunciamientos.
También dialogaron sobre el nuevo mecanismo de
financiamiento del culto, luego que el Gobierno y la Curia resolvieron cancelar
la entrega de $ 130 millones por año para la Iglesia. Los fieles podrán ahora
realizar su aporte voluntario para el sostenimiento del culto a través de la
cuota del colegio de sus hijos, en reemplazo de los fondos que la Iglesia
recibía del Estado y a los que renunció en noviembre último.
Según informaron fuentes oficiales, el encuentro respondió a
una tradición en la relación entre el gobierno nacional y la Iglesia. Sin
embargo, este año se tiñe de un particular contexto, con fuertes declaraciones
previas del Papa Francisco y otros integrantes de la Iglesia católica
argentina.
La Iglesia concurrió a la audiencia con Macri días después
de la difusión de las últimas cifras relevadas por el Observatorio de la Deuda
Social de la Universidad Católica Argentina (UCA), que estimó en 33,6% el
índice de pobreza, y en 6,1% el de indigencia para el tercer trimestre de este
año.
A esos altos índices, se agregaron las recientes
declaraciones del arzobispo de Corrientes, Andrés Stanovnik. “Mi función de
pastor no me especializa en lecturas políticas, pero puedo manifestar lo que
veo, de lo que soy testigo, de lo que escucho cuando conversamos con los
sacerdotes que están en contacto con gente que está en la periferia de la
ciudad y no está pasando bien. Es un momento económico difícil, muy difícil. La
situación del país no es fácil y sobre todo para los que la padecen siempre. Yo
tengo casi 70 años y vi sucesivas crisis. He visto que la que las paga, la que
más padece, es la gente que siempre sufre, que le cuesta mucho poner el pan
sobre la mesa y que tantas veces no alcanza”, dijo la máxima autoridad
religiosa correntina al periódico local Corrientes Hoy.
“Existen muchos comedores, no sólo de Cáritas, que los
tienen en las parroquias de los barrios. También los tienen ONG y otras
confesiones cristianas que son las que ayudan a aguantar para que esto no
estalle. Hay otras organizaciones, católicas y no católicas, que es necesario
reconocerles el lugar que cubren donde el Estado está ausente”, enfatizó sobre
la ayuda social.
Informe: Perfil.com y
Ámbito.com
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