El secretario
general, Luis Almagro, dijo que “buscará” que
la justicia internacional juzgue los
crímenes contra civiles
en ese país.
Luis Almagro, secretario general de la OEA |
Nicaragua - Luis
Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha
anunciado el último jueves que pondrá en marcha el proceso para aplicar la
Carta Democrática contra Nicaragua, que puede desembocar en la suspensión del
país centroamericano del organismo. Se trata de una medida urgente para
presionar a las autoridades nicaragüenses y que forzarlas a respetar la
institucionalidad en una nación sumida en una profunda crisis política.
La
represión deja ya más de 325 muertos desde abril, cuando comenzaron las protestas
contra Ortega. Almagro ha afirmado, además, que la OEA "buscará" la
justicia internacional para que sean juzgados los responsables de los crímenes
contra civiles.
En una sesión extraordinaria del Consejo Permanente de la
OEA celebrada en Washington, el jefe del ente americano ha remarcado que se
veía "obligado" a empezar el proceso de aplicación de ese documento
jurídico continental, creado para preservar el orden institucional cuando en un
país de la región se establezca que ha habido una ruptura en el orden
constitucional. La suspensión de la organización tendría, para Nicaragua,
importantes consecuencias políticas y económicas.
La aplicación de la Carta, sin embargo, requiere antes de
algunas gestiones diplomáticas. El artículo 21 de dicho documento establece que
"cuando la Asamblea General [el máximo órgano de la OEA], convocada a un
período extraordinario de sesiones, constate que se ha producido la ruptura del
orden democrático en un Estado miembro y que las gestiones diplomáticas han sido
infructuosas, conforme a la Carta de la OEA tomará la decisión de suspender a
dicho Estado Miembro del ejercicio de su derecho de participación en la OEA con
el voto afirmativo de los dos tercios de los Estados Miembros. La suspensión
entrará en vigor de inmediato".
Para Almagro, las violaciones a los derechos humanos, la
deriva autoritaria de Ortega, la expulsión de observadores internacionales de
Nicaragua y la persecución contra la disidencia, exigen una respuesta
contundente de parte de las naciones que conforman la OEA. "Nos vemos
obligados a empezar la aplicación de la Carta Democrática Interamericana a
Nicaragua, porque la solución a la violación a los derechos humanos es un
asunto de la región entera. La solución todavía es política y diplomática y
contamos con los instrumentos normativos interamericanos para abordarla y que,
para bien o para mal, los incluye a ustedes, a su Gobierno", ha apuntado
Almagro en un discurso marcado por la dureza en el trato hacia el presidente
Ortega, a quien señaló de haber optado por el camino de la
"dictadura".
El secretario general ha agregado, además, que "el
futuro de Nicaragua no puede ser uno con un Ortega dictador, qué bueno sería
con un Ortega demócrata". "Esto no es un juego político, se trata de
la vida y derechos de los nicaragüenses. Al comenzar el camino para la Carta
Democrática Interamericana se abre también un camino para que su Gobierno
reconsidere sus acciones. La carta así lo prevé. Quisiera aferrarme a esa
última esperanza".
Presión diplomática
para detener la represión
Almagro ha subrayado que se mantendrá la presión diplomática
para que Ortega detenga la represión y negocie una salida pacífica a la crisis
que atraviesa el país centroamericano. Y ha explicado, además, que la OEA
presionará para reactivar el denominado "diálogo nacional",
suspendido por la cerrazón del Ejecutivo nicaragüense de acceder a reformas que
permitan convocar a elecciones antes de 2021, cuando está previsto que finalice
el mandato del sandinista. También solicitará a la Comisión Interamericana de Derechos
Humanos (CIDH) que denuncie los crímenes cometidos por el Gobierno sandinista
ante la Corte Interamericana, con sede en San José de Costa Rica, así como
pedir al consejo permanente de la OEA que remita al Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas el informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos
Independientes (GIEI) presentado la semana pasada, que señala al Gobierno de
Ortega de haber cometido “crímenes de lesa humanidad” en Nicaragua.
Ese informe debió presentarse en Managua el pasado jueves,
pero el Gobierno expulsó a los integrantes del GIEI, así como a una misión de
la CIDH que investigaba las violaciones a los derechos humanos. El informe al
final se presentó en Washington y fue repudiado por el Ejecutivo de Ortega.
"De continuar cometiéndose crímenes de lesa humanidad solicitaremos a los
Estados parte de la OEA a que los funcionarios nombrados como inductores en el
informe del Grupo de Expertos sean detenidos y juzgados por dichos crímenes,
activando así la justicia universal", afirmó Almagro.
El Gobierno de Nicaragua rechazó las declaraciones de
Almagro y a través de su embajador ante la OEA, Luis Alvarado, exigió la
renuncia del uruguayo como secretario general. "Sus declaraciones lo
descalifican de seguir ostentando el cargo", dijo el diplomático, quien
repitió el discurso oficial del régimen sandinista, que acusa a Estados Unidos
de promover y financiar una “ofensiva golpista” contra el Gobierno y a la OEA
de instigar "desestabilización y golpes de Estado".
Nicaragua ha cumplido ocho meses de crisis política. Además
de los centenares de muertos se registran al menos 500 presos, más de 2.000
heridos, 40.000 exiliados en Costa Rica y una profunda afectación a la economía
que ha dejado tras de sí decenas de miles de desempleados. La última ofensiva
del Gobierno ha sido contra el periodismo independiente, que ha incluido el
asalto y posterior ocupación de la revista Confidencial y del canal 100%
Noticias. El director de este último, Miguel Mora, y la jefa de información,
Lucía Pineda, han sido arrestados y acusados ambos de incitar al odio y de
delitos relacionados con el "terrorismo".
La justicia, controlada por Ortega y su entorno, también
emitió una orden de captura contra Luis Galeano, colaborador de la agencia Associated Press y director del programa
Café con voz, que retransmitía 100% Noticias. Galeano anunció el miércoles que
dejó Nicaragua "debido a la persecución que ha entablado la dictadura en
contra de los medios de comunicación independientes, en contra de periodistas
independientes".
Informe: El País
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