Por Fernando Savater |
Con los fondos que recauda colabora con los países que
reciben mayor cantidad de desplazados forzosos, promueve alojamiento, educación
y sanidad para ellos, intenta crear en los lugares de los que huyen las
condiciones para que puedan regresar si lo desean en condiciones favorables.
Algo más que una gota de agua salvadora en un desierto de
necesidades. Enorgullece saber que nuestra sección española tiene ya medio
millón de socios y es de las que más aporta a esa tarea común. Lector, puedes
colaborar.
No siempre es fácil distinguir entre refugiados políticos y
los que huyen de la miseria, cuyas causas son también políticas. Ignoro cómo
puede resolverse en España este problema mayúsculo. Solo creo que es preciso
ayudar eficazmente a las regiones que reciben a los desplazados, mas allá de
darles consejos o reconvenciones.
Sin alojamientos adecuados, por transitorios que sean, sin
medios educativos y de reinserción laboral, se aboca a la delincuencia a los
más jóvenes. No se trata de obligarles a que compartan nuestros hábitos, sino
de facilitarles que cumplan nuestras leyes, sin excusas religiosas (también las
hay entre nosotros; separatismo, voluntad “popular”...). Y sobre todo no
olvidar que, como dijo un antiguo griego, todos somos como ellos: nacer es
siempre llegar a un país extranjero...
© El País (España)
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