A los 80 años,
falleció uno de los mayores intérpretes de
la música popular argentina.
Alfredo Ábalos |
Santiago del Estero
- En Santiago del Estero, el lugar que adoptó como su cuna musical, murió a los
80 años Alfredo Ábalos de un problema cardíaco. El artista fue uno de esos
intérpretes que quedarán en la memoria del género. Ábalos daba una cátedra de
buen gusto cuando interpretaba, sobre todo, zambas y chacareras.
Su
personalidad y su estilo sentencioso le dieron un carácter de indomable en el
folclore. Nunca se callaba y además del paisajismo y la cotidianidad de su
repertorio siempre tenía un mensaje para enviar desde un escenario o en una
canción. "No me gusta incomodar/ni conversar con cualquiera/y si alguno se
aburriera/por culpa de lo que digo/ o se tapa los oídos o puede irse pa´
fuera", cantaba Alfredo Ábalos en la "La doble sentenciosa"
compuesta junto a Oscar Valles. "Fue hace mucho tiempo y lo curioso es que
habla de cosas muy actuales. Es una denuncia de lo que pasa en el país. Lo que
da miedo es hasta cuándo durarán estas cosas.", decía en una entrevista
con el periodista Mauro Apicella en el año 2000.
Más allá del personaje sentencioso y entrañable, Ábalos
sabía lo que decía. Cantor, ejecutante de bombo, profesor de danzas
folclóricas, reivindicaba en su repertorio a los grandes poetas, desde Ariel
Petrocelli (su versión de "Zamba del ángel" es lo que mejor se grabó
en el género) a grandes letristas de Santiago del Estero como Juan Carlos
Carabajal. Durante la década del noventa se transformó en un maestro, un guía,
una suerte de gurú para las nuevas generaciones de folcloristas. Su filosofía y
la selección de su repertorio en esas épocas de folclore pop y erótico marcaba
una diferencia y abrió una brecha con todo un repertorio folclórico más
profundo. Discos emblemáticos como La voz de la chacarera (1982), Cuando de
cantar se trata (1985) o Con la conciencia tranquila (1993) se transformaron en
material de culto y de estudio.
"¡¡¡Vamos muchachos!!!" arengaba a sus
guitarristas con un latiguillo que se transformó en otra marca de fábrica junto
al repertorio de la música de Santiago. Alfredo Ábalos, adoptó Santiago del
Estero aunque había nacido en San Fernando. Fue el cantor emblemático del
género, por su forma de decir y su forma de interpretar. Para muchos fue la
contraparte masculina de otra cantora como Mercedes Sosa. Pero además, Ábalos,
que se retiró de los escenarios en 2011, siempre anduvo por un andarivel
alternativo al fervor festivalero."A veces pego algún grito con las
canciones que elijo porque no puedo ser de otra manera. Pero no es por hacerme
el difícil o para vender más discos -aseguraba-. Siempre me jugué. En todos mis
discos fui original, nunca imité a nadie ni tomé éxitos de otros".
Alfredo Ábalos dejó tres hijos, Martín, Santiago y Carolina,
que siguen su camino. Hoy murió el maestro, el sentencioso, el cantor, el
poeta. No habrá ninguno igual. Sus restos serán cremados y esparcidos en la
tierra que tanto amó.
Informe: LN
0 comments :
Publicar un comentario