Silvina García
Larraburu dijo que “este debate ha deteriorado más el tejido social”. Los votos
en contra llegan a 37
(la mitad más uno). Los que están a favor bajan a 31.
Silvina García Larraburu |
Nacionales - La
senadora nacional Silvina García Larraburu confirmó este domingo que votará de
manera negativa el proyecto de interrupción voluntaria del embarazo,
contrariando lo que se había anunciado que sería el voto unánime del bloque de
Cristina Fernández de Kirchner, a favor de la iniciativa proveniente de
Diputados.
Por el contrario, la legisladora rionegrina explicó que
“estos meses han sido de mucho debate y también de mucha introspección,
respecto de lo que uno siente y piensa”, y destacó que ella debe representar “a
las personas que nos han dado la posibilidad de estar allí en la Cámara”.
Comentó en ese sentido que “de entrada este proyecto nace
viciado de contenido, porque el presidente Mauricio Macri, creo que aconsejado
por el duranbarbismo, con una total liviandad instala este tema sin ninguna
voluntad real de debatir el fondo de la cuestión, o de promover el interés de
ayudar a las mujeres”.
“Porque si no también tenía muchas posibilidades de cambiar
la historia en este sentido y de hacer cosas para trabajar en políticas
profundas públicas de apoyo al género”, precisó.
Entrevistada en el programa Aire de Noticias, que se emite por radio Mitre, la senadora García Larraburu sostuvo que este debate
impulsado a su juicio desde el Gobierno “tiene que ver con la voluntad muy
liviana de distraer la atención de los temas de fondo; porque de lo contrario
lo hubiese llevado en su plataforma política. Estas no fueron las consignas que
se escucharon durante su campaña”.
García Larraburu señaló que “a partir de eso este debate que
se desnaturalizó, se banalizó el tema”. Consideró que “el proyecto es malo, y
esto no solo lo digo yo, sino que la mayoría de los actores involucrados, de
uno y otro sector, coinciden en que el proyecto es malo. No va a resolver la
problemática de fondo, tiene que ver con intereses económicos foráneos, que
están impulsando y que han puesto muchos recursos para que se de este debate”.
Un debate que consideró que “tampoco tienen que ver con
nuestra idiosincrasia, con nuestro ordenamiento jurídico, y tampoco viene a
ayudar o a trabajar en pos de la gente humilde, que no aborta. Esto hay que
decirlo. No tiene mucho, lamentablemente, tiene pocas posibilidades, pero
también el valor más grande que se ve en las familias humildes y en las
mujeres, fundamentalmente de los sectores más carenciados, son sus hijos”.
La senadora del Frente para la Victoria contó que en estas
semanas en las que “uno se devana los sesos y siente estas corrientes internas
tan fuertes”, trató de nutrirse de “lo esencial”, que a su juicio es “la gente
que menos tiene y que tiene menos vicios en cuanto a lo ideológico”. En ese
sentido contó haber caminado mucho los barrios y percibido que “este no es un
debate que se de en los sectores de menos recursos”.
Así las cosas, y consultada puntualmente por el periodista
Gonzalo Aziz, García Larraburu aclaró que “como está hoy la situación es que yo
voy a votar en contra; estas semanas también se inclinó la balanza a partir de
lo que fui escuchando, cómo se dio el debate, que también tiene que ver con mis
convicciones más íntimas”.
Dijo querer ser “leal a mis convicciones, a mi educación y a
lo que percibo. Camino la provincia, los barrios y me nutro de lo que escucho y
veo”. En ese sentido dijo que hizo consultas a través de la red social, y que
se mantuvo alejada de la comunicación porque “el periodismo a veces también es
muy insistente” y ella quiso ser “cautelosa”, para ver si estaba equivocada en
lo que sentía. “Pero la realidad es que hoy la balanza va para ese lado en
cuanto a mi voto”, señaló.
Luego insistió en que “este debate ha deteriorado más el
tejido social”, y volvió a emprenderla contra el Gobierno nacional al sostener
que el mismo “tiene que ver con la voluntad del presidente Mauricio Macri,
aconsejado para mí por el duranbarbismo, de montar una cortina de humo para
distraer los temas que se deben estar debatiendo”.
Para ella, “no era el momento para mí para debatir este
proyecto”, y consideró que “esto vino a dividir más a los argentinos, amplió la
grieta, violentó más a la sociedad, que era lo que durante la campaña dijeron
que iban a evitar”.
La senadora kirchnerista sostuvo que este fue un “debate
violento, sin escuchar al otro; no es lo que necesita hoy la Argentina con la
profunda crisis social que está viviendo”. Y al recordársele que el bloque
kirchnerista se había pronunciado inicialmente a favor del proyecto, a través
de una comunicación, señaló que la foto en la que eso se anunció “es previa”, o
sea que no correspondía al día del anuncio de esa gacetilla. Admitió que
tendría que mantener una charla con el presidente de su bloque, aunque aclaró
que los integrantes del mismo “conocían mi incomodidad y saben, porque lo
manifesté de entrada, di a conocer cual era mi posición sobre la instalación
por parte del Gobierno nacional del tema”. E insistió en que se trata “del
capricho de un ‘nene bien’ poco acostumbrado a la frustración, en su pelea con
la Iglesia, con el Vaticano”.
Volvió a llevar entonces el tema al Gobierno nacional, al
sostener que “esto está viciado de todos lados. No ha habido voluntad real de
discutir el tema de parte del Gobierno nacional con la altura que el tema
merece”.
Por el contrario, sostuvo que “cuando el presidente Néstor
Kirchner puso en debate el tema del matrimonio igualitario, envió un proyecto y
lo firmó él”. (N de la R: Néstor Kirchner era diputado nacional, la presidenta
era entonces Cristina Kirchner).
“Esto se instaló como una cortina de humo para no discutir
los problemas que tenemos, en un momento en que no era el oportuno -insistió-.
Y estos son los resultados: más grieta, más pelea, familias totalmente desunidas
a partir de este debate, banalidad… Es como una moda en la que tiene que
escuchar uno a intelectuales que hasta se jactan de todos los abortos que han
tenido… Me parece que hay una liviandad en el debate que hace que tengamos que
tener una lectura más profunda”.
En otro pasaje, Silvina García Larraburu agregó que “el
peronismo nunca fue abortista; la doctrina peronista, el peronismo nunca tuvo
una postura pro aborto, no puede ser una moda el aborto”.
“También hay que atender la problemática real de las
mujeres”, dijo, y pidió un debate “que no sea pour la gallerie, y no porque
está de moda ponerse el pañuelo verde”.
Respecto de la postura de Cristina Fernández, la senadora
rionegrna dijo que “no quiero hablar de otros colegas, otros compañeros, porque
la verdad que en mayor o menor medida todos deben estar sintiendo lo que uno
siente; no son temas fáciles, son complejos, y más dados en este contexto. Ella
durante todo su tiempo de gestión, con mucha inteligencia y conocimiento de lo
que significaba este tema, no habilitó el debate. Es una persona que tiene
quizá la altura intelectual para haber entendido que esto iba a provocar esta
crisis social que estamos viviendo”.
Respecto de las presiones que vienen soportando algunos
senadores por el sentido de su voto, aclaró que no quería victimizarse, y
adelantó que soportará “lo que tenga que soportar en la convicción de que estoy
haciendo lo que tengo que hacer”. Con todo, pidió “más respeto, vamos a poder salir
de la situación social en la que estamos, en la medida que aprendamos a
respetar al otro, a abrazar el pañuelo celeste y el verde… Tenemos que salirnos
de esta encrucijada violenta en la que nos han metido”.
Informe:
Parlamentario.com
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