Por Arturo Pérez-Reverte |
El caso es que, sin distinción de motivos, y aunque
su causa fuese una causa equivocada, todos ellos, compatriotas nuestros,
combatieron allí con mucho valor y mucho sufrimiento. Por eso, para
recordarlos, voy a contar hoy la historia de los españoles del lago Ilmen.
10 de enero de 1942. Imaginen el paisaje: nieve
hasta la cintura, un lago helado, grietas y bloques que cortan el paso,
temperatura nocturna de 53º bajo cero. En una orilla, medio millar de
soldados alemanes cercados y a punto de aniquilación por una gigantesca
ofensiva rusa. En la orilla opuesta, a 30 kilómetros, la compañía de
esquiadores del capitán José Ordás: 206 extremeños, catalanes, andaluces,
gallegos, vascos… La orden, cruzar el lago y socorrer a los alemanes cercados
en un lugar llamado Vsvad. La respuesta, muy nuestra: «Se hará lo que
se pueda y más de lo que se pueda». El historiador Stanley Payne
definió aquella acción en tres escuetas palabras: «Una misión suicida». Y
lo fue.
«Nosotros, los españoles, sabemos morir», escribe un
joven teniente a su familia en vísperas de la partida. Apenas se internan en el
lago empiezan a cumplirse esas palabras. Arrastrando entre la ventisca los
trineos con las ametralladoras –que pronto se llenan de bajas–, la columna de
hombres vestidos de blanco avanza por el infierno helado. Veinticuatro horas
después, la mitad está fuera de combate: 102 muertos o afectados por
congelación. El resto, tras superar seis grandes barreras de hielo y grietas
con el agua hasta la cintura, con casi todas las radios y brújulas averiadas,
alcanza la otra orilla. Allí, uniéndose a 40 letones de la Wehrmacht, los 104
españoles bordean el Ilmen hacia la guarnición cercada, peleando.
El 12 de enero, los españoles toman la aldea de
Sadneje y la defienden de los contraataques soviéticos. A esas alturas sólo
quedan 76 hombres en condiciones de luchar. El 17 de enero, 37 de ellos toman
varias aldeas necesarias para proteger su avance: Maloye Utschino, Bolchoye
Utschino y, atacando a la bayoneta, Shiloy. El contraataque ruso es feroz, y de
los 37 sólo sobreviven 14. Dos días más tarde, en Maloye Utschino, otra sección
de 23 españoles y 19 letones encaja el contraataque de una masa de blindados,
artillería, aviación e infantes soviéticos, y sólo logran replegarse, tras
defender tenazmente sus posiciones, cinco españoles y un letón (mensaje del
capitán Ordás al cuartel general: «La guarnición no capituló. Murieron
con las armas en la mano»). Veinticuatro horas después, otro violento
avance de blindados rusos es detenido con cócteles molotov (mensaje de
Ordás: «Punta de penetración enemiga frenada. Los rusos se retiran.
Dios existe»).
Amaneciendo el 21 de enero, los divisionarios
siguen avanzando hacia Vsvad y se encuentran con una tropa que al principio
creen enemiga, pero que a la luz de bengalas reconocen como la guarnición
alemana a la que han ido a socorrer. Abrazos y lágrimas que se hielan en la
cara (mensaje al mando: «En la madrugada de hoy, restos de la compañía
española y la guarnición alemana de Vsvad se han abrazado»). Misión
cumplida. O, al menos, ésa.
El 24 de enero, retirándose ya todos hacia el lago
para regresar a sus líneas, los rusos les cortan el paso en Maloye Utschino.
Quedan 34 españoles vivos, la mitad heridos. Los que pueden combatir se
presentan voluntarios para recuperar la aldea y los cadáveres de sus compañeros
muertos cinco días atrás. Apoyados por un blindado alemán, 16 españoles atacan
y la toman de nuevo. El termómetro marca 58º bajo cero y el frío hiela los
cerrojos de los fusiles. Por fin, tras desandar camino por el lago acompañando
a los alemanes rescatados, los españoles regresan a su punto de partida. De los
206 hombres que salieron dos semanas atrás, sólo hay 32 supervivientes entre
ilesos y heridos. Todos recibirán la Cruz de Hierro alemana, la Medalla Militar
colectiva, y el capitán Ordás, la individual. El más exacto resumen de su
epopeya lo hace el último intercambio de comunicaciones entre Ordás y el
cuartel general: «Dime cuántos valientes quedáis en pie»… «Quedamos
doce».
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