La Ley Justina sobre
donación de órganos, fue aprobada por unanimidad. Emotivo discurso de Pablo
Kosiner.
Nacionales - En
un clima de profunda sensibilidad y con un nivel de coincidencias pocas veces
visto, la Cámara de Diputados sancionó este miércoles por unanimidad -202
votos- la denominada “ley Justina”, que reemplaza a la actual Ley 24.193 de
Trasplante de Órganos y Tejidos, y que convierte en donante a toda persona
mayor de 18 años, salvo que exprese su oposición.
La flamante norma debe su nombre a Justina Lo Cane, la niña
de 12 años que falleció el 22 de noviembre último a la espera de un trasplante
de corazón. Ezequiel y Paola Lo Cane, padres de Justina, presenciaron la sesión
junto al impulsor del proyecto, el senador radical Juan Carlos Marino.
La flamante ley regula las actividades vinculadas a la
obtención y utilización de órganos, tejidos y también células -antes no
contempladas-, incluyendo la investigación, promoción, donación, extracción,
preparación, distribución, el trasplante y su seguimiento.
El proyecto aprobado indica que la ablación de órganos o
tejidos podrá realizarse sobre toda persona capaz mayor de 18 años “que no haya
dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se realice
la extracción”.
En el artículo 31 se mantiene la posibilidad de manifestar
en forma expresa su voluntad negativa o afirmativa a la donación; restringir de
un modo específico su voluntad afirmativa a determinados órganos; o condicionar
su finalidad.
Además, se dejan explicitados los derechos de donantes y
receptores a la intimidad, privacidad y confidencialidad; a la integridad; a la
información, y al trato equitativo e igualitario. También se establece la
prioridad en el traslado aéreo y terrestre de pacientes operativos en curso.
Otro de los aspectos importantes es que los hospitales
públicos y privados deberán contar con servicios de procuración destinados a la
donación de órganos y tejidos, que permitan garantizar la correcta detección,
evaluación y tratamiento del donante.
Asimismo, se incorpora la donación renal cruzada; se
simplifican y optimizan los procesos que requieren intervención judicial; y se
suma un capítulo dedicado al abordaje del tema de la donación y trasplante de
órganos en los medios de comunicación.
Para garantizar que la infraestructura médica del país esté
en condiciones de cumplir con la ley, se destina un 20% del presupuesto del
INCUCAI a la capacitación permanente de todos los profesionales que participan
en la ablación.
El presidente de la Comisión de Legislación General, Daniel
Lipovetzky (Pro) resaltó que Justina Lo Cane fue “una niña que puso en valor lo
que significa la donación de órganos”, y destacó que “la campaña de Justina
hizo crecer el número de personas dispuestas a donar como nunca antes había
sucedido”.
“Estamos avanzando con acciones directas y eficaces para
agilizar y simplificar la ley actual”, señaló Lipovetzky, y añadió: “Esta ley
se la debíamos a Justina y a los miles de chicos que hoy esperan un
trasplante”.
Por su parte, Carmen Polledo, titular de Salud, explicó que
“esta ley nos lleva a un cambio de paradigma y moderniza el marco para toda la
actividad, estableciendo las funciones del INCUCAI, regulando la capacitación y
el seguimiento y especificando los derechos de los donantes”.
La radical Gabriela Burgos aportó cifras al debate. “Según
datos del INCUCAI -dijo-, mientras estamos debatiendo hay 7.730 personas que
necesitan un trasplante para salvar su vida”. Advirtió que “sólo el 6,41% (de
la población) es donante, y eso es lo que esta ley trata de revertir”, ya que
“actualmente para ser donante las personas deben manifestar su voluntad”.
El debate ingresó en un momento emotivo con el discurso de Pablo Kosiner, quien relató su experiencia
personal: “Si las circunstancias hubiesen sido otras, yo debería estar junto a
los padres de Justina. Me tocó la situación desgraciada de perder a Juan Pablo
en una terapia del Hospital Italiano en 2011 esperando un trasplante de
órganos”.
“Cuando supe que iba a ser diputado, me prometí hacer todo
lo posible para que la presunción de la donación de órganos se haga realidad”,
reafirmó Kosiner, quien mostró en el recinto una foto de su hijo.
Antes de la sanción, el senador Marino destacó en diálogo
con la prensa que “los más de 10 mil argentinos que están esperando un
trasplante van a ver una luz después del túnel, porque hay muchas posibilidades
de que las cosas cambien”.
“Desde que estoy en el Parlamento, en 2013, esta es la mejor
ley que me tocó trabajar y una de las que más va a ganar consenso en la
sociedad. Cambiar un paradigma no es menor. Argentina después de esta ley, va
ser el país puesto como ejemplo en toda América”, resaltó.
Informe:
Parlamentario.com
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