Será este lunes y
afectará a la mayoría de las actividades públicas y privadas. Movilizaciones de
la izquierda.
Nacionales - La
CGT concreta este lunes su tercer paro nacional en la gestión de Mauricio Macri
en rechazo a las políticas del Gobierno, con lo cual no funcionarán la mayoría
de las actividades y servicios del país, incluyendo escuelas, dependencias
públicas, transporte y comercios.
La medida de fuerza no será sólo de los sindicatos que
integran la entidad de la calle Azopardo, sino que además incluye a los gremios
de la CTA de los Trabajadores, de la CTA Autónoma, además de los que están
alineados con partidos de izquierda, sectores que tras reclamar durante
bastante tiempo a la CGT que convoque a un paro general, adhirieron a la
huelga.
Si bien la idea de la CGT fue la de un paro sin movilización
con las típicas imágenes las ciudades del país con sus calles vacías, las
agrupaciones trotskistas desafiaron esa postura ya que realizarán durante la
jornada de la huelga movilizaciones con actos en el Obelisco.
Todo lo contrario a la imagen de consenso interno que
pretende mostrar el Presidente a los inversores extranjeros, ahora que el país
acaba de ser reconocido como "mercado emergente" y avanza en la
implementación del acuerdo con el FMI, que prevé un fuerte ajuste de más de
$200.000 millones en el gasto público.
En un gesto de acercamiento, el ministro de Hacienda,
Nicolás Dujovne, recibió una semana y media atrás a la cúpula sindical en la
Rosada. Allí les anticipó el decreto que redefinió la pauta salarial en 20%
-tal como adelantó iProfesional-, mientras que se dejó trascender la promesa de
devolver fondos millonarios retenidos a las obras sociales.
Pero la oferta llegó tarde y sonó a poco en los oídos de una
dirigencia sindical ya sin margen para dilatar la tercera huelga general
durante la gestión de Cambiemos.
Así las cosas, desde las 12 del mediodía, el consejo
directivo reunido en el edificio histórico de Azopardo al 800 monitoreará paso
a paso el nivel de acatamiento.
En las últimas horas, los colectiveros de la UTA y los
conductores ferroviarios de La Fraternidad confirmaron su adhesión al paro, dos
organizaciones claves para garantizar su efectividad por su capacidad para
paralizar la circulación de personas en el área metropolitana.
"El transporte va a ayudar mucho a que el paro sea un
éxito pero hay una realidad que no se puede ocultar: las recetas del FMI son
todas recesivas", dijo a iProfesional el vocero de la UTA, Mario
Calegaris.
Enfrentado a la UTA y por fuera de la CGT, también tendrá un
rol protagónico en la jornada el sindicato del subte (Agtsyp), que viene de
obtener un fallo favorable a su reclamo de reabrir paritarias.
La sensación de parálisis se verá reforzada por el sector
duro que presionó a la central obrera a ir al paro. Se trata de camioneros,
portuarios y aeronáuticos, cuya adhesión forzó la cancelación de los vuelos en
Aerolíneas, así como de los bancarios.
A diferencia de otras ocasiones, también será de la partida
el ala dialoguista integrada por los "gordos" (mercantiles y sanidad)
e "independientes" (contrucción, obras sanitarias y los estatales de
UPCN), donde también anticipan un "paro total".
El líder de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra),
Gerardo Martínez, reclamó medidas "anticíclicas" frente al acuerdo
con el Fondo. De lo contrario, alertó, en los próximos días se podrían perder
40.000 puestos de trabajo.
En la industria, se sumarán los textiles, metalúrgicos,
metalmecánicos, los trabajadores de la alimentación y del neumático. El líder
de la Unión Obrera Metalúrgica, Antonio Caló, advirtió días atrás que desde
diciembre de 2015 se perdieron 28.000 puestos de trabajo y otros 20.000
empleados están suspendidos.
La preocupación se extendió también a las terminales
automotrices y autopartidas, donde el gremio Smata, alertó por la apertura de
importaciones y su impacto en la actividad.
Informe: iProfesional
y NA
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