La selección germana cayó ante Corea del Sur por 2-0.
Los alemanes, últimos campeones del mundo, fueron eliminados en primera ronda al caer derrotados ante Corea del Sur por 2-0. (Foto/Reuters) |
Deportes - Alemania
se convirtió este miércoles en el sexto campeón eliminado en primera ronda en
la siguiente edición al perder 2-0 con Corea del Sur en la última fecha de la
fase de grupos del Mundial de Rusia. México, a pesar de caer goleado 0 a 3 ante
Suecia, avanzó como segunda a octavos de final detrás de los escandinavos.
Kim Young-gwon a los 92', luego de que el árbitro
estadounidense Mark Geiger consultó al VAR, y Son Heung-min en el sexto minuto
de descuento le dieron al combinado surcoreano la única victoria en el torneo.
El equipo de Joachim Loew necesitaba apenas un gol ante el
combinado asiático, que estaba eliminado de antemano, pero no lo convirtió y
festejó México, su "verdugo" en el estreno (1-0) que cayó 3-0 frente
a Suecia, que avanzó como líder del Grupo F.
Alemania, que había derrotado 3-2 a Suecia en la segunda
fecha, se suma a Italia (eliminada en primera ronda en Brasil 1950 y en
Sudáfrica 2010), Brasil (en Inglaterra 66), Francia (Corea-Japón 2002) y España
(Brasil 2014).
Fin de la maquinaria
perfecta
Se terminó una era que había empezado con Klinsmann en 2006
y luego con Loew, su ayudante. Alemania dejó de ser la maquinaria perfecta. En
el primer batacazo de este Mundial, no pudo quebrar a Corea y sobre el final lo
terminó perdiendo. Debía ganar, porque Suecia había hecho lo propio con México,
y como todo el certamen no tuvo claridad ni frescura. Ante los suecos lo había
salvado Kroos sobre la hora, pero este miércoles repitió los mismos errores,
cayó en la intrascendencia y terminó rompiendo todos los pronósticos.
No fue el último campeón ni el equipo que nos acostumbramos
a ver y sufrimos en carne propia en los últimos 12 años. Esta Alemania fue más
verde, quizás haciéndole honor a la camiseta alternativa que lució contra los
coreanos. Nunca tuvo un andar de tecnología alemana. Los mecanismos, con
algunas piezas nuevas, no estuvieron tan aceitados. El mayor ruido lo hizo la
falta de un delantero implacable como lo supo tener con Miroslav Klose (en dos
de los tres partidos no hizo goles). De arranque nomás, Timo Werner, el
goleador del Leipzig, no tiene el mismo porte físico que sus antecesores. Éste
tiene características más modernas: tiene mayor movilidad, ductilidad y es
capaz de tirarse atrás y también a los costados. Pero no tiene ese poder de
fuego. Lo poco que generó con claridad esta Alemania oxidada no lo pudo
cristalizar. Ni los ingresos de Gomez y Mueller le dieron oxígeno a un equipo
que pareció quedar viejo.
Sorpresivamente, su DT dejó sin Mundial a Sané, el delantero
del City que tiene una marcha más que el resto. Y eso le faltó a Alemania. Como
por momentos le sucedió a Argentina (exceptuando cuando la pelota pasó por
Messi), no tuvo cambio de ritmo ni agresividad. Superior técnicamente, los
coreanos -anteriormente Suecia- le emparejaron el desarrollo del juego pudiendo
llegar a ocupar espacios. Y después de desperdiciar mil contras, pegaron en las
últimas dos. Se fue Alemania, señores. Este Mundial no está fácil para los
grandes y que Argentina ya esté en octavos cada día toma un poco más de valor.
Informe: ANSA y Olé
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