Este jueves culminará
la sesión con un final abierto dada
la paridad de votos y la cantidad de
indecisos.
Nacionales - Con
una casi igualada cantidad de votos a favor y en contra de la ley, comenzó a
las 11:23 la histórica sesión en la Cámara de Diputados para debatir la
despenalización y legalización del aborto, en una jornada que será maratónica y
que tendrá un final abierto y electrizante.
Se estima que el debate, uno de los más importantes desde el
retorno de la democracia, durará alrededor de 20 horas y la sesión culminará en
la mañana del jueves. El proyecto reúne 125 votos en contra y 122 a favor, de
acuerdo con el sondeo realizado por parlamentario.com.
Además, resta conocer la postura de 7 indefinidos, entre los
que se encuentra ni más ni menos que el presidente de la Cámara baja, Emilio
Monzó, quien deberá terciar en caso de empate. Hay además un ausente, Jorge
Franco (Frente de la Concordia Misionero) y una abstención.
En las últimas horas la definición de muchos de los
legisladores indecisos achicó la brecha, producto de que la mayoría de ellos se
inclinó por el sí. En tanto, el catamarqueño Gustavo Saadi (Elijo Catamarca) y
el puntano José Riccardo se abstendrían.
La lista continúa con el formoseño Gustavo Fernández Patri
(FpV-PJ), el misionero Jorge Franco (Frente de la Concordia Misionero), el
tucumano Facundo Garretón (Pro), la formoseña Inés Lotto (FpV-PJ), la
santiagueña Mirta Pastoriza (Frente Cívico), el fueguino Héctor “Tito” Stefani
(Pro) y por último, el propio Monzó.
Arrancó el debate como miembro informante el presidente de
la Comisión de Legislación General, Daniel Lipovetzky, quien aclaró que la
discusión “no se trata de salvar las dos vidas, se trata de salvar miles de
vidas”.
“La legalización del aborto mejora la calidad de vida de las
mujeres argentinas y creo que a partir de ahí no debe haber ninguna duda hacia
dónde tiene que estar nuestro voto”, señaló. Asimismo, afirmó que “no hay
ningún artículo de nuestra Constitución que prohíba la legalización del aborto”
y que desde el Comité de Derechos Humanos de la ONU “nunca se le dijo a ningún
Estado miembro de la ONU que la interrupción voluntaria del embarazo violaba
una convención internacional”. Y añadió que para la Corte Interamericana de
Derechos Humanos “el embrión no puede ser considerado persona”.
Desde la otra vereda, pero también en el oficialismo, la
presidenta de la Comisión de Legislación Penal, Gabriela Burgos, aseguró que el
proyecto en discusión “no promueve ninguna política; la única que se promueve
es la de la muerte, no hay otra. Hablan de miles y miles de vidas que se van a
salvar. Y las miles y miles que no van a poder iniciar siquiera, ¿qué va a pasar
con ellas? ¿O tenemos que pensar que ese ser que está naciendo no es persona?”,
se preguntó.
“Hemos visto que en algunos países en donde esta práctica se
ha implementado, se ha utilizado esto en contra de las personas con
discapacidad”, señaló, advirtiendo que “vamos a seleccionar seres humanos”,
alertando sobre la potestad de establecer quiénes tienen derecho o no a nacer,
“porque este proyecto lo habilita”.
La presidenta de la Comisión de Familia, Alejandra Martínez
(UCR-Jujuy), fue otra de los miembros informantes en el histórico debate sobre
el aborto y destacó que “esto se trata de una problemática de salud pública”. A
su juicio, la manera de bajar la cantidad de abortos “es la despenalización”.
Por su parte, la presidenta de la Comisión de Salud, que
rechaza la interrupción voluntaria del embarazo, aseguró que “legalizar el
aborto no es el único camino a tomar para evitar muertes de las mujeres”.
Desde el kirchnerismo, Mónica Macha sostuvo que “no importa
lo que hacemos nosotros ni lo que creemos religiosamente; importa sí que esto
implica la muerte de muchísimas mujeres en la Argentina todos los años y que de
no legalizar el aborto esas muertes se van a seguir produciendo”. Agregó que
“importa también que nos podamos ubicar como un Estado laico, que es lo que
somos, y entonces pensar que las distintas creencias religiosas son parte de
nuestra cultura y para muchas personas pueden ser discurso e instituciones
fundamentales, pero no lo son para todos y para todas”.
La iniciativa tiene como eje el texto original presentado
por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, pero
se consensuaron modificaciones a fin de seducir a los indecisos.
El punto principal, que permaneció inalterable, consiste en
permitir el aborto a simple demanda hasta la semana 14, y superado ese plazo,
se habilita la práctica en casos de violación, riesgo para la vida o la salud
de la gestante, o si se diagnosticara la inviabilidad de vida extrauterina del
feto.
Además, se incorporó la objeción de conciencia individual;
se agregó la creación de consejerías integrales no obligatorias pre y post
aborto; y en el caso de las menores de 16 años se remite al artículo 26 del
Código Civil, donde se presume que la mujer “tiene aptitud para decidir por sí
respecto de aquellos tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometen su
estado de salud o provocan un riesgo grave en su vida o integridad física”.
Otro punto importante del dictamen es que se sanciona con
pena de prisión de entre tres y diez años al médico que obre sin consentimiento
de la mujer; y con penas de entre tres meses y un año si realiza el aborto a
partir de la semana 15, sin consentimiento de la gestante -salvo si se verifica
alguna de las causales antes citadas-.
Informe:
Parlamentario.com
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