El salteño decidió
competir para 2019 en un peronismo en
el que figuran nombres como José Manuel
de la Sota
y Sergio Massa.
Juan Manuel Urtubey: "Debemos plantear algo que supere al kirchnerismo pero, fundamentalmente, que supere a Macri". |
Nacionales / Salta
- Con el salteño Juan Manuel Urtubey decidido a competir por el Sillón de
Rivadavia en 2019, empieza a armarse el esquema de precandidatos del peronismo,
en el que figuran algunos otros nombres como los del tigrense Sergio Massa y el
cordobés José Manuel de la Sota.
Desde que en 2015 rechazó ser el candidato a vicepresidente
del bonaerense Daniel Scioli, el norteño tiene entre ceja y ceja la Casa
Rosada, sueño que no oculta desde aquellas elecciones.
Su postulación, virtualmente confirmada, es la que más
adhesiones suma hasta el momento, siempre que la reconstrucción del peronismo
no incluya una intención de Cristina Kirchner de volver a competir para ponerse
la banda y tomar el bastón que dejó el 9 de diciembre de 2015 en una Plaza de
Mayo colmada para su "despedida" de la Presidencia.
Durante una entrevista que le realizó Perfil.com, Urtubey dijo que “no sirve que nos amontonemos todos
sin importar lo que pensemos. ¿Cuál es la lógica de que vayamos todos juntos
con gente que piensa exactamente todo lo contrario? Cuando solamente pensás en
la construcción electoral y no en la propuesta, la gente te descubre”.
En la misma entrevista, el gobernador salteño reiteró su
rechazo a formar parte de una gran primaria con los sectores cercanos a Cristina Kirchner:
“Se trata de cuán coherente va a ser nuestra propuesta. Yo tengo una mirada totalmente
diferente en distintos aspectos, como por ejemplo sobre cuál es la relación de
la Argentina en el contexto regional”, explicó.
El desafío de Urtubey es que una tercera opción no vuelva a
quedar desdibujada, como ocurrió con Sergio Massa en las últimas dos
elecciones, frente a un escenario de polarización. “La polarización puede ser
con nosotros. Hay que dejar de jugar en el campo de Macri o en el de Cristina.
Hasta ahora, con el cuento de la grieta, el Gobierno viene ganando elecciones.
Nosotros debemos plantear algo que supere al kirchnerismo pero fundamentalmente
que supere a Macri”, respondió.
Con ese objetivo, Urtubey buscó posicionarse desde el primer
día de la gestión de Mauricio Macri como el líder y referente de un peronismo
renovado y que apueste a la gobernabilidad del país. "El peronismo tiene
que volver a enamorar", repite una y otra vez, en público y en privado.
Al encabezar el pasado martes un acto con el jefe del bloque
Justicialista en el Senado, Miguel Ángel Pichetto, comenzaron a rondar los
rumores y las versiones acerca de la posible confirmación de una dupla entre el
salteño y el rionegrino.
El patagónico, que intentó sin éxito seducir a Scioli para
que lo elija como candidato a vicepresidente hace tres años, recuerda
asiduamente los traspiés que cometieron varios mandatarios argentinos al elegir
a sus compañeros de fórmula, ante lo cual destaca que esa persona debe ser
alguien con experiencia en el mundo legislativo para poder hacerse cargo de ese
rol de presidente del Senado.
La presentación compartida por ambos referentes del
justicialismo tuvo como organizador al secretario general de la Asociación del
Personal de Organismo de Control (APOC), Hugo Quintana, quien manifestó que ese
dúo "podría ser" una de las ofertas electorales en 2019.
Sin embargo, este
sábado el sindicalista se mostró "seguro" de que "en el
peronismo federal va a haber más de un candidato".
"Hay
aspiraciones de parte de unos cuantos compañeros, gente relevante de la
política", manifestó Quintana, quien subrayó que "hay que buscar las
internas, basta de la designación a dedo".
Lejos de augurar la
unificación de las distintas ramas del árbol peronista, el titular de APOC
aclaró que la multiplicidad de candidatos será "del peronismo federal y
del peronismo en general".
Esa aclaración
apunta, entre otros, hacia los movimientos de otros referentes del peronismo
que, casualmente, compartieron caminos en 2015 y un silencio de radio y rosca
de políticos en 2018.
Se trata del líder
del Frente Renovador, Sergio Massa, y el exgobernador de Córdoba José Manuel De
la Sota.
Tras concluir su
mandato como diputado nacional y ante el fracaso de su intención de ser senador
nacional, el tigrense se llamó a silencio y empezó a mantener distintas
reuniones con dirigentes del Conurbano bonaerense.
Antes del comienzo
del fin de semana largo, Massa recibió en el Centro de Operaciones de Tigre
(COT) al diputado nacional y exintendente de La Matanza Fernando Espinoza.
Curiosamente, el cordobés, que dedica gran parte de sus
horas a mejorar sus movimientos de tenista amateur en el polvo de ladrillo, se
juntó con la sucesora de Espinoza al frente del distrito más poblado de la
Provincia de Buenos Aires, Verónica Magario.
Asimismo, De la Sota también redobló sus recorridas por
barrios vulnerables, pero no acompañado por un puntero político sino por
referentes eclesiásticos.
Hace diez días recorrió la villa La Cárcova, en el partido
bonaerense de San Martín, junto al padre José María "Pepe" Di Paola,
así como también caminó por los pasillos de la 21-24, en el barrio porteño de
Barracas, junto al padre Lorenzo "Toto" De Vedia.
Fiel a su catolicismo y a su militancia política, el
cordobés remarcó a los "curas villeros" como "un ejemplo de
autenticidad y amor al prójimo, en un mundo con tantas hipocresías".
El acuerdo tácito entre las distintas fuerzas políticas
definió que la campaña electoral comenzará una vez concluido el Mundial de
Rusia: cuando deje de rodar la pelota, empezará a girar con mayor velocidad la
rueda del peronismo y se podrá determinar si habrá unidad o seguirá la dispersión.
Informe: NA,
Perfil.com y Agensur.info
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