Francisco reafirmó su
rechazo al aborto pero también pidió
por quienes “se debaten en la miseria, el
abandono,
la postergación, la trata de personas”.
Papa Francisco |
Mundo/Nacionales -
A horas de que la Cámara de Diputados de la Nación comience el debate formal
del proyecto de despenalización del aborto, el Papa Francisco reafirmó la
postura de la Iglesia contra la interrupción del embarazo y a favor de la vida
desde la concepción, en nueva exhortación apostólica. Además, rechazó las
críticas de quienes consideran "comunista o populista" el
"compromiso social".
"Gaudete et exsultate" ("Alégrense y regocíjense" en español) es el título del
nuevo texto elaborado por Jorge Bergoglio, en el que a lo largo de 177 puntos
da a conocer su visión "sobre el llamado a la santidad en el mundo
actual".
En el texto difundido por el Vaticano, Francisco considera
"nocivo e ideológico el error de quienes viven sospechando del compromiso
social de los demás, considerándolo algo superficial, mundano, secularista,
inmanentista, comunista, populista".
En lo que parece una alusión a sus críticos del ala
conservadora de la Iglesia, también se refiere a quienes "lo relativizan
como si hubiera otras cosas más importantes o como si solo interesara una
determinada ética o una razón que ellos defienden".
Asimismo, reafirma la política de la Iglesia contra el
aborto y a favor de la vida desde la concepción al afirmar que "la defensa
del inocente que no ha nacido, por ejemplo, debe ser clara, firme y apasionada,
porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo
exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo".
"Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que
ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la
trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados
de atención, las nuevas formas de esclavitud, y en toda forma de
descarte", agrega en el texto el sumo pontífice.
En el texto que fue firmado el 19 de marzo, Francisco añade:
"No podemos plantearnos un ideal de santidad que ignore la injusticia de
este mundo, donde unos festejan, gastan alegremente y reducen su vida a las
novedades del consumo, al mismo tiempo que otros solo miran desde afuera
mientras su vida pasa y se acaba miserablemente".
"Será difícil que nos ocupemos y dediquemos energías a
dar una mano a los que están mal si no cultivamos una cierta austeridad, si no
luchamos contra esa fiebre que nos impone la sociedad de consumo para vendernos
cosas, y que termina convirtiéndonos en pobres insatisfechos que quieren
tenerlo todo y probarlo todo", explica, en un texto en el que aparece
citado también el primer santo argentino, el "cura gaucho" José
Gabriel Brochero.
En uno de los pasajes de mayor conexión con la vida
cotidiana, Francisco afirma que "también el consumo de información
superficial y las formas de comunicación rápida y virtual pueden ser un factor
de atontamiento que se lleva todo nuestro tiempo y nos aleja de la carne
sufriente de los hermanos".
El denominado "bullying", tema recurrente en sus
homilías y mensajes especialmente a la juventud, forma parte del nuevo escrito
cuando Bergoglio asegura que "también los cristianos pueden formar parte
de redes de violencia verbal a través de internet y de los diversos foros o
espacios de intercambio digital".
"Aun en medios católicos se pueden perder los límites,
se suelen naturalizar la difamación y la calumnia, y parece quedar fuera toda
ética y respeto por la fama ajena", asevera. En el texto, el Papa detalla
que "así se produce un peligroso dualismo, porque en estas redes se dicen
cosas que no serían tolerables en la vida pública, y se busca compensar las
propias insatisfacciones descargando con furia los deseos de venganza".
Francisco ubica su escrito en un mundo en el que "el
hábito del discernimiento se ha vuelto particularmente necesario".
"Porque la vida actual ofrece enormes posibilidades de acción y de
distracción, y el mundo las presenta como si fueran todas válidas y buenas.
Todos, pero especialmente los jóvenes, están expuestos a un zapping
constante", plantea.
En ese sentido, agrega: "Es posible navegar en dos o
tres pantallas simultáneamente e interactuar al mismo tiempo en diferentes
escenarios virtuales. Sin la sabiduría del discernimiento podemos convertirnos
fácilmente en marionetas a merced de las tendencias del momento".
Con un mensaje fuerte dirigido puertas adentro de la Curia,
Francisco arriesga además que "muchas veces, en contra del impulso del
Espíritu, la vida de la Iglesia se convierte en una pieza de museo o en una posesión
de pocos".
"Esto ocurre cuando algunos grupos cristianos dan
excesiva importancia al cumplimiento de determinadas normas propias, costumbres
o estilos. De esa manera, se suele reducir y encorsetar el Evangelio,
quitándole su sencillez cautivante y su sal", asevera.
Informe: Agencias
0 comments :
Publicar un comentario