En un marco de graves
hechos de violencia en las calles, la norma fue aprobada por 128 votos
positivos, 116 negativos
y 2 abstenciones.
Nacionales - Los
gases lacrimógenos volvieron a atravesar las anchas paredes del Palacio
Legislativo. La postal que hace menos de una semana lamentó todo el país se
replicó con más fuerza: corridas, incidentes, heridos. La tarde caía y la noche
tornó en cacerolazos. Uno, cinco, treinta. En distintos puntos de la Ciudad.
Con ese telón de fondo, y en una de las sesiones más tensas de las que se tenga
memoria, el interbloque Cambiemos clausuró el capítulo más importante de la ola
reformista y logró convertir en ley el cambio en el cálculo de las
jubilaciones.
El proyecto que ya había aprobado el Senado obtuvo 128 votos
a favor, 116 en contra y 2 abstenciones. Fue tras una sesión maratónica -casi
17 horas-, donde el oficialismo consiguió el apoyo vital de Argentina Federal,
el interbloque base de los diputados que representan a los gobernadores
peronistas. Los mismos que, minutos antes del debate, se fotografiaron con el
jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Interior, Rogelio Frigerio,
para sellar el acuerdo sobre la nueva fórmula jubilatoria.
Tras acordar un bono para compensar la merma trimestral que
generaba la nueva ley, los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manzur
(Tucumán), Domingo Peppo (Chaco), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Mariano Arcioni
(Chubut), Gustavo Valdés (Corrientes), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Hugo
Passalacqua (Misiones) garantizaron los votos de sus diputados. El rechazo del
Frente para la Victoria-PJ, el massismo, la izquierda y otras fuerzas fue
enérgico y cerrado. Pero no suficiente.
Con la flamante ley, el nuevo cálculo de las jubilaciones se
hará en base al índice inflacionario (70%) y a la variación salarial (30%).
Dado que la actualización será cada tres meses en lugar de cada seis, los
jubilados que cobren menos de 10 mil pesos -más del 70% del total- cobrarán un
plus por única vez en marzo, para compensar el “empalme”. Además, la norma
garantiza el 82% móvil para los haberes que estén por debajo del salario
mínimo, y habilita a trabajadores del sector privado, tanto hombres como
mujeres, a jubilarse por opción a los 70 años.
“Tenemos la conciencia tranquila”, afirmó el presidente de
la Comisión de Previsión y Seguridad Social, Eduardo Amadeo, al abrir el
debate, que inició alrededor de las 19. Y es que buena parte de la sesión
transcurrió entre cuestiones de privilegio y mociones de la oposición para
levantar el plenario. Hasta se votó afirmativamente un cuarto intermedio,
propuesto por el FpV-PJ, que insumió media hora. Superado ese lapso, y pese a
las quejas, Cambiemos decidió continuar.
Finalmente la votación se llevó a cabo a las 7.05, tras una
extensa sesión en la que predominaron los discursos críticos hacia la reforma.
El debate
“Estamos ante el tema más trascendente de los dos años del
gobierno de Cambiemos”, señaló Graciela Camaño al cierre del debate, para
recordar luego no haber votado el proyecto de ley de las AFJP, ni la opción, ni
la ley de solidaridad previsional, ni la de aportes patronales. “Sí voté la
vuelta al sistema estatal”, recordó. La jefa del bloque massista de la Cámara
baja remarcó que el tema previsional se enmarca en “el derecho constitucional
social”.
Camaño sostuvo que “este no es un tema financiero, no puede
formar parte de un Pacto Fiscal; es algo mucho más trascendente”. Agregó que la
propuesta del Gobierno “es un recorte”, y advirtió luego que “en años buenos”
en los que no haya inflación, como aspira el Gobierno, “esta fórmula no sirve”.
A continuación, por
el bloque Argentina Federal el salteño Javier David señaló que en el ámbito
de los jubilados “hemos tenido decisiones que han marcado claramente la
situación por la que estamos pasando”. Advirtió que la reparación histórica
terminó siendo “un agujero histórico” que no se sabe cómo terminará, y recordó
luego la ley de devolución del IVA, por la que se devolvió una mínima parte de
lo destinado a los jubilados.
“¿Saben cuál es el promedio de lo que le devolvieron a los
jubilados en mi provincia? 86 pesos. Y en Buenos Aires, 180 pesos”, señaló,
demostrando que el total de lo ejecutado fue a parar a los distritos más ricos.
David destacó que “en dos años el déficit fiscal de este país no se ha reducido
en nada”, porque a este Gobierno le ha pasado lo que a otros: “En algún momento
tenían que hacer lo que hay que hacer, o ganar una elección; y eligieron ganar
la elección. Y ahora estamos en un brete”.
Reconoció que su bloque no está en una situación fácil, y
anticipó que votarían divididos, y que no era sencillo estar en sus zapatos,
pero “lamentablemente nos toca elegir, nos toca tener que confiar en que
podremos entre todos más allá de cómo termina esta votación, salir adelante”.
“Se ha usado hoy mucho el peronómetro; pero hay muchos que
se han choreado hasta las cenizas del cenicero”, ironizó, más tarde, aclarando
que la decisión que adopten no marcará un antes y un después, sino que eso será
“tener un país mucho más federal, con mucha más autonomía”.
Y llegó el turno del diputado Agustín Rossi, quien recordó
de entrada la fecha del 19 de diciembre: “Hace 16 años morían muchos argentinos
asesinados por las fuerzas de seguridad”, dijo, proponiendo entonces un minuto
de silencio en su memoria. Tras ello, recordó cuando asumió por primera vez en
2005, y recordó por ese entonces el orgullo que sintió cuando se trató en ese
Congreso el pago de la cancelación de la deuda con el FMI. “El Fondo siempre
está”, señaló, diciendo que detrás del proyecto en tratamiento estaban las
sugerencias dejadas el año pasado por ese organismo. Le atribuyó entonces al
Gobierno haber buscado cumplir con el Fondo, e “hizo lo que hace la derecha
cuando gobierna: corta el hilo por lo más delgado”.
Criticó previsiblemente el nuevo índice de movilidad
jubilatoria. “Está claro que el índice que buscaron perjudica a los jubilados,
porque necesitan los cien mil millones de pesos que quieren recaudar. Y
nosotros venimos a decirle no a ese índice”, advirtió Rossi, para quien el
nuevo sistema previsional “es perverso desde la A hasta la Z”.
“Lo que pasó hoy no es el punto de llegada, es el punto de
inicio: va a empezar una resistencia pacífica hacia la ley. Si hoy hubo
cacerolas, mañana va a haber más cacerolas”, anticipó el legislador
kirchnerista. “Todo lo que les pasó fue porque quisieron hacer un trámite
acelerado, que se debata poco, y nos impusieron una sesión la semana pasada; no
consiguieron tiempo, les hemos pedido que se de el Gobierno un tiempo para ver
si este es el camino correcto. Han conseguido una teoría en el Senado que dice
que ser oposición responsable es hacer seguidismo del oficialismo; es mentira,
ser oposición responsable es decirle al Gobierno que se está equivocando”,
sostuvo.
El cierre del debate le correspondía al presidente del
interbloque Cambiemos, Mario Negri. Habían pasado las 7 de la mañana y
sorprendió prescindiendo de hacer un discurso. “La oposición responsable no
reparte fósforos donde hay nafta”, deslizó el cordobés, tras lo cual le pidió
al presidente del Cuerpo: “Sírvase a votar”.
Miembro informante de Cambiemos, el presidente de la
Comisión de Previsión Social, Eduardo Amadeo, sostuvo que la discusión de la
ley llegó al recinto “en medio de una enorme campaña de falsedades, pero a fin
de año los jubilados no sólo van a estar mejor, sino que van a tener una
fórmula que los va a proteger por décadas”.
En contra de la ley, Mirta Tundis consideró que la
iniciativa oficialista es “inviable”. Experta en temas previsionales, la
massista afirmó que la modificación de la fórmula “afecta los derechos humanos
del sector alcanzado por esta reforma, que en realidad es un ajuste, es un
recorte”.
En defensa de su gestión en la ANSeS durante el
kirchnerismo, Diego Bossio (Justicialista) enfatizó que la ley actual de
movilidad “nunca fue cuestionada”. “Que una ley como la de movilidad esté tan
enraizada en toda la sociedad significa que es buena para la gente”, sostuvo.
A continuación, el kirchnerista Axel Kicillof acusó al
Gobierno nacional de que “fueron a buscar el voto de los jubilados mintiendo”.
Duro contra la ley, el exministro de Economía dijo que la reforma se trata de
un “saqueo al bolsillo de los jubilados”.
A su turno, el diputado del bloque Justicialista y extitular
de la ANSeS Diego Bossio remarcó que la ley actual de movilidad, que él mismo
propició como funcionario, “nunca fue cuestionada”. Lamentó que “no se está
discutiendo con la madurez que se tiene que discutir” y advirtió: “Que la ley
no es buena, todos lo sabemos”.
Desde Libres del Sur, Victoria Donda alertó que con la baja
en la Asignación Universal por Hijo se les afectará a los niños “su derecho
alimentario”. Además, resaltó que la ley está “respondiendo” a los “pedidos”
del Fondo Monetario Internacional.
Tras varias intervenciones a lo largo del debate, Elisa
Carrió volvió a hablar durante la discusión de la reforma previsional señalando
que “el problema de la jubilación no es un problema de esta actualización”,
sino que el problema viene desde los 90 y es que “no nos íbamos a poder
jubilar, producto de la globalización”, a propósito de gente que “no va a tener
nunca los 30 años de servicio”. A su juicio, una comisión durante tres años
“tiene que debatir qué vamos a hacer no acá, en Brasil y en todos lados, con el
tema de las personas que a una determinada edad no van a tener cobertura”.
Tras recordar su proyecto sobre el “ingreso ciudadano a la
vejez”, advirtió que “el Estado no puede sostener más al 70% de la población”,
y respecto de la fórmula de movilidad aseguró que “la fórmula que hoy estamos
votando, como se capitaliza cada tres veces, es la mejor”. “Con la vieja
(fórmula) es una tómbola, podés perdés un año y ganás otro; con esta vas a
estar siempre por lo menos 3 puntos sobre la inflación anual”, contó, recordando
haber pedido al Gobierno una compensación por el empalme.
El debate estuvo signado a su vez por casi cinco horas de
cuestiones de privilegio, a lo largo de las cuales varias veces la oposición
reclamó la suspensión del debate, atento a los sucesos que se estaban
desarrollando fuera del Congreso. Pasada la medianoche, el kirchnerista
Guillermo Carmona pidió suspender el debate esta vez por los cacerolazos, y se
plegó Graciela Camaño, pidiendo por eso el pase a comisión del proyecto. Como
siempre, la votación resultó negativa.
Durante ese tramo del debate, Martín Lousteau (Evolución
Radical) cuestionó a la “grieta”, evidenciada en la discusión en torno a la
iniciativa, y criticó la “prepotencia de un proyecto de ley que no se discutió,
que quiso ser impuesto, que no se debatió como corresponde”.
En ese tramo, uno de los discursos más encendidos fue el de
la rionegrina María Emilia Soria (FpV-PJ), quien disparó contra los
gobernadores y los llamó “prostitutas” del presidente Mauricio Macri por haber
acordado la reforma previsional. Más tarde les pidió “disculpas a las
trabajadoras sexuales” por haber hecho esa comparación.
Bien entrada la madrugada, la exgobernadora santiagueña y
esposa del actual mandatario de esa provincia que hace pocas semanas votó a
favor como senador, anunció su voto contrario a la reforma previsional. Claudia
Ledesma Abdala de Zamora se basó para ello en una misiva enviada por la Iglesia
santiagueña a los diputados de esa provincia en la cual, parafraseando al papa
Francisco, les señalaban que “un pueblo que no respeta a sus abuelos es un
pueblo sin memoria y sin futuro”. La diputada advirtió que “estos conceptos son
los que guían mi vida y mis acciones, y son para mí el fundamento suficiente
para que mi voto sea negativo a esta ley”.
Pasadas las 6 de la mañana, el sanjuanino José Luis Gioja
reprochó al Gobierno que después de haber dicho que “no iban a ajustar a los
jubilados, empezaron a decir que tenían un proyecto de reforma previsional y
que iban a ahorrar 100 mil millones de pesos”. Por eso le preguntó al
oficialismo “¿cómo carajo hacen si les van a sacar cien mil millones de pesos
del bolsillo a los jubilados, a los niños, a los pensionados, a los
combatientes de Malvinas, cómo va a ser mejor la fórmula que van a aplicar si
sale esta ley?”. Y concluyó definiendo que “están tomándose la leche del gato…
están cazando en el zoológico”.
El último orador
individual fue el salteño Andrés Zottos, quien poco antes de las 6.30
fundamentó su voto positivo aclarando que a su juicio no se trata de una
reforma previsional, y consideró que “nos merecemos los argentinos tratar el
año que viene una verdadera ley que reforme el sistema previsional”.
Asimismo advirtió que “si esta ley no se aprueba cae el
Pacto Fiscal que firmaron 23 gobernadores de 24. Necesitamos el financiamiento
del Estado nacional; necesitamos pagar sueldos, tenemos responsabilidad de
Gobierno”.
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