Por Giselle Rumeau |
Con Cristina Kirchner en plena decadencia por la derrota en
las elecciones y enredada en una maraña de causas judiciales por corrupción, su
imagen dejó de ser el cuco amenazante con el que Cambiemos advertía por el
peligro populista y la vuelta a lo más rancio de la política. El Gobierno ya no
tiene hoy más excusas para justificar los errores propios por las barbaridades
ajenas.
Con Cristina como un símbolo del pasado, y el triunfo que confirmó la
hegemonía del macrismo, la sociedad exigirá, de ahora en más, mayores y mejores
resultados en los dos años que restan para finalizar el mandato.
Así lo revela un sondeo de Taquión, una de las consultoras
que estuvieron más cerca del resultado de octubre. Un 53,1% del electorado que
optó por Cambiemos cree que este comicio sirvió para ayudar al presidente
Mauricio Macri a librarse del pasado para poder avanzar, pero no le dio una
carta en blanco. No es todo. El 81,8% de quienes lo apoyaron pedirá mejores
resultados que hasta ahora, mientras que el 73,1% asegura que lo evaluará con
una mayor exigencia.
El trabajo destaca también que el 82% de los consultados
cree que la economía se volverá de ahora en más una preocupación de la sociedad
en los tiempos venideros.
Si bien Cambiemos sumó más diputados y senadores con el
contundente triunfo de octubre, no alcanzó para obtener la mayoría en el
Congreso y el oficialismo sigue siendo la primera minoría. Esto significa que
deberá buscar un interlocutor válido en el ámbito parlamentario para cerrar las
alianzas y generar los consensos necesarios destinados a encarar las reformas
institucionales, electorales, políticas y económicas, enumeradas por Macri a
pocas horas de la victoria.
En la Casa Rosada apuntan a Miguel Angel Pichetto -el hombre
que se propone como el conductor de la transición del PJ y el negociador en el
Congreso- y a los gobernadores peronistas para aprobar los proyectos. Pichetto
no posee votos pero es un hombre de partido y respetado por eso. Y los
mandatarios provinciales ya mostraron buena disposición en las reuniones que se
llevaron en la Casa Rosada para avanzar con la Reforma Fiscal.
Es ahí donde pondrá el foco el Ejecutivo y dejará para 2019
la definición del adversario político que le sea más conveniente para los
comicios presidenciales.
En el Gobierno dicen que Cristina buscará transformarse en
la líder de la oposición. Pero ven poco probable que se convierta en un factor
aglutinante dentro del Congreso. Saben que aún tiene votos y que su derrotero
seguirá perjudicando las posibilidades de unidad del peronismo, que podría dejarlo
en el llano en 2019. Algo que al Gobierno le viene como anillo al dedo, aunque
las opiniones están divididas en la sede gubernamental. Hay quienes creen que
se necesita un adversario político permanente para mostrar la contracara del
modelo. Y que si CFK lo vuelve a encarnar, el peronismo -un movimiento que no
tiene experiencia como opositor- podría aceptar los acuerdos con el
oficialismo. Otros, en cambio, consideran que Cristina ya es el pasado y que lo
mejor será aislarla y esperar hasta el 2019 para meterse en cuestiones
electorales. "Nosotros ya le ganamos. Ahora ella es un problema del
peronismo", remarcan quienes militan en este grupo.
Pichetto ya dijo que el PJ atraviesa una crisis profunda,
una de las más importantes desde el retorno de la democracia. Y le achaca a la
ex presidenta gran parte de la responsabilidad por la debacle. Para peor, no
existe hoy un dirigente capaz de reunir las partes en las que quedó fraccionado
el peronismo. Antes de las elecciones, la intención de Pichetto, Florencio
Randazzo y Juan Manuel Urtubey era encarar la reconstrucción de la fuerza sin
la ex presidenta con el objetivo de volver a ser un partido de centro nacional.
Hoy son concientes de que ella ya se propuso como la jefa de la oposición y
mientras eso le siga conviniendo al Gobierno, el 2019 podría encontrarlos en el
llano. Otra de las incógnitas es ver qué pasará con el bloque del PJ y el del
massismo en la Cámara de diputados, ya con Sergio Massa fuera del Congreso.
El futuro líder
opositor
Con todo, existe una parte del electorado que se quedó sin
referentes y necesita encontrar una alternativa opositora a Cambiemos. Habrá
que ver quien es capaz de llenar ese agujero negro y colmar las expectativas de
aquellos que no acompañan el modelo macrista. La demanda existe pero ¿tiene ya
un representante identificado por la sociedad?
Según la encuesta de Taquión, la firma que lidera Sergio
Doval, director de Opinión Pública de la Universidad Abierta Interamericana
(UAI), se mencionan a cuatro políticos al indagar sobre la formación de un
líder opositor. Cristina Kirchner (20,6%); Sergio Massa (20.5%); Florencio
Randazzo (10.3%) y Juan Manuel Urtubey (6.8%) son las personas que ellos
elegirían para que exista una oposición que le haga frente al gobierno y lograr
así mayor responsabilidad. "La buena noticia para ellos es que el 45,4% de
los encuestados ve con malos ojos a gente que venga por fuera de la política y
sólo el 21,6% lo aprobaría", agrega Dobal.
La elección de CFK como referente opositora no la exime de
sufrir el exitismo argentino. Según el trabajo de Taquión, el 24,1% de sus
votantes de la última elección declaró que buscará una alternativa a Unidad
Ciudadana en el futuro, dado su mal desempeño electoral. Con todo, el 48,9% de
los encuestados declara que estas elecciones posicionan al kirchnerismo como
una fuerza que puede hacerle frente a Cambiemos.
Peronismo en picada
En medio de la discusión sobre el futuro del peronismo -que
va de la posibilidad del fin del movimiento a un nuevo reciclaje extremo- el
trabajo de Taquión deja en claro la crisis que atraviesa el partido. Cuando se
consulta a los encuestados sobre qué es lo primero que se le viene a la mente
con la palabra peronismo, el 40% reacciona de manera negativa, al mencionar las
palabras asociación ilícita, robo, agresión y decadencia. Sólo el 34% lo hace
positivamente al destacar los valores de soberanía, libertad, pueblo, etc.
"Lo más interesante es encontrar, dentro del peronismo, que la base de
votantes K es la que mejor imagen tiene del peronismo: un 61,6% de miradas
positivas. Por otra parte, el sector que peor imagen tiene es la base de
votantes de Massa con un 39,6% de reacciones negativas", agrega Dobal.
© El Cronista
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