Por Joan Manuel Serrat |
Estimado señor
Josep Maria Bartomeu, presidente del Fútbol Club Barcelona:
Respetuosamente
quiero hacerte llegar esta carta preocupado como estoy por un tema que desde
hace demasiado tiempo mantiene confusos y desasosegados a socios y
simpatizantes de nuestra entidad, incluso tal vez a usted también y que estamos
deseando rematar de una vez por todas con un final feliz.
Pido disculpas a
los lectores de este prestigioso diario especialmente a aquellos a los que el
fútbol les tiene sin cuidado, por atreverme a aparcar por un breve rato el tema
del “prucés” que en todas sus posibles formas y modalidades ha ocupado nuestros
periódicos, tertulias, telediarios e inclusive programas del corazón.
Si me atrevo a hacerlo
es porque en el escaso plazo de un mes y medio, es decir en apenas 45 días
el enigma Messi ha de resolverse, si no está ya
resuelto de manera definitiva.
Usted debería de
saberlo mejor que nadie, señor presidente. Son 45 efímeros días, que podrían
parecerse mucho a un Vía Crucis, si recordamos los dimes y diretes que
precedieron a la salida de Neymar del FCB sin que los aficionados —que no
tenemos acceso a información privilegiada— pudiésemos adquirir conciencia
oportuna, clara y veraz de lo que estaba ocurriendo.
Digámoslo claro. Culés del mundo: Leo Messi puede negociar a partir del
1 de enero con quien quiera y por lo que quiera.
No va a ocurrir
porque la Moreneta, que ocupa la tercera gradería Sur, no lo va a permitir,
pero no puedo evitar estar preocupado. Intranquilo, desasosegado.
Si este hombre
veloz, chiquito y gambeteador se va de esta institución que uno sigue pensando que
es la nuestra, señor Bartomeu no le arriendo a usted las ganancias.
Pregunto al portero
de la finca que es hombre informado en estos casos y me dice que esté
tranquilo, que “Messi está renovado por poderes de su padre y su abogado. Solo
falta que firme él y se hagan la foto”.
¿Que extrañas
razones les llevan a no hacerse la foto....?
Nos bastaría con
un selfie o un fotomatón. Cualquier cosa vale.
Cuestión de pasta.
Seguro, lógico y natural.
Nunca se me
ocurriría discutirle el salario al jugador que mejor se lo gana y se lo hace
ganar al equipo.
Cuando dicen que
hay futbolistas que devengan barbaridades, estoy de acuerdo en que es así, pero
no puedo evitar pensar en lo que se llevan los directores generales de
sociedades bancarias y que, al contrario de Messi, en lugar de hacernos felices
provocan con sus decisiones en la mayor parte de la sociedad disgustos
irreparables, sin entrar en cálculos de lo que nos ha costado la corrupción de
algunos políticos sin que por ello paguen con la cárcel o siquiera devuelvan el
dinero.
Lo de Neymar
también estaba arreglado, ¿se acuerdan...?
“Tudo bem, tudo
bem...”. ¿Les suena ?
¿No era que solo
faltaba la fotografía...?
Nadie es por si
solo un equipo. Hacen falta cómplices en cada línea. Para acompañar al maestro.
Tal vez necesitamos a alguien mas que Piqué, Busquets, Iniesta, Suárez, para
completar esa compañía fiable que permita a La pulgaregresar a
los títulos y a los premios individuales que últimamente ha tenido que ver
desde el asiento del lado.
Sr. Bartomeu &
Cia, repasen esta parte del temario.
Usted, como exitoso
empresario, debe saber que no basta con rodearse de amigos leales y que sean
sobradamente molt del Barça para alcanzar
las metas. Un equipo técnico que ha firmado en los últimos años a Arda Turan,
Aleix Vidal, Douglas , Adriano, Munir, Alcaser, André Gomes o Vermaelen, no
puede presumir de manejarse en el tapete del póker futbolero con habilidad de
tahúr.
Tanto les cuesta,
señor presidente, hacer un esfuerzo y contarnos que está pasando. Es verdad que
los socios de la entidad solo representamos un 3% de los ingresos totales del
Barça pero aún somos el 100 % de la sociedad.
Busco otros
secretos. Persigo otras razones que expliquen esta demora. Pero no las hallo.
¿Tendrá la familia Messi, por una u otra razón, ganas de mudarse a otra ciudad...?
No creo, al menos por el momento.
“Ya que no podemos
cambiar de país, cambiemos de tema”, decía James Joyce
Querido Leo. Te he
visto crecer como futbolista en nuestras divisiones inferiores y llenar
nuestras vitrinas con trofeos que nos han llenado de orgullo. Será muy difícil
que este club disfrute de otro jugador como tú y la gratitud de los aficionados
del FC Barcelona a tí, a pesar de lo efímeros que somos, será eterna.
No quisiera que
vistieras otra remera que no fuera la blaugrana pero si en algún momento como
en alguna ocasión has dicho, decidieras, terminar tus dias deportivos en
Newell’s, te juro en el nombre del Negro Fontanarrosa que si mi corazón canalla
aún palpita, te acompañará hasta el Parque Independencia vestido de leproso
para darte las gracias por tanto, tanto y tanto fútbol.
Blaugrana al vent.
© El País (España)
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