Doctor Ricardo
Alonso, incorporado como Miembro Correspondiente en la Academia Nacional de las
Ciencias
Ricardo Alonso: "Es fundamental enamorarse de la profesión, tener una fuerte vocación". |
Por Martín Risso Patrón
“Es fundamental enamorarse de la profesión, tener una fuerte vocación,
pero además hay que seguir estudiando. No hay que dejar de capacitarse y estar
al día, leyendo y viendo todo lo que pasa, para estar siempre con lo último.”
[Dr. Ricardo Alonso, entrevista periodística de El Tribuno,
ed. Del martes 4 de julio de 2017]
Científico y divulgador
natural y generoso
Prácticamente incontables son los artículos periodísticos
firmados por Alonso sobre su alma máter,
la ciencia Geológica; y tan incontables como aquellos, las notas sobre
Historia, personajes y cultura regional, particularmente salteña. Además de los
ensayos sobre cualquier expresión científica, o de la Naturaleza de las cosas
que haya caído bajo su aguda mirada de voraz recolector de Conocimiento.
Recuerdo una serie de notas sobre otro científico, noruego
adoptado como ciudadano por Salta luego de la II Guerra Mundial, fotógrafo,
dibujante detallista de pájaros, descubridor de nuevas especies de aves, y por
si fuera poco, taxidermista prolijo y realista: Don Gunnar Höy, que asentaba su
gabinete en el Museo de Ciencias Naturales que está en el parque San Martín de
la Ciudad. Creo que este ejemplo sintetiza el espíritu divulgador de Alonso, en
todo lo que expone en sus escritos, a los que los salteños estamos
acostumbrados. Destaca nuestro Académico la tarea de precisión, sistemática y
metódica de un Hombre cuya puerta de acceso al Conocimiento era sí mismo: Höy fue un autodidacta, que vivía
realimentándose de sus propias conquistas. El Dr. Alonso destaca este rasgo
del hombre, porque, aunque no lo exprese como consejo, admira el método, la
racionalidad en el uso de recursos, el registro detallado y detallista de los
fenómenos de su interés, y la generosidad de la difusión de sus conquistas. Alonso
es un difundidor, pero con apellido: Difundidor Generoso. Al igual que Höy, es
consulto de todo el mundo. Siempre habrá algún científico que, con una piedra
en la mano, o la impronta de un fósil sobre una mesa, le consulte edad, señas
individuales y específicas, que nuestro académico no pueda responder. De todo el mundo, afirmo. Tan generoso,
que no dudó de desenterrar de un modesto gabinete los ricos aportes a la
ornitología de uno que fuera igual que él. Le ayudó a Höy a clasificar un ave
de la Puna salteña, definiéndole la impronta de un rastro arcaico de su pata de
ave. El único testimonio concreto que tenían. Si no hubiera sido por el método
comparativo, el registro y el acabado conocimiento de la historia de nuestro
suelo, hubiera sido imposible hallar esa
garza ancestral.
Ricardo Alonso, doctor en Geología, recibe, por el cúmulo de
conocimientos, tanto como su fácil comunicación y su proverbial generosidad, de
eso estoy persuadido, el halago al que aspiran los hombres de Ciencia. Pero sé,
lo sé perfectamente, que el Doctor Alonso lo asume como el primer escalón de su
próximo aprendizaje.
Salta, feliz por su Ciudadano honesto intelectualmente,
honesto en todo, trabajador y generosamente Científico. La Ciencia, enamorada
de este nuevo ornato humano, que llevará al País en su destino de grandeza de
una vez por todas. Exijo su designación como Ciudadano Ilustre de la Ciudad, de
las Yungas, del Ande y el Trópico y los montes anteños. Salta, enamorada de su
Doctor.
© Agensur.info
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