El martes
dictaminarían la “exclusión por indignidad” del diputado y el miércoles
tratarán la propuesta en la sesión.
La Comisión de Asuntos Constitucionales debatió la posible expulsión de Julio De Vido por "indignidad". El debate proseguirá el martes 25. |
Nacionales - Tras
un áspero debate en la Comisión de Asuntos Constitucionales, la alianza
Cambiemos logró el apoyo del massismo este miércoles para avanzar con la
expulsión de la Cámara de Diputados de Julio De Vido, actual legislador del
FpV-PJ y exministro de Planificación Federal, involucrado en un centenar de
causas judiciales y con cinco procesamientos.
El interbloque oficialista apoyó la propuesta planteada por
el diputado Juan Brügge, aliado del Frente Renovador, para dictaminar el
próximo martes 25 -a partir de las 12- un proyecto que proponga encuadrar el
apartamiento como “exclusión por indignidad”. Ese mismo día, se citará
formalmente a De Vido para que haga su defensa personalmente, más allá del
escrito que presentó ante la comisión.
Un día después, el miércoles 26, se buscará sesionar y allí
serán necesarios los dos tercios de los votos para aprobar la expulsión del
diputado -172 adeptos, en caso de que haya asistencia perfecta-. Por eso,
Cambiemos intensificará en los próximos días las negociaciones con la
oposición.
Además del apoyo del massismo, la alianza oficialista
buscará convencer al bloque Justicialista de Diego Bossio y Oscar Romero, que
todavía permanece en la indefinición y se inclinaría por la suspensión de De
Vido, en lugar de su expulsión. La postura más cerrada es la del Frente para la
Victoria-PJ, que va por el rechazo.
La primera controversia en la reunión de comisión surgió
cuando el legislador Luis Basterra (FpV-PJ) planteó que en realidad el
exministro kirchnerista nunca fue citado formalmente para este encuentro. Luego
que Pablo Tonelli, presidente del cuerpo, lo negara, la que tomó la palabra fue
Elisa Carrió.
La líder de la Coalición Cívica señaló que debían iniciar el
procedimiento de apertura para verificar cuáles eran los proyectos en debate, y
luego pasar a escuchar el descargo, si hubiera. Pero fue tras la insistencia de
Diana Conti (FpV-PJ) que se dio lectura al descargo por escrito del
exfuncionario. Las diputadas oficialistas Silvia Lospennato y Karina Banfi
fueron las que no evitaron reírse ante algunos de los argumentos trasmitidos
por De Vido en la misiva.
Luego, fue el macrista Guillermo Durand Cornejo quien refutó
las expresiones del exministro, señalando: “Estamos hartos de ver que el
Congreso se ha convertido en una guarida de ladrones, que tengamos que soportar
que somos todos iguales. ¡No somos todos iguales, esta es una ocasión para
demostrar que este no es un aguantadero de ladrones!”.
Invitada a defender la iniciativa de su autoría, que
proponía la expulsión por “inhabilidad moral”, Carrió sostuvo que la
continuidad de De Vido en una banca es “un escándalo moral”, ya que está
involucrado en la causa de las “51 muertes” por la Tragedia de Once. “¿Díganme,
es un escándalo moral o no que un hombre procesado por asociación ilícita y
procesado por la muerte de 51 personas, siga en su banca?”, se preguntó.
A su turno, la legisladora Soledad Sosa (FIT), autora de un
proyecto para la suspensión de De Vido, consideró la discusión “una farsa”, que
vinculó a la cercanía de las PASO. Habló en su discurso de “despidos masivos”,
citó el caso de “la represión en PepsiCo”, y cuestionó que se hablara de moral,
cuando “ustedes son los que aprobaron el pacto con los fondos buitre”.
“Hablan de los delitos ajenos, los del kirchnerismo y no de
los propios. Ustedes son también socios de Odebrecht”, agregó. Después de eso,
Carolina Gaillard (FpV-PJ) se acercó a felicitarla. Durante la reunión también
se expresaron los legisladores de la izquierda Pablo López, Juan Carlos
Giordano y Nathalia González, aunque no forman parte de la comisión.
Desde el espacio 1País, Margarita Stolbizer solicitó atender
“la excepcionalidad” de esa discusión, por cuanto no quería que “se utilice
esto como un precedente” en el futuro. “Las situaciones son estrictamente
únicas, y las sanciones son estrictamente personales frente a una determinada
situación personal”. Además, para justificar su apoyo a la expulsión de De
Vido, utilizó argumentos de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner
cuando era senadora.
Desde el Frente para la Victoria-PJ, el primero en defender
al exministro fue el camporista Marcos Cleri, quien cargó contra los medios y
luego contra el Gobierno nacional, al que acusó de querer “tapar con esto” la
crisis actual y la condición de “entreguista” de esta administración.
En un discurso de tono político, Cleri le atribuyó a Carrió
haber dicho que “hay que sacar esto porque nos sirve para la campaña. Piensa en
campaña, no piensa en el pueblo; no piensa en el presente sino en su porvenir”.
También, fustigó a diputados del oficialismo, por ejemplo a Eduardo Amadeo, al
que llamó “lobbista de Estados Unidos”, desatando la reacción airada del
presidente de la bancada Cambiemos, Mario Negri. Luego se refirió al artículo
66, que a su juicio reglamentaba las facultades disciplinarias de la Cámara de
Diputados, y había que interpretar si existía “alguna facultad física o moral
sobreviniente” en este caso.
“En el reglamento de la Cámara, hay un solo artículo, el
188, donde habla de las sanciones disciplinarias”, puntualizó, dejando claro
que interpretaba que no había elementos que pudieran aplicarse con De Vido.
Tras él, la diputada Silvia Lospennato refutó a Cleri
respecto de la interpretación del artículo 188, considerando que el diputado
camporista había hecho “una lectura incorrecta” del mismo.
Por el kirchnerismo también hablaron Nilda Garré, que pidió
tener en cuenta la “presunción de inocencia” en el caso De Vido, y Rodolfo
Tailhade con uno de los discursos más picantes en el que apuntó contra algunos
de sus pares del oficialismo y el presidente Mauricio Macri.
Fue el aliado del massismo Juan Brügge el que admitió que
“en el reglamento hay un vacío” en la cuestión, que pidió corregir para el
futuro. Subrayó que el proceso que debía considerarse era de “exclusión”, o de
remoción, y que se estableciera un plazo para que el diputado De Vido hiciera
un descargo. Propuso entonces emitir el dictamen en siete días, para que
finalmente el 26 de julio en el recinto se definiera si se procedía con la
exclusión. “En el medio creo que hay que recabar toda la documental que se
tenga, que la misma sea transmitida al diputado De Vido”, dijo, al que pidió
citar formalmente para efectuar el descargo.
El jefe del interbloque Cambiemos, el radical Mario Negri,
se defendió de las acusaciones de Tailhade y expresó que su par tiene una
“lengua bífida”. “Acá uno no llega con alegría a discutir esto”, manifestó,
aclarando el grado “excepcional” de esta situación.
“No hago una denuncia por día ni por semana, pero creo que
hay un momento límite”, agregó Negri, quien advirtió que “la que está en mora
es la justicia. Y hace mucho tiempo. Y cuando la justicia llega tarde, no es
justicia”. Aclaró que “no estamos acá sentados porque estemos en campaña, sino
porque los procesos se dieron como se dieron; no es porque se largó la campaña
que entraron los proyectos”. Apoyando lo expuesto por Brügge, el cordobés
sugirió excluir por “indignidad” al legislador.
En el debate, el radical Ricardo Alfonsín finalmente afirmó
que acompaña la decisión de su bloque –por la exclusión-; mientras que Carla
Carrizo dijo: “En Cambiemos estaba la decisión de separar al diputado De Vido,
con lo que estoy de acuerdo”. Sin embargo, informó que apoyará la iniciativa en
disidencia “y al mismo tiempo voy a trabajar para la aplicación del artículo
70”, referido a la suspensión. “¿Queremos prensa o queremos combatir a la
corrupción?”, se preguntó la radical precandidata en la lista de Martín
Lousteau en la Ciudad.
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