Por Fernando Laborda
La virtual caída en desgracia de Daniel Scioli en buena
parte de la opinión pública tras sus enredos amorosos y el duro ataque que le
propinó Gisela Berger se sumó en las últimas horas a los argumentos para
potenciar una candidatura de Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires.
De todos modos, el principal de los motivos para que la ex presidenta compita
en las próximas elecciones legislativas es que continúa siendo la representante
del kirchnerismo con mayor intención de voto entre los bonaerenses. El misterio
seguirá, probablemente hasta los primeros días de junio, pero no son pocos los
que advierten que, detrás de su reciente mensaje público en el que habló de su
"autoexclusión", se advierten actitudes que la muestran compenetrada
con la campaña electoral.
La particular dinámica del peronismo y el riesgo de que una
fuerte polarización entre el kirchnerismo y el oficialismo macrista angoste la
"avenida del medio" por la que pretenden circular Sergio Massa y
Margarita Stolbizer , estaría persuadiendo al ex intendente de Tigre y ex jefe
de Gabinete cristinista de presentarse también como candidato.
Hay otra cuestión que presiona a Massa para ocupar un lugar
primordial en la lista de postulantes. Su fuerza política renovará en la
provincia de Buenos Aires nada menos que 11 diputados nacionales y no pocas
bancas de legisladores provinciales y de concejales de toda la provincia,
producto de su buena elección en 2013, cuando la nómina por él encabezada se
impuso a la del kirchnerismo, entonces liderada por el intendente de Lomas de
Zamora, Martín Insaurralde.
Quien en el peronismo no puede esperar más tiempo es
Florencio Randazzo . El ex ministro del Interior y Transporte de Cristina
Kirchner, hoy divorciado del kirchnerismo, ha permanecido demasiado tiempo en
silencio, pero todos saben que se prepara para competir en las primarias
abiertas (PASO) contra la ex presidenta o contra quien ella ponga en su lugar.
"Vamos por la epopeya", se entusiasman dirigentes
afines a Randazzo. Nadie en su sector desconoce que lleva las de perder, si
deberá enfrentar a una lista encabezada por Cristina. "Si ella es la
primera candidata, seguramente tendrá el apoyo de más intendentes y todo indica
que perdemos. Pero el partido hay que jugarlo", señaló un dirigente de la
tercera sección electoral mudado al randazzismo.
Al aval de Alberto Fernández, quien días atrás hizo pública
su mudanza desde el massismo, la precandidatura a senador de Randazzo sumó ayer
el apoyo del sindicalista de Sanidad Héctor Daer, uno de los triunviros de la
conducción cegetista y hasta ahora diputado nacional por el Frente Renovador de
Massa.
Las campañas de acción psicológica en las redes sociales
estuvieron a la orden del día. "No extrañaría que, dentro de unos meses,
Massa pida afiliarse al GEN de Margarita Stolbizer", se bromeó sobre la
soledad en que estaría quedando el dirigente tigrense. "Mejor que se vaya
Daer porque resta", replicaron los massistas.
Trascendieron gestiones para que Massa y Randazzo
participaran juntos de un espacio político fuera del peronismo. Pero no
surtieron efecto. El ex ministro del Interior aseguró que estaba decidido a dar
pelea en el seno del PJ, al tiempo que Massa rechazó la posibilidad de volver a
ese partido, opción que, por otra parte, habría desatado la oposición de
Margarita Stolbizer.
En el macrismo, en tanto, hay entusiasmo por la posibilidad
de que Cristina Kirchner sea finalmente candidata. Sus cálculos electorales
indican que, con la ex presidenta en la arena electoral, la intención de voto para
el macrismo crecería. Su ausencia, en cambio, ayudaría a despolarizar la
elección y haría crecer a las terceras fuerzas.
Claro que, primero, habrá que esperar la contienda que
eventualmente libren en las PASO Cristina Kirchner y Randazzo. Si bien las encuestas
le otorgan a la ex jefa del Estado una ventaja clara por ahora, también los
sondeos indican que ella cuenta con una imagen negativa muy elevada, que ronda
el 60%. Una ventaja que Randazzo podría explotar es que la primaria abierta del
peronismo sería prácticamente la única donde habría competencia interna, puesto
que tanto en Cambiemos como en el Frente Renovador de Massa habría listas de
unidad. Esto le daría a las primarias del PJ un aire de seducción particular en
el electorado, especialmente para quienes, sin estar alineados con el
peronismo, quieran aspirar a castigar y hundir a la ex presidenta.
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