Por Emilio García
Méndez
Si algo distingue la controversia sobre la responsabilidad
penal de los menores de edad en la Argentina es su duración, su carácter
espasmódico y su confusión ideológica.
Hace más de 20 años que algún hecho delictivo
particularmente grave o particularmente puesto de relieve por los medios de
comunicación atribuido a un menor de 16 años (y nunca a un menor de 18) se
convierte, aleatoriamente, en disparador de un debate en caliente que
generalmente pierde impulso y desaparece a los pocos días o semanas.
Nada
garantiza que no estemos otra vez ante esta noria que asume la forma de
política criminal. Esta vez, sin embargo, el anuncio del gobierno de debatirlo
durante este año para aprobarlo en el 2018, podría sugerir que nos lo tomáramos
en serio.
Hasta ahora, curiosamente, cada intento serio de derogar el
régimen penal de la minoridad vigente que lleva la firma de Jorge Rafael Videla
(decreto 22.278 de 1980), ha provocado que el progresismo de turno se rasgue
las vestiduras.
Este papel, ha sido asumido alguna vez por Aníbal Ibarra, más
tarde por Raúl Zaffaroni y ahora parece ser el turno de Margarita Stolbizer.
"No permitiremos que los menores de edad vayan
presos" es la misma letanía que hace años escuchamos de boca de diversos
protagonistas de la vida pública. Para comenzar digamos que los menores de 18
años, no solo van presos sino que 12 veces han sido condenados a reclusión
perpetua entre 1997 y el 2002. Sin embargo, luego del escándalo internacional
que supuso la condena en 2013 por ese motivo por parte de la Corte
Interamericana de Derechos Humanos, dichas condenas se han "reducido y
mitigado". Entre 25 y 30 años de prisión es lo que hoy se acostumbra a
sentenciar para no agitar las aguas a nivel internacional.
Pero ahora el "progresismo" parece agitarse en
torno a la renovada consigna "ni un pibe menor de 16 años preso".
Alguien debería explicarle a Margarita Stolbizer que los
menores de 16 años van presos sí. Que un número tan alto cuanto desconocido
(¿400 tal vez?), pero que sería bueno conocer, están privados de libertad en la
Argentina.
Que esos menores de 16 años privados de libertad, lo están
(¿quién sabe dónde?) gracias a la maravillosa doctrina Zaffaroni que en un
fallo del 2 de diciembre del 2008, declaro Constitucional el decreto de Videla
y convalido el uso de la privación de libertad como forma de
"protección".
Hace falta que alguien le avise a Margarita Stolbizer que
sería bueno que organice un poco su indignación. Que ninguno del altísimo
número de menores de 16 años ya preso, ha tenido el más mínimo derecho a un
debido proceso y que justamente por ese motivo la criminalidad adulta
acostumbra a tirarle sus muertos.
Es por eso que precisamos un Régimen Penal Juvenil,
diputada.
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