Por Analía Argento
Dos veces en los últimos días Horacio Rodríguez Larreta
elogió a Elisa Carrió como posible candidata en la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. Dijo, textualmente, que sería "un orgullo" llevarla en la
lista de candidatos a diputados nacionales. Ella, hace menos de un mes, dijo
(en potencial) que si fuera candidata lo sería por la provincia de Buenos
Aires. Pero en su entorno aseguran que aún no definió su futuro electoral.
Hay un detalle no menor: Buenos Aires renueva sus tres
bancas en el Senado (Juan Manuel Abal Medina y María Laura Leguizamón por el
peronismo y Jaime Linares por el GEN). No es en cambio el turno de la Ciudad
que renueva diputados y la mitad de las bancas en la Legislatura. Aunque la
pelea política por el Congreso es una batalla clave en ambos distritos, la
representatividad de los senadores en la campaña será mayor y la pelea
probablemente más visible. Depende, claro, de quiénes sean los candidatos: si
está o no Cristina Fernández de Kirchner; si el peronismo va dividido; si
Daniel Scioli y Florencio Randazzo se enfrentan o no en una interna provincial.
Tanto en Buenos Aires como en Capital el PRO sufre carencia
de candidatos: sus principales figuras ocupan lugares clave en la Nación, en
Provincia, en la Ciudad y en municipios. Pero en Capital, donde el Frente para
la Victoria quedó tercero, podría competir Martín Lousteau, socio de los
radicales que se definen como opositores a Rodríguez Larreta y aliados de
Cambiemos a nivel nacional. Si juega Carrió podría no jugar Lousteau y si ambos
juegan en el oficialismo creen que la diputada podría ganar. En este caso el
que ganaría sería el jefe de gobierno porteño que se sacaría de enfrente al
actual embajador en Estados Unidos que busca posicionarse para el 2019.
No es difícil imaginar a Elisa Carrió caminando la provincia
de Buenos Aires junto a María Eugenia Vidal. Más allá del chisporroteo entre
ellas por la desginación del jefe de la Policía, recompusieron la relación y se
mostraron muchas veces juntas. Hablan seguido y acordaron la designación de
Julio Conte Grand como Procurador provincial. La salud de Carrió, sometida a
una angioplastía en octubre pasado, podría ser impedimento para enfrentar la
pelea en el distrito. Pero para Cambiemos la batalla es también virtual y en
redes sociales y en televisión Carrió tiene la pole position para largar.
Hay una piedra en ese camino: no quiere competir ni
compartir con Jorge Macri, a quien denunció. "Respeto mucho a Carrió, pero
me parece que tiene mala información. Sería un orgullo (compartir una lista con
ella), no discuto cargos, pero los roles en unas elecciones deben ser resueltos
por consenso y tiene que darle tranquilidad plena a Mauricio (Macri) y María
Eugenia (Vidal)", dijo el primo de Macri justo ayer. Si ella se quedara en
Capital, Macri tendría zona liberada.
Rodríguez Larreta espera y es quien decide. En el entorno
íntimo de la diputada nacional cuentan que la relación entre el jefe de
gobierno y ella mejoró, que cada vez tienen más diálogo y que pesaron en ese
cambio de relación las palabras que en la intimidad ha repetido Mauricio Macri
a la dirigente de la Coalición Cívica: "Hice todo lo que hice gracias a
Horacio que me acompañó en la Ciudad". Como con Vidal, con él habla
asiduamente, lo ha llamado por ejemplo para consultarle sobre la organización
en las villas y Carrió ha elogiado las respuestas del hoy jefe de gobierno.
"El quiere, hay funcionarios que quieren, incluso hay funcionarios del
círculo más íntimo de Macri que la quieren en Capital", aseguran cerca de
Carrió a la espera de que termine el verano y ella decida, seguramente en
diálogo con el Presidente de la Nación.
El otro tema que desvela a los funcionarios y políticos
porteños es cómo y cuándo será la elección. Agosto y octubre son el turno de la
PASO y de la general a nivel nacional. Para los cargos locales la Ciudad tiene
boleta única electrónica (BUE) pero no a nivel nacional, hasta ahora la reforma
que habilita el voto electrónico está frenada en el Congreso. Ninguna solución
contenta al PRO: la primera opción es votar cuatro veces en Capital (es decir
elegir a los 30 legisladores de la Ciudad en forma anticipada con voto
electrónico y luego los diputados de la Nación, internas abiertas mediante con
boleta sábana en papel); la segunda sería unificar comicios y votar con dos
cuartos oscuros y dos sistemas simultáneos (papel más BUE) o, la tercera opción
y más deseable para Cambiemos, lograr un acuerdo político para avanzar
gradualmente con la boleta electrónica en la elección nacional arrancando este
año en Capital (donde intentaría unificar las elecciones) y en distritos que ya
la instrumentaron como Salta y algunos municipios. Macri no quiere dar un paso
atrás con el cambio de sistema. Menos en su propio distrito.
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